Tonicalización

(Redirigido desde «Dominante secundario»)


Dentro de una composición de música tonal, la tonicización o tonicalización (del inglés "tonicalization" [1]​) es la consideración de un grado diferente a la tónica como un centro tonal temporal.

Concepto editar

Una pieza de música tonal tiene, como su nombre lo indica, una determinada tonalidad. Esta está basada en la consideración del primer grado como centro, llamado acorde de tónica. Por ejemplo, en la tonalidad de Do mayor, dicho acorde es Do mayor. Este acorde tiene como contraposición - o eje gravitatorio opuesto -, el llamado acorde dominante (V), que es Sol mayor. La sucesión dominante-tónica determina así la tonalidad de una manera contundente, debido al salto entre las fundamentales (sol-do) y la resolución de las notas que lo componen.[2]

Pero cada grado de la escala también manifiesta una tendencia a alcanzar ese valor de tónica (I) para sí mismo. Si el compositor cede al impulso de un determinado grado de la escala, dentro del sistema diatónico del que forma parte, este proceso se llama tonicalización. Un acorde tonicalizado es un grado que tiende a considerarse tónica momentánea o temporal.[1]

Dominantes secundarias editar

Los acordes aptos para ser acordes de tónica son las estructuras que parten de una tríada mayor o menor. Es decir que las tríadas aumentadas y disminuidas no pueden funcionar como tónicas, con lo cual no pueden ser tonicizadas.

Grados susceptibles de ser tonicizados:

  • Tonalidad mayor: II, III, IV, V y VI.
  • Tonalidad menor: bIII, IV, V, bVI y bVII.

En consecuencia, para generar esa relación dominante-tónica, podrá considerarse a cualquiera de esos grados secundarios como tónica momentánea, anteponiéndole su propio acorde de dominante. A este acorde se le llama dominante secundario.[2]

 

Procedimiento editar

Es posible que el origen de este procedimiento tenga que ver con la ampliación del proceso cadencial. Por ejemplo, ya en el siglo XVII se podía ver la alteración cromática de una melodía, para enfatizar un grado secundario de la escala. De esa manera, armonizar ese pasaje melódico daría como resultado considerar ese si natural como parte de un Sol Mayor, que es el dominante secundario de Do.

 
O Gott, Du Frommer Gott (1670)


Pero los dominantes secundarios no solamente tienen valor funcional, sino que también son un recurso importante de color armónico. Los compositores del siglo XVIII y XIX se interesaron en las ventajas expresivas de las nuevas notas que se podían incluir de forma lógica en la tonalidad. El vocabulario armónico se enriqueció en gran medida por la introducción de estos acordes.[2]

 
Schubert, Vals, op 18 - II (original en SI mayor)

Todas las formas y variaciones en las que parecen los dominantes principal, así como los principios de resolución de la cadencia V-I, pueden aparecer y emplear también en los dominantes secundarios y en todas sus aplicaciones.[2]

Cromatismo editar

La tonicalización se puede producir por una alteración cromática de las voces de un acorde diatónico. Esto es, una nota elevada cromáticamente que tiende a resolver de forma ascendente.

 
Tonización a través de cromatismo ascendente


O por el contrario, una nota rebajada en forma cromática que resuelve de forma descendente.

 
Tonización a través de cromatismo descendente


Cada alteración cromática de la escala tiene su origen en la sensibilización de un grado, dando como origen a la posible interpretación de estas notas como parte del dominante secundario.

 
Notas introducidas comáticamente, a efectos de Tonicizar cada grado de la escala mayor.


Pero no hay que confundir estos casos con los cromatismos que se producen como una mera ornamentación, ya sea como notas de paso o auxiliares, o directamente como acorde de paso, pero sin función tonal dominante.

 
Notas cromáticas

Uso editar

La forma más sencilla y natural de introducir un dominante secundario es hacer que proceda de un acorde que se puede interpretar como parte de la tonalidad secundaria[2]​ o región.[3]​ Esta dualidad de significado tonal facilita el enlace entre de los acordes y garantiza la lógica progresión armónica.

 
Ejemplo de preparación de dominantes secundarios

Modulación editar

Cuando el paso por esa región o énfasis en el grado secundario, se establece y permanece en el tiempo, se puede considerar realmente una modulación, ya que para que sea considerada un dominante secundario, el paso debe ser casual y no establecerse firmemente. De todas maneras, cada caso de estos deberá ser analizado en su contexto.

Segundos relacionados editar

Cada dominante puede ser antecedido por un segundo relacionado que generará una cadencia completa. Esto crea un sonido análogo al que se tiene resolviendo al primer grado, pero a los otros grados. Esta es una posibilidad tanto para los dominantes secundarios como para los sustitutos tritonales, de esta manera tendremos una paleta más amplia y la posibilidad de generar mayor fuerza de resolución hacia un acorde que se necesite resaltar. Es importante no perder de vista que, cuantos más acordes agreguemos, más clara tiene que ser la resolución a la tónica (I grado). En el caso contrario, se perdería el centro tonal.

Estos segundos son acordes m7 o m7(b5) que se encuentran a una quinta justa ascendente de distancia. Como veremos a continuación, estos acordes pueden ser diatónicos o no. En el caso de que sean diatónicos, se analizan con el grado de la escala; en el caso de que no lo sean, se analizan solo con el corchete.

 
Análisis de segundos relacionados.

Referencias editar

  1. a b Schenker, Heinrich, 1868-1935. ([1954]). Harmony. University of Chicago Press. ISBN 0-226-73733-0. OCLC 280916. Consultado el 31 de diciembre de 2019. 
  2. a b c d e Piston, Walter. (1998). Armonia. SpanPress Universitaria. ISBN 1-58045-935-8. OCLC 636436196. Consultado el 31 de diciembre de 2019. 
  3. Schoenberg, Arnold, 1874-1951. (1990). Tratado de armonía.. Real Musical. ISBN 84-387-0054-3. OCLC 803229869. Consultado el 31 de diciembre de 2019. 

Bibliografía editar

  • Atlas de la música. München: Deutscher Taschenbuch Verlag GmbH & Co. 1977. ISBN 84-206-6999-7. 
  • Diether de la Motte (1975). Barenreiter-Verlag Kassel, ed. Armonía. Idea Books, S.A. ISBN 84-8236-105-8. 
  • John Stainer (1876). A Theory of Harmony. USA: Cambridge University Press. ISBN 978-1-108-00187-8. 
  • W. W. Norton & Company, Inc., ed. (1997). Harmonic Practice in Tonal Music. Akal, S.A. ISBN 978-84-460-2516-0. 
  • Sergio Fulqueris (2015). Armonía Aplicada a la Guitarra. Sergio Fulqueris. ISBN 978-84-606-7755-0. 

Véase también editar