Diferencia entre revisiones de «Ambrosio Sandes»

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Derrotado principalmente por Sandes, que junto a su crueldad tenía una indudable capacidad como jefe de caballería, Peñaloza invadió [[provincia de San Luis|San Luis]] y obligó al gobierno nacional a firmar con él el [[Tratado de La Banderita]]. Cuando el [[caudillo]] entregó los oficiales prisioneros que tenía en su poder, no pudo haber cambio de prisioneros, porque Sandes y sus socios los habían matado a todos.
 
Sandes y otros oficiales vencedores se negaron a dar validez al indulto, y siguieron persiguiendo, arrestando y matando a los exmontoneros. Por eso, Peñaloza se levantó nuevamente en armas contra el gobierno de [[Bartolomé Mitre]] a principios de 1863. El presidente nombró director de la guerra a Sarmiento, que contaba para reprimir a los federales, sobre todo, con Sandes. Pero poco antes, este había sido atacado por un gaucho fugitivo a la salida de una pulpería y había sido herido.
Finalmente Peñaloza aceptó deponer las armas y se retiró a su rancho. Allí lo fueron a buscar. Como estaba ya rendido y retirado, salió a recibirlos, ofreciéndoles un mate. Allí fue ultimado a lanzazos por el capitán chileno Pablo Irrazábal, le fue cortada la cabeza y exhibida en una pica.
 
Sandes también había tenido una disputa con el gobernador de San Luis don Juan Barbeito. Por tal motivo el gobernador organiza un baile en su honor a fin de aplacar un poco su ira. Siendo las 22.30 del 12 de enero después del toque de silencio, Sandes se encuentra junto a sus oficiales preparado para concurrir al baile en su honor. Antes de hacerlo, dada la situación de intranquilidad que reina en la provincia, decide ir hasta el Cuartel para cerciorarse de que está todo en orden. Al llegar, encuentra la guardia y los centinelas en sus puestos, preparados para cualquier sorpresa en el enrarecido ambiente puntano.
Moriría una semana más tarde, en Mendoza. Sarmiento exclamó que su muerte era un verdadero triunfo de la montonera. Por mucho tiempo, la sola mención de su nombre causaba terror y odio en los paisanos de La Rioja y [[Cuyo]].
 
De regreso a la casa, una media cuadra antes de llegar y donde lo esperan sus oficiales, frente al domicilio de D. José María de la Torre, había en el cordón de la acera una pila de ladrillos o adobes destinados a hacer nuevas construcciones en la casa. Al lado de esa pila fingiendo distracción o embriaguez, ocupando el centro de la acera, se hallaba una persona ataviada de gaucho- que era generalizado entre la gente del pueblo- y Sandes cree que la actitud del gaucho es un acto de descomedimiento hacia su persona, intenta darle un empellón para que le deje libre el paso, pero el desconocido gaucho, con rapidez inesperada esgrime un puñal de regulares dimensiones y le aplica un puntazo en el costado derecho que le secciona una o dos costillas de ese lado. El puñal se rompe y casi 10 cm de hoja quedan alojados en el costado derecho del cuerpo de Sandes
Domingo Faustino Sarmiento elogia a Sandes en varios de sus escritos: en ''Itinerario del primer cuerpo de ejército de Buenos Aires a las órdenes del General D. W. Paunero'' (1862), en ''El Chacho'' (1868) y en ''Vida de Dominguito'' (hacia los 1880), y lo tuvo muy presente en otros también, especialmente por la admiración que le causaban las cicatrices que ostentaba el coronel y su resistencia al dolor, de la que se cuentan anécdotas.<ref name="vidas">{{cita libro|apellidos1=Fontana|nombre1=Patricio Miguel|título=Vidas americanas. Usos de la biografía en Domingo Faustino Sarmiento, Juan Bautista Alberdi y Juan María Gutierrez|fecha=2013|editorial=Facultad de Filosofía y Letras de la UBA|ubicación=Buenos Aires|páginas=86-90|url=http://repositorio.filo.uba.ar/bitstream/handle/filodigital/4663/uba_ffyl_t_2013_se_fontana.pdf?sequence=1&isAllowed=y|fechaacceso=31 de enero de 2021}}</ref>
 
Es la herida número 53 que recibe el coronel. El agresor arroja el mango y desaparece en la oscuridad. Sandes, en lugar de pedir auxilio se aprieta la herida y, desandando el camino, llega nuevamente al Cuartel para verificar si el atentado tiene alcance mayor que el de atacar a su persona; sin alterar a nadie ordena reforzar la guardia. Tal vez piensa que es solo un golpe, y que el cuchillo no ha logrado penetrar a causa de la ropa o por tener poca punta. Su energía le permite llegar donde están sus oficiales, y es allí que les informa “Yo no puedo ir al baile porque estoy herido”. Traen al Dr. Carlos Norton, médico del Regimiento, el que es insultado por Sandes mientras le practica las primeras curaciones, debido a su suavidad y cuidado que pone para tratar extraer la hoja de acero que permanece dentro de la herida. Pocas semanas después, ya parcialmente recuperado se traslada a Mendoza adonde quería ir cabalgando, pero su médico le advirtió que la herida podía abrirse y aceptó finalmente ir en un carruaje con escolta.
{{cita|"Sandes, que se levanta de la cama al poco rato de una operación al estómago, y aguanta los espasmos truculentos ladeando un poco los labios y conduce después a sus lanceros en marcha huracanada, sin tregua ni sueño, a través de arenales y soles."|[[Luis Leopoldo Franco]].<ref>{{cita libro|apellidos1=Franco|nombre1=Luis Leopoldo|título=Sarmiento y Martí|fecha=1958|editorial=Lautaro|ubicación=Buenos Aires|página=139|fechaacceso=31 de enero de 2021}}</ref>}}
 
Hacía poco tiempo que Luis Molina era gobernador de Mendoza tras la renuncia de su antecesor. En septiembre de 1863 fue invitado a una fiesta que se realizó en Lujan de Cuyo a la que asistió. Unos días después, el gobernador falleció de muerte natural. Pero el extraño fallecimiento de Luis Molina coincidió con el de Ambrosio Sandes y el capitán Rodriguez casi al mismo tiempo. Los tres habían concurrido a un banquete con baile incluido que se ofrecía en la quinta de la familia Recuero, situada en Lujan de Cuyo. Sirvieron carne asada, platos criollos era la principal comida y no faltó vino y postres. Sandes falleció el 15 de septiembre a las 8 de la noche con los mismos síntomas que el gobernador Molina y el capitán Rodríguez (dolor intenso de estómago, vómitos y un profundo deterioro corporal. Con sus energías absolutamente consumidas).
El Padre del Aula compara a Ambrosio Sandes con el [[Cid Campeador]] y con [[Aquiles]]. Para Sarmiento, el exhibir sus heridas diferencia al soldado del gaucho (que las oculta). Sandes sale del ambiente de la montonera:
 
{{cita|"El 1.º de línea todavía se distingue de los otros cuerpos en la pujanza terrible de sus cargas, como si los manes de Sandes lo presidiesen siempre en el ataque. Sandes era montonero de origen, educación y espíritu. En él se conservó el primitivo ardimiento de las montoneras de Artigas y de Carreras, la gloria y el ansia del entrevero, es decir, del combate personal cuerpo a cuerpo, que fue el secreto de la montonera en los días de su pujanza. Decaída en presencia de los progresos del material de guerra y de la composición de los ejércitos de línea, Sandes trajo a la caballería regular el fuego que la faltaba para acabar con el alzamiento del paisanaje, de cuyo seno salía."|D. F. Sarmiento.<ref name="vidas" />}}
Sandes tenía 48 años. Había nacido en 1815. Lo que no pudieron las balas, las bayonetas, los puñales, lo hizo el veneno, además, es posibles que su muerte debiera a todas esas cosas juntas.
 
Pero su pasaje está completo, pues los hijos de Sandes, que al morir quedaron al cuidado de Mitre, fueron a estudiar al Colegio Militar de Estados Unidos.<ref name="vidas" />
 
==Fuentes==