Diferencia entre revisiones de «Expulsión de los jesuitas de la Monarquía Hispánica de 1767»

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La difusión del [[jansenismo]] —doctrina y movimiento de una fuerte carga antijesuítica— y de la [[Ilustración]] a lo largo del siglo XVIII dejó desfasados ciertos aspectos del ideario jesuítico, especialmente, según [[Antonio Domínguez Ortiz]], «sus métodos educativos, y en general, su concepto de la autoridad y del Estado. Una monarquía cada vez más laicizada y más absoluta empezó a considerar a los jesuitas no como colaboradores útiles, sino como competidores molestos». Además continuaron los conflictos con las órdenes religiosas tradicionales, como la inclusión en el [[Índice de Libros Prohibidos]] de la ''Historia Pelagiana'' del cardenal agustino [[Noris]], gracias a la influencia que tenía la Compañía en la [[Inquisición española|Inquisición]], o como el rechazo que produjo la publicación de la obra ''Fray Gerundio de Campazas'' del [[Padre Isla]], en la que el jesuita satirizaba a los [[fraile]]s.{{Sfn|Domínguez Ortiz|2005|pp=135-137}}
 
La llegada al trono del nuevo rey Carlos III en 1759 supuso un duro golpe para el poder y la influencia de la Compañía, pues el nuevo monarca, a diferencia de sus dos antecesores, no era nada favorable a los jesuitas, influido por su madre la reina [[Isabel de Farnesio]], que «siempre les tuvo animadversión y rechazoprevención» derivado esto de alguna confrontación o abuso de algún jesuita, y por el ambiente anti-jesuíticoantijesuítico que predominaba en la corte de Nápoles de donde provenía. Así que Carlos III rompiendo la tradición de los Borbones nombró como confesor real al fraile descalzo [[Padre Eleta]].{{Sfn|Domínguez Ortiz|2005|pp=137-138}}
 
=== El «motín de Esquilache» de 1766 ===