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Olivares era un hombre avanzado para su tiempo y se dio cuenta de que España necesitaba una reforma que a su vez necesitaba de la paz. La destrucción de las Provincias Unidas se añadió a sus necesidades, ya que detrás de cualquier ataque a los Habsburgo había dinero neerlandés. Spínola y el ejército español se concentraron en los Países Bajos y la guerra pareció marchar a favor de España, retomándose [[Breda]]. En ultramar se combatió también a la flota neerlandesa, que amenazaba las posesiones españolas. Así, la presencia neerlandesa en [[Taiwán]] y su amenaza sobre las [[Filipinas]] llevó a la ocupación del norte de la isla, fundándose la ciudad de Santísima Trinidad (actual [[Keelung]]) en el año 1626 y Castillo (actual [[Tamsui]]) en 1629.
 
Así, el conde-duque de Olivares empezaría a desarrollar hábilmente un ''plan marítimo norteño'' que involucraba que el imperio español desarrollara una [[Guerra comercial]] contra los neerlandeses a través de aislarla de socios comerciales vitales (como el Sacro Imperio, [[Polonia-Lituania]]) y el desarrollo de una flota española en el [[Mar Báltico]] (con el apoyo de los Habsburgo de Austria y los [[Dinastía Vasa|Vasa]] Polaco-Suecos) para abrir un segundo frente de guerra que pudiera contrarrestar el bloqueo anglo-francés al [[Mar del Norte]] y desafiar el predominio de [[Dinamarca-Noruega]], [[Imperio sueco|Suecia]] y la [[Liga Hanseática]] en la región ([[:en:Dominium_maris_baltici|Dominium maris baltici]]), para que así favorezcan los intereses comerciales hispano-portugueses frente al neerlandés, mientras que restauraban el control católico frente al predominio protestante en la región.<ref name=":2" /> Incluso hubohubieron planes ambiciosos de desarrollar una compañía hanseatico-española y conquistar territorios suecos, daneses y alemanes (preferiblemente [[Stralsund]], [[Jutlandia]] y [[Götaland]]) para el [[Consejo de Flandes]]. <ref>{{Cita publicación|url=https://www.academia.edu/44899430/Olivares_los_Vasa_y_el_B%C3%A1ltico_Polonia_en_la_pol%C3%ADtica_intrenacional_de_Espa%C3%B1a_en_los_a%C3%B1os_1621_1632|título=Olivares, los Vasa y el Báltico. Polonia en la política intrenacional de España en los años 1621-1632|apellidos=Skowron|nombre=Ryszard|publicación=Wydawnictwo DiG, Varsovia 2008, ss. 321|fechaacceso=2024-06-30}}</ref>
 
Estos planes de Olivares, que eran la esencia de la intervención española en la Guerra de los 30 años, quedarían manifiestos en las ''Reuniones de Praga'' del 22 de enero 1628 entre [[Wallenstein]], [[Juan Andreas de Eggenberg]] y [[:it:Rambaldo_XIII_di_Collalto|Rombaldo Collalto]] con embajadores españoles ([[Francisco de Moncada]] en nombre de España, [[Octavio de Visconti-Sforza]] y [[Jacques Bruneau]] en nombre del Flandes español, y [[Firmin de Lodosa]] en nombre de la [[Armada de flandes|Armada de Flandes]]). En esta reunión se deliberaron las estrategias de acción conjunta de España y Austria en [[Europa Septentrional|Europa del Norte]], donde se llegó a suplicar por financiación española a las campañas militares del Sacro Imperio a cambio de que [[Felipe IV de España|Felipe IV]] recibiera Jutlandia conquistada a los daneses (pero a España le interesaban más las promesas de una intervención de los alemanes católicos en los Países Bajos o al menos Italia contra los franceses y neerlandeses), además que se obtuvo la promesa de Wallenstein de permitir que la armada española pueda operar desde los territorios ocupados por las tropas imperiales ([[Pomerania]], [[Mecklemburgo]], [[Holstein]], [[Schleswig]] y [[Jutlandia]]) una vez estuviera terminado su proyecto de una flota imperial romano-germanica en el Báltico, algo de gran valor simbólico dado que era una señala de apoyo a la promoción del comercio ibérica en una zona donde era insignificante. Nuevamente serían manifiestos en la ''Junta del Mar Báltico'' del 24 de marzo de 1628 ante indicaciones a [[Carlos de Bonniéres]], embajador de España en Polonia, para persuadirles de desarrollar una flota hispano-polaca (lo cual era atractivo para [[Segismundo III Vasa]], quien quería que su hijo [[Vladislao IV de Polonia|Vladislao IV]] liderada la flota, o al menos [[Felipe de mansfeld|Felipe de Mansfeld]] o algún almirante ajeno a Wallenstein), y otras para [[Gabriel de Roy]], embajador de España en Alemania, de persuadir a Wallenstein de invadir [[Frisia oriental]]. Todas estas grandes ambiciones de expandir la esfera de influencia española hasta el Norte de Europa sufrirían un golpe de realidad ante los primeros señales de la decadencia española con la quiebra de 1627, y también los desacuerdos de intereses entre Wallenstein (al que no se le tenía confianza ni por los Habsburgos españoles o austríacos por tener sus propias ambiciones señoriales), Austria (que quería financiamiento español antes que abrir nuevos frentes de guerra, debido a su propia crisis económica) y la Liga Católica (que daba prioridad a lograr la paz con los enemigos del emperador y retirarse de otros conflictos europeos, algo que chocaba con el deseo de España en continuar la guerra y obtener apoyo militar contra los neerlandeses).<ref name=":2" />