Diferencia entre revisiones de «Francisco de Goya»

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{{Artículo destacado}}
Francisco de Borja de su familia]]''.
{{Ficha de artista
|nombre = Francisco de Goya y Lucientes
|imagen = Vicente López Y Portaña 001.jpg
|tamañodelaimagen = 250px
|piedefoto = ''[[Retrato del pintor Francisco de Goya|Francisco de Goya]]'' (1826), por [[Vicente López Portaña|Vicente López]].
|nombredenacimiento = Francisco Goya Lucientes
|fechadenacimiento = [[30 de marzo]] de [[1746]]
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|lugardefallecimiento = [[Burdeos]] ([[Francia]])
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|movimiento = [[Barroco]], [[Rococó]], [[Neoclasicismo]] y [[Romanticismo]].
|obrasdestacadas = [[:Categoría:Obras de Francisco de Goya|Obras de Francisco de Goya]]</br><small>''[[Los fusilamientos del tres de mayo]]'',<br />''[[Saturno devorando a sus hijos]]'',<br />''[[Perro semihundido]]''.</small></center>
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{{Otros usos|Goya (desambiguación)|otros usos del término «Goya»}}
'''Francisco de Goya y Lucientes''' ([[Fuendetodos]], [[Provincia de Zaragoza|Zaragoza]], [[30 de marzo]] de [[1746]] – [[Burdeos]], [[Francia]], [[15 de abril]] de [[1828]]) fue un [[Pintura artística|pintor]] y [[grabado]]r [[España|español]]. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. En todas estas facetas desarrolló un estilo que inaugura el [[Romanticismo]]. El arte goyesco supone, asimismo, el comienzo de la [[Pintura contemporánea]], y se considera precursor de las vanguardias pictóricas del [[siglo XX]].
 
Tras un lento aprendizaje en su tierra natal, en el ámbito [[Estilística|estilístico]] del [[barroco]] tardío y las estampas devotas, viaja a [[Italia]] en [[1770]], donde traba contacto con el incipiente [[neoclasicismo]], que adopta cuando marcha a [[Madrid]] a mediados de esa década, junto con un pintoresquismo costumbrista [[rococó]] derivado de su nuevo trabajo como pintor de cartones para los tapices de la [[Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara|manufactura real de Santa Bárbara]]. El magisterio en esta actividad y en otras relacionadas con la pintura de corte lo imponía [[Mengs]], y el pintor español más reputado era [[Francisco Bayeu]], que fue cuñado de Goya.
 
Una grave enfermedad que le aqueja en [[1793]] le lleva a acercarse a una pintura más creativa y original, que expresa temáticas menos amables que los modelos que había pintado para la decoración de los palacios reales. Una serie de cuadritos en hojalata, a los que él mismo denomina de capricho e invención, inician la fase madura de la obra del artista y la transición hacia la estética romántica.
 
Además, su obra refleja el convulso periodo histórico en que vive, particularmente la [[Guerra de la Independencia Española|Guerra de la Independencia]], de la que la serie de estampas de ''[[Los desastres de la guerra]]'' es casi un reportaje moderno de las atrocidades cometidas y componen una visión exenta de heroísmo donde las víctimas son siempre los individuos de cualquier clase y condición.
 
Gran popularidad tiene su ''[[Maja desnuda]]'', en parte favorecida por la polémica generada en torno a la identidad de la bella retratada. De comienzos del siglo XIX datan también otros retratos que emprenden el camino hacia el nuevo arte burgués. Al final del conflicto hispano-francés pinta dos grandes cuadros a propósito de los sucesos del [[levantamiento del dos de mayo]] de 1808, que sientan un precedente tanto estético como temático para el [[Pintura de historia|cuadro de historia]], que no solo comenta sucesos próximos a la realidad que vive el artista, sino que alcanza un mensaje universal.
 
Pero su obra culminante es la serie de pinturas al óleo sobre el muro seco con que decoró su casa de campo (la Quinta del Sordo), las [[Pinturas Negras]]. En ellas Goya anticipa la pintura contemporánea y los variados movimientos de vanguardia que marcarían el siglo XX.
 
== Años de formación (1746–1774) ==
=== Nacimiento y juventud ===
[[Imagen:Triple generacion.jpg|thumb|220px|''[[Sagrada Familia con San Joaquín y Santa Ana ante el Eterno en gloria|La Triple generación]]'', 1760?-1769 ([[Jerez de la Frontera]], colección particular).]]
Francisco Goya Lucientes nació en 1746 en el seno de una familia de mediana posición social<ref>De su condición social dice [[Nigel Glendinning]] en ''Francisco de Goya'', Madrid, Cuadernos de Historia 16, 1993, pág. 21:{{Cita|Él podía moverse fácilmente entre las distintas clases sociales. La familia de su padre estaba a caballo entre pueblo y burguesía. Su abuelo paterno fue notario, con la categoría social que esto implicaba; sin embargo, su bisabuelo y su padre no tuvieron derecho al distintivo de ''don'': éste era dorador y maestro de obras aquél. Al seguir la carrera de pintor artista, Goya podía levantar sus miras. Además, por parte de su madre, los Lucientes tenían antecedentes hidalgos y pronto se casó él con Josefa Bayeu, hija y hermana de pintores y de orígenes infanzones.}}Al respecto de sus orígenes, véanse también [http://goya.unizar.es/InfoGoya/Vida/Familia.html «La familia de Goya: ascendientes y descendientes»], en [http://goya.unizar.es/InfoGoya/General/Indice.html ''Infogoya''], página de la Universidad de Zaragoza y la Institución «Fernando el Católico»-Consejo Superior de Investigaciones Científicas; e información sobre su árbol genealógico en la página web [http://www.personal.able.es/jlf-ftp/goya.htm «Genealogías de Uncastillo»].</ref> de [[Zaragoza]], que ese año se había trasladado al pueblecito de [[Fuendetodos]], situado a unos cuarenta kilómetros al sur de la capital, en tanto se rehabilitaba la casa donde vivían. Su padre era un artesano de cierto prestigio, maestro [[dorador]], cuyas relaciones laborales sin duda contribuyeron a la formación artística de Francisco. Al año siguiente volvieron a Zaragoza, si bien los Goya mantuvieron siempre el contacto con el pueblo natal del futuro pintor, como revela el que su hermano mayor, Tomás, que siguió el oficio del padre, instalara allí su taller en 1789.
 
Cuando Francisco tenía poco más de diez años, ya comenzados sus estudios primarios probablemente en los [[Escuelas Pías|Escolapios]] de Zaragoza, la familia atravesó dificultades económicas que pudieron obligar al jovencísimo Goya a ayudar con su trabajo a superar la crisis. Quizá este hecho explique que su ingreso en la Academia de Dibujo de Zaragoza, dirigida por [[José Luzán]], no se produjera hasta 1759, una edad (trece años) algo tardía para lo que era habitual. De su actividad durante el aprendizaje con Luzán, que se prolongaría hasta 1763, se sabe poco, y, en palabras de Bozal, «nada [de la pintura de Goya] se conserva de aquellos años».<ref>Bozal (2005), vol. 1, pág. 26.</ref> Sin embargo, se han atribuido a esta etapa algunos cuadros de tema religioso que acusan el estilo [[barroco]] tardío [[Nápoles|napolitano]] de su primer maestro, que se puede percibir en ''[[Sagrada Familia con San Joaquín y Santa Ana ante el Eterno en gloria]]'', datada, según José Manuel Arnaiz, entre 1760 y 1763.<ref>José Manuel Arnaiz, [http://www.almendron.com/arte/pintura/goya/obras_goya/goya_03.htm «La Triple Generación»], en ''Realidad e imagen, Goya 1746 - 1828. Catálogo de la exposición celebrada en el Museo de Zaragoza del 3 de octubre al 1 de diciembre de 1996'', Madrid, Electa, 1996. <<nowiki>http://www.almendron.com/arte/pintura/goya/obras_goya/goya_03.htm</nowiki>> [Consulta:29.10.2007] ISBN 978-84-8156-130-2.</ref>
 
Goya, en todo caso, es un pintor cuyo aprendizaje progresa lentamente, y su obra de madurez se revelará tarde. No es extraño que no obtuviera el primer premio en el concurso de pintura de tercera categoría convocado por la [[Real Academia de Bellas Artes de San Fernando]] en 1763, en el que el jurado no le otorgó ningún voto en competencia con [[Gregorio Ferro]].<ref>Bozal (2005), vol. 1, pág. 27.</ref> Tres años más tarde, esta vez en la convocatoria de primera clase, volvió a intentarlo a fin de obtener una beca de formación en Roma, de nuevo sin éxito.
 
Esta decepción pudo motivar su acercamiento al pintor [[Francisco Bayeu]] —con cuya familia tenían parentesco los Goya—, que había sido llamado a Madrid en 1763 por [[Anton Raphael Mengs|Mengs]] para colaborar en la decoración del [[Palacio Real de Madrid]]. En diciembre de 1764 un primo de Bayeu casó con una tía de Goya. Es muy probable que el pintor de Fuendetodos se trasladara a la capital de España por estas fechas en busca de protección y nuevo maestro, como indica el hecho de que Goya se presentara en Italia en 1770 como discípulo de Francisco Bayeu.
 
=== Viaje a Italia ===
Tras los dos intentos frustrados de obtener apoyo material para llevar a cabo el obligado viaje para estudiar a los maestros italianos ''in situ'', Goya, con sus propios recursos, parte hacia [[Roma]], [[Venecia]], [[Bolonia]] y otras ciudades italianas, donde consta su aprendizaje de la obra de [[Guido Reni]], [[Rubens]], [[El Veronés]] o [[Rafael Sanzio|Rafael]], entre otros grandes pintores.
 
[[Imagen:Anibal vencedor contempla Italia desde los Alpes.jpg|thumb|left|290px|''[[Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes|Aníbal vencedor]]'', 1770 ([[Cudillero]], [[Asturias]], Fundación Selgas-Fagalde).]]
 
Acerca de su recorrido y actividades durante este viaje de estudios existe un valioso documento, un álbum de apuntes denominado ''[[Cuaderno italiano]]'', que inaugura una serie de cuadernos de bocetos y anotaciones conservados en su mayor parte en el [[Museo del Prado]]. Estos álbumes se distinguen con una letra que va de la A a la H y que marca un orden cronológico. En ellos se encuentra el grueso de los dibujos de Goya, una expresión muy valiosa de su arte por la libertad y rapidez con que están ejecutados. En este terreno, sin embargo, es el ''Cuaderno italiano'' el más convencional, pues supone un cuaderno de trabajo, de ejercicios, más que un ''corpus'' de obra original.
 
En Parma concursa en una convocatoria pictórica, con tema obligado de género histórico, en la que, si bien no obtuvo el máximo galardón, sí una mención especial del jurado.<ref>Santiago Alcolea Blanch, [http://www.amatller.com/digipubl/GoyaAnibalAnamorfosis.pdf ''Aníbal, máscaras y anamorfosis en el ''Cuaderno italiano'' de Goya''] [en línea], Barcelona, Instituto Amatller de Arte Hispánico, 1998. <<nowiki>http://www.amatller.com/digipubl/GoyaAnibalAnamorfosis.pdf</nowiki>> [Consulta: 30.10.2007].</ref> Su ''[[Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes]]'' muestra cómo el aragonés se ha despojado de las convencionales composiciones de estampa devota aprendidas de José Luzán y del cromatismo tardobarroco (rojos, azules oscuros e intensos y glorias anaranjadas como representación de lo sobrenatural religioso) para adoptar una invención más arriesgada, inspirada en los modelos clasicistas, así como una paleta de tonos pasteles, rosados, suaves azules y grises perla.
 
Goya ha asumido con esta obra la estética [[Neoclásica]], recurriendo a la alegoría mitológica en figuras, como el minotauro que representa las fuentes del [[río Po]] o la Victoria laureada bajando del cielo en el carro de la Fortuna.
 
Ya en 1771, Goya vuelve a España, quizá urgido por la enfermedad de su padre o por haber recibido el encargo de la Junta de Fábrica del Pilar de realizar una pintura mural para la bóveda del coreto de la capilla de la Virgen.
 
=== Pintura mural y religiosa en Zaragoza ===
[[Imagen:Nacimiento de la Virgen (Cartuja Aula Dei).jpg|thumb|250px|Detalle del ''Nacimiento de la Virgen'', de la serie de [[pinturas de la Cartuja del Aula Dei]], 1774.]]
En estos años la actividad de Goya fue intensa. Decora con un gran fresco que terminó en 1772, ''[[La adoración del nombre de Dios]]'', la bóveda del [[coreto de la Basílica del Pilar|coreto]] de la [[Basílica del Pilar]], obra que satisfizo a la Junta de Fábrica del templo. Inmediatamente emprende la realización de las pinturas murales de la capilla del palacio de los condes de Sobradiel, conjunto de pintura religiosa que fue arrancado en 1915 y dispersado en piezas que se conservan en su mayor parte en el [[Museo de Zaragoza]]. Destaca el que fue el techo, ''El entierro de Cristo'', que se puede contemplar en el [[Museo Lázaro Galdiano|Museo de la Fundación Lázaro Galdiano]].
 
Pero el mayor empeño lo constituye el conjunto de [[pinturas de la Cartuja del Aula Dei|pinturas de la iglesia de la Cartuja del Aula Dei]] de Zaragoza, un monasterio situado a una decena de kilómetros a las afueras de la ciudad. Lo conforma un friso de grandes pinturas al óleo sobre muro que relata la vida de la Virgen desde sus antecedentes familiares (''San Joaquín y Santa Ana'') hasta la ''Presentación de Jesús en el templo''. El esfuerzo culminó en 1774 y es muestra de la capacidad de Goya para este tipo de pintura de carácter monumental, que fue resuelto con formas rotundas y pincelada enérgica.
 
Si los emolumentos del encargo del coreto del Pilar habían sido inferiores a los que cobraban sus colegas, solo dos años después el impuesto de industria por el que cotiza 400 reales de plata era mayor del que pagó su primer maestro, [[José Luzán]]. Goya era ya el pintor más valorado de los que trabajaban en [[Aragón]].
 
En cuanto a su vida personal, Goya se había casado con la hermana de Francisco Bayeu el 25 de julio de 1773 y tuvo el primer hijo el 29 de agosto de 1774. A finales de ese año, posiblemente gracias a la influencia de su cuñado, Goya es llamado por Mengs a la corte para trabajar como pintor de cartones para tapices. El 3 de enero de 1775 emprende el viaje a Madrid, donde comenzó una etapa que le llevaría a un trabajado ascenso social como pintor real, no exento, sin embargo, de puntuales decepciones.
 
== Goya en Madrid (1775–1792) ==
=== Cartones para tapices ===
[[Imagen:El cacharrero.jpg|thumb|200px|''[[El cacharrero]]'', 1779.]]
{{AP|Cartones para tapices}}
La confección de tapices para las dependencias de la realeza española había sido un empeño de los [[Borbones]] que se ajustaba al espíritu de la [[Ilustración]], pues se trataba de una empresa que fomentaba la industria de calidad. A partir del reinado de [[Carlos III de España|Carlos III]], las estampas se esforzarán por representar motivos españoles, en línea con el pintoresquismo vigente en los [[sainete]]s teatrales de [[Ramón de la Cruz]] o las populares estampas grabadas por [[Juan de la Cruz Cano y Olmedilla]], ''Colección de trajes de España tanto antiguos como modernos'' (1777-1788), que tuvieron una enorme repercusión.
 
Para llegar al tapiz había de elaborarse un modelo previo en cartón, que servía de base en el telar y que reproducía un lienzo de alguno de los pintores secundarios que elaboraban bocetos y luego cuadros para tal fin. Entre estos figuraban [[José Juan Camarón Meliá|José Camarón]], [[Antonio González Velázquez]], [[José del Castillo]] o [[Ramón Bayeu]]; todos ellos bajo la dirección de [[Francisco Bayeu]] y [[Mariano Salvador Maella]], y en última instancia, por [[Anton Raphael Mengs]]. Este fue además el rector del gusto [[neoclásico]] en España, aunque solo pudo ocuparse personalmente, en el periodo en que trabajó Goya, de la dirección de la [[Real Fábrica de Tapices]] entre 1775 y 1776, fecha en la que parte hacia Roma.
 
Goya comienza su labor, menor como pintor, pero importante para introducirse en los círculos aristocráticos, con la dificultad añadida de conjugar el [[Rococó]] de [[Giambattista Tiepolo|Tiépolo]] y el [[Neoclasicismo]] de Mengs para alcanzar el estilo apropiado para unos cuadros destinados a la decoración de las estancias reales, donde primaba el buen gusto y la observación de las costumbres españolas; todo ello, además, dotando a la escena de encanto no exento de variedad en la unidad. No es aún realismo pleno —si bien algunos de sus óleos para cartones denotan verismo, como ''[[La nevada]]'' (1786) o ''[[El albañil herido]]'' (1787)—, pero sí fue necesario alejarse tanto del barroco tardío de la pintura religiosa de provincias como del ilusionista Rococó, inadecuado para obtener una impresión de factura «del natural» (como pedía siempre el pintoresquismo). También era necesario distanciarse de la excesiva rigidez academicista del Neoclasicismo, que no favorecía la narración y la vivacidad en la anécdota requerida en estas imágenes de costumbres, protagonizadas por tipos populares o aristócratas disfrazados de majos y majas, como se puede apreciar en ''[[La gallina ciega (Goya)|La gallina ciega]]'' (1789). Lo pintoresco necesita que el espectador sienta que el ambiente, los tipos, los paisajes y escenas son contemporáneos, cotidianos, como los que puede contemplar él mismo; pero a la vez, la vista debe ser entretenida y despertar la curiosidad, pues de lo contrario carecería de interés. Por otro lado, el realismo capta el motivo individualizándolo; los personajes de la pintura de costumbres son, en cambio, tipos representativos de un colectivo.
 
La actividad de Goya para la Real Fábrica de Tapices se prolongó durante doce años, de 1775 a 1780 en un primer quinquenio de trabajo y de 1786 hasta 1792 (otros siete años), año en que una grave enfermedad, que le provocó su sordera, lo alejó definitivamente de esta labor. En total realizó cuatro series de cartones distribuidos del siguiente modo:
 
[[Imagen:Perros en trailla.jpg|thumb|220px|''[[Perros en traílla]]'', 1775.]]
 
==== Primera serie ====
Realizada en 1775, consta de nueve cuadros de tema cinegético realizados para la decoración del comedor de los [[Príncipe de Asturias|Príncipes de Asturias]] —los futuros [[Carlos IV de España|Carlos IV]] y [[María Luisa de Parma]]— en [[El Escorial]]. A la serie pertenecen ''[[La caza de la codorniz]]'', aún muy influido por las maneras de los hermanos Bayeu, ''[[Perros en traílla]]'' o ''[[Caza con mochuelo y red]]''.
 
==== Segunda serie ====
Se pueden distinguir dos grupos de encargos cuyo tema es la representación de diversiones populares, generalmente de ocio campestre, como correspondía a la ubicación del Palacio. Es por ello por lo que se insiste en localizar las escenas en la ribera del Manzanares. Los ejecutados entre 1776 y 1778, destinados al comedor de los Príncipes en el [[Palacio de El Pardo]], y los realizados en 1778 y 1780 para el dormitorio de dicho palacio.
 
[[Imagen:El Quitasol.jpg|220px|thumb|left|''[[El quitasol]]'', 1777.]]
 
El primer grupo comienza con ''[[La merienda a orillas del Manzanares]]'' entregado en octubre de 1776 e inspirado en el [[sainete]] homónimo de [[Ramón de la Cruz]]. Le siguen ''[[Paseo por Andalucía]]'' (también conocido como ''La maja y los embozados''), ''[[Baile a orillas del Manzanares]]'' y, quizá su obra más lograda de esta serie, ''[[El quitasol]]'', un cuadro que logra un magnífico equilibrio entre la composición de raigambre neoclásica en pirámide y los efectos cromáticos propios de la pintura galante.
 
A la antecámara y el dormitorio principesco pertenecen ''[[La novillada]]'', donde gran parte de la critica ha querido ver un autorretrato de Goya en el joven torero que mira al espectador, ''[[La feria de Madrid]]'' (ilustración de un pasaje de ''El rastro por la mañana'', otro sainete de Ramón de la Cruz), ''[[Juego de pelota a pala]]'' y ''[[El cacharrero]]'', donde muestra su dominio del lenguaje del cartón para tapiz: composición variada pero no inconexa, varias líneas de fuerza y distintos centros de interés, reunión de personajes de distintos estratos sociales, calidades táctiles en el bodegón de loza valenciana del primer término, dinamismo de la carroza, difuminado del retrato de la dama del interior del carruaje, y, en fin, una plena explotación de todos los recursos que este género de pinturas podía ofrecer.
 
==== Tercera serie ====
[[Imagen:Francisco de Goya y Lucientes 021.jpg|thumb|330px|''[[La pradera de San Isidro]]'', 1788.]]
 
Tras un periodo (1780-1786) en el que Goya emprendió otros trabajos, cuales fueron su dedicación a ejercer de retratista de moda de la clase pudiente madrileña y la recepción del encargo de pintar un cuadro para [[Iglesia de San Francisco el Grande (Madrid)|San Francisco el Grande]] de Madrid y una de las cúpulas de [[Basílica de El Pilar|El Pilar]], retoma su trabajo como oficial de la fábrica de tapices en 1786 con una serie dedicada a la ornamentación del comedor del [[Palacio de El Pardo]].
 
El programa decorativo comienza con un grupo de cuatro cuadros alegóricos a las estaciones del año (entre los que descuella ''[[La nevada]]'' o ''El invierno'', con su paisaje de tonos grisáceos y el verismo y dinamismo de la escena), para continuar con otras escenas de alcance social, como ''[[Los pobres en la fuente]]'' o ''[[El albañil herido]]''.
 
Además de los trabajos dedicados al ornato del comedor de los príncipes se documentan algunos bocetos realizados como preparación a las telas que iban a decorar el dormitorio de las infantas en el mismo palacio. Entre ellos encontramos una obra maestra, ''[[La pradera de San Isidro]]'' que, como es habitual en Goya, es más audaz en los bocetos y más «moderno» (por su uso de una pincelada enérgica, rápida y suelta) que en los lienzos ya rematados. Debido a la inesperada muerte del rey Carlos III en 1788, este proyecto quedó interrumpido, si bien otro de los bocetos dio lugar a uno de sus más conocidos cartones: ''[[La gallina ciega (Goya)|La gallina ciega]]''.
 
==== Cuarta serie ====
Con destino al despacho del recién proclamado rey Carlos IV en El Escorial emprende la ejecución de otra serie de cartones entre 1788 y 1792 cuyos temas adquieren matices satíricos, aunque siguen dando cuenta de aspectos alegres de la sociedad española de su tiempo. Así aparecen de nuevo juegos al aire libre protagonizados por jóvenes, como en ''[[Los zancos]]'', muchachos (''[[Las gigantillas]]'') o las mujeres que en ''[[El pelele]]'' parecen regocijarse en el desquite de la dominante posición social del hombre, manteando a un muñeco grotesco.
 
Comienzan con esta serie a aparecer los comentarios críticos hacia la sociedad de su tiempo que se desarrollarán más adelante, especialmente en su obra gráfica, cuyo ejemplo más temprano es la serie de ''[[Los caprichos]]''. Aparecen ya en estos cartones rostros que anuncian las caricaturas de su obra posterior, como puede apreciarse en la cara de facciones simiescas del novio de ''[[La boda]]'' (1792).
 
=== Retratista y académico ===
[[Imagen:Cristo en la cruz (Goya).jpg|thumb|200px|''[[Cristo crucificado (Goya)|Cristo crucificado]]'', 1780.]]
Desde su llegada a Madrid para trabajar en la corte, Goya tiene acceso a las colecciones de pintura de los reyes, y el arte del aragonés tendrá en la segunda mitad de la década de 1770 un referente en [[Velázquez]]. La pintura del maestro había sido elogiada en 1780 en un discurso pronunciado por [[Gaspar Melchor de Jovellanos|Jovellanos]] en la [[Real Academia de Bellas Artes de San Fernando]] en el que alababa el naturalismo del maestro sevillano frente a la excesiva idealización de los defensores neoclásicos de una pretendida Belleza Ideal.
 
En la pintura del gran maestro sevillano, Jovellanos apreciaba valores originales de invención, técnica pictórica (manchas de pintura formando brillos que el ilustrado gijonés denominó «efectos mágicos») y defensa de la tradición propia que, según el asturiano, no desmerecía de la francesa, flamenca o italiana, dominante en la pintura dieciochesca en la Península. Goya pudo hacerse eco de esta corriente de pensamiento y en 1778 publica una serie de grabados al [[aguafuerte]] que reproduce cuadros de Velázquez. La colección fue muy bien recibida, pues la sociedad española demandaba reproducciones de las poco accesibles pinturas de los sitios reales. Las estampas fueron elogiadas por [[Antonio Ponz]] en el tomo octavo de su ''[[Viaje de España]]'', publicado ese mismo año.
 
También en sus cuadros Goya aplica los ingeniosos toques de luz velazqueños, la perspectiva aérea y un dibujo naturalista, visibles en el [[Retrato pictórico|retrato]] de ''[[Carlos III cazador]]'' (hacia 1788), cuyo rostro arrugado recuerda el de los hombres maduros del primer Velázquez.
 
Goya se granjea en estos años la admiración de sus superiores, en especial la de Mengs «a quien tenía asombrado la facilidad con que hacía [los cartones]».<ref>Glendinning (1993), pág. 33.</ref> Su ascenso social y profesional es notable y así, en 1780, es nombrado por fin académico de mérito de la Academia de San Fernando. Con motivo de este acontecimiento pinta un ''[[Cristo crucificado (Goya)|Cristo crucificado]]'' de factura ecléctica donde muestra su dominio de la anatomía, la luz dramática y los medios tonos, en un homenaje que recuerda tanto al ''[[Cristo crucificado (Mengs)|Cristo]]'' de Mengs, como al [[Cristo crucificado (Velázquez)|de Velázquez]].
 
[[Imagen:La familia del infante don Luis.jpg|thumb|280px|left|''[[La familia del infante don Luis de Borbón]]'', 1784 (Fundación Magnani Rocca, [[Corte di Mamiano]], [[Italia]]).]]
 
A lo largo de toda la década de 1780 entra en contacto con la alta sociedad madrileña, que solicita ser inmortalizada por sus pinceles, convirtiéndose en su retratista de moda. Fue decisiva para la introducción de Goya en la elite de la cultura española su amistad con [[Gaspar Melchor de Jovellanos]] y [[Juan Agustín Ceán Bermúdez]], historiador del arte. Gracias a ello recibe numerosos encargos, como los del recién creado (en 1782) [[Banco de San Carlos]] y del [[Colegio de Calatrava]] de Salamanca. De suma importancia fue también su relación con la pequeña corte que el infante don [[Luis Antonio de Borbón y Farnesio|Luis de Borbón]] se había creado en [[Arenas de San Pedro]] ([[Provincia de Ávila|Ávila]]), junto al músico [[Luigi Boccherini]] y otras figuras de la cultura española. Don Luis había renunciado a todos sus derechos sucesorios al casar con una dama aragonesa, [[María Teresa Vallabriga]], cuyo secretario y gentilhombre de cámara tenía lazos familiares con la familia [[Bayeu]]. De su conocimiento dan cuenta varios retratos de la Infanta María Teresa (uno de ellos ecuestre) y, sobre todo, ''[[La familia del infante don Luis]]'' (1784), uno de los cuadros más complejos y logrados de esta época.
 
[[Imagen:Los duques de Osuna y sus hijos.jpg|thumb|230px|''[[Los duques de Osuna y sus hijos]]'', 1788 (Museo del Prado).]]
 
Por otro lado, el ascenso del [[Conde de Floridablanca|José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca]] a la cúspide de la gobernación de España y la buena opinión que tenía de la pintura de su compatriota, le proporcionó algunos de sus más importantes encargos: dos retratos del Primer Ministro, entre los que destaca el de 1783, ''[[El Conde de Floridablanca y Goya]]'', que refleja el acto ''in fieri'' del propio Goya autorretratado como pintor que muestra el cuadro que está pintando al ministro, jugando con la idea de la ''[[mise en abyme]]''.
 
Sin embargo, quizá el más decidido apoyo de Goya fue el de los Duques de Osuna (familia a la que retrató en el afamado ''[[Los duques de Osuna y sus hijos]]''), en especial el de [[María Josefa Pimentel, duquesa de Osuna|la duquesa María Josefa Pimentel]], una mujer culta y activa en los círculos ilustrados madrileños. Por esta época estaban decorando su quinta de [[Parque de El Capricho|El Capricho]] y para tal fin solicitaron a Goya una serie de cuadros de costumbres con características parecidas a las de los modelos para tapices de los Sitios Reales, que fueron entregados en 1787. Las diferencias con los cartones para la Real Fábrica son notables. La proporción de las figuras es más reducida, con lo que se destaca el carácter teatral y rococó del paisaje. La naturaleza adopta un carácter sublime («Lo Sublime» del paisaje era una categoría definida por entonces en las preceptivas estéticas). Y sobre todo se aprecia la introducción de escenas de violencia o desgracia, como sucede en ''[[La caída (Goya)|La caída]]'', donde una mujer acaba de desplomarse desde un árbol sin que sepamos de la gravedad de las heridas sufridas, o en el ''[[Asalto de la diligencia]]'', donde vemos a la izquierda un personaje que acaba de recibir un disparo a bocajarro mientras los ocupantes de un carruaje son desvalijados por una partida de bandoleros. En otro de estos cuadros, ''[[La conducción de una piedra]]'', de nuevo destaca lo innovador del tema, el trabajo físico de los obreros de las capas humildes de la sociedad. Esta preocupación incipiente por la clase obrera habla no solo de la influencia de las preocupaciones del [[Prerromanticismo]], sino también del grado de asimilación que Goya había hecho del ideario de los ilustrados que frecuentó.
 
De este modo Goya va ganando prestigio, y los ascensos se suceden. En 1785 es nombrado Teniente Director de Pintura de la Academia de San Fernando (semejante al puesto de subdirector), y en 1789, a sus cuarenta y tres años y tras la subida al trono del nuevo rey Carlos IV y hacer su retrato, Pintor de Cámara del Rey, lo que le capacitaba para ejecutar los retratos oficiales de la familia real a la par que obtenía unas rentas que le permitían darse el lujo de comprarse coche y sus tan deseados «campicos», como reiteradamente le escribía a [[Martín Zapater]], su amigo de siempre.
 
=== Pintura religiosa ===
[[Imagen:San Bernardino de Siena (Goya).jpg|thumb|230px|''[[San Bernardino de Siena predicando ante Alfonso V de Aragón]]'', 1783. Forma parte de la decoración de [[Iglesia de San Francisco el Grande (Madrid)|San Francisco el Grande]] de Madrid. Se considera que Goya se autorretrató en el joven de la derecha.]]
 
Desde comienzos de 1778 Goya espera recibir la confirmación de un importante encargo, la decoración pictórica de una cúpula de la [[Basílica de Nuestra Señora del Pilar]],<ref>Francisco de Goya, ''Cartas a Martín Zapater'', ed. lit. Mercedes Águeda y Xavier de Salas, Tres Cantos, Istmo, 2003, pág. 60 y n. 8, pág. 62.</ref> que la Junta de Fábrica de dicho templo quiso encomendar a Francisco Bayeu, quien a su vez propuso a Goya y a su hermano [[Ramón Bayeu|Ramón]] para su realización. En la decoración de la cúpula ''[[Regina Martirum]]'' y sus [[pechina]]s depositaba el artista grandes esperanzas, pues su trabajo como pintor de cartones no podía colmar la ambición a que aspiraba como gran pintor.
 
En 1780, año en el que es nombrado académico, emprende viaje a Zaragoza para realizar el fresco bajo la dirección de su cuñado, Francisco Bayeu. Sin embargo, al cabo de un año, el resultado no satisfizo a la Junta del Pilar y se propuso a Bayeu corregir los frescos antes de dar su aprobación para continuar con las pechinas. Goya no aceptó las críticas y se opuso a que se interviniera en su recién terminada obra. Finalmente a mediados de 1781 el aragonés, muy dolido —en una carta dirigida a Martín Zapater expresa que «en acordarme de Zaragoza y pintura me quemo bibo...»—,<ref>Goya, ''Cartas a Martín Zapater'', ed. cit. pág. 94.</ref> volvió a la corte. El resquemor duró hasta que en 1789 conoció la intercesión de Bayeu en su nombramiento como [[Pintor de Cámara del Rey]]. A fines de ese año, por otra parte, muere su padre.
 
Poco después Goya, junto con los mejores pintores del momento, fue requerido para pintar uno de los cuadros que iban a decorar la [[Iglesia de San Francisco el Grande (Madrid)|iglesia de San Francisco el Grande]] de Madrid, en lo que se convierte para él en una oportunidad de establecer una competencia con los mejores artífices contemporáneos. Tras los roces habidos con el mayor de los Bayeu, Goya prestará un detallado seguimiento a este trabajo en el epistolario dirigido a Martín Zapater e intentará mostrarle cómo su obra vale más que la del respetadísimo Francisco Bayeu, a quien se encargó la pintura del altar mayor. Todo ello se refleja en la carta fechada en Madrid a 11 de enero de 1783, en la que cuenta cómo tiene noticia de que Carlos IV, entonces aún Príncipe de Asturias, ha denostado el lienzo de su cuñado en estos términos:{{Cita|Lo que sucedió a Bayeu fue lo siguiente: Abiendo presentado su cuadro en palacio y aber dicho el Rey [Carlos III] bueno, bueno, bueno como acostumbra; despues lo bio el Príncipe [el futuro Carlos IV] y Ynfantes lo que digeron, nada ay a fabor de dicho Bayeu, sino en contra pues es publico que a estos Señores nada a gustado. Llegó a Palacio Don Juan de Villanueba, su Arquitecto y le preguntó el Principe, que te parece de ese cuadro, respondio: Señor, bien. Eres un bestia le dijo el principe que no tiene ese cuadro claro obscuro ni efecto ninguno y muy menudo, sin ningun merito. Dile a Bayeu que es un bestia.<br /><br />Eso me lo han contado 6 o 7 profesores y dos amigos de Villanueba que el se los a contado, aunque el echo fue delante de algunos señores que no se ha podido ocultar.|''Apud'' Bozal (2005), vol. 1, págs. 89-90. ''Cfr.'' tb. Goya, ''Cartas a Martín Zapater'', ed. cit. pág. 134.}}La obra aludida es ''[[San Bernardino de Siena predicando ante Alfonso V de Aragón]]'', terminada en 1783 al tiempo que trabajaba en el retrato de la familia del infante don Luis, y el mismo año de ''El conde de Floridablanca y Goya'', obras que suponen tres hitos que le sitúan en la cima de la pintura del momento. Ya no es solo un pintor de cartones sino que domina todos los géneros pictóricos: el religioso, con el ''Cristo crucificado'' y el ''San Bernardino predicando'' y el cortesano, gracias los retratos de la aristocracia madrileña y de la familia real.
 
Hasta 1787 no vuelve a abordar la pintura de religión, y lo hace con tres lienzos que el rey Carlos III le encarga para el [[Monasterio de santa Ana de Valladolid]]: ''[[La muerte de san José (Goya)|La muerte de san José]]'' o ''El tránsito de san José'', ''[[Santa Ludgarda (Goya)|Santa Ludgarda]]'' y ''[[San Bernardo socorriendo a un pobre]]'' o ''Los santos Bernardo y Roberto''. En ellos la rotundidad de los volúmenes y la calidad de los pliegues de los hábitos blancos rinden un homenaje de sobria austeridad a la pintura de [[Francisco de Zurbarán|Zurbarán]].
 
Por encargo de los duques de Osuna, sus grandes protectores y mecenas en esta década junto con el infante don [[Luis Antonio de Borbón y Farnesio|Luis de Borbón]], pinta al año siguiente para su capilla de la [[Catedral de Santa María de Valencia|Catedral de Valencia]], donde aún se pueden contemplar, ''[[San Francisco de Borja y el moribundo impenitente]]'' y la ''[[Despedida de san Francisco de Borja de su familia]]''.
 
== La década de los noventa (1793–1799) ==