Diferencia entre revisiones de «Revolución de Mayo»

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En [[Europa]] se desarrollaban las [[Guerras Napoleónicas]], entre cuyos principales contendientes se encontraban el [[Primer Imperio Francés|Imperio Napoleónico]] contra el [[Reino Unido]] y el [[Reino de España]]. Las fuerzas francesas tuvieron una gran ventaja inicial, y mediante las [[abdicaciones de Bayona]] se forzó la renuncia de [[Carlos IV de España|Carlos IV]] y su hijo [[Fernando VII]], los cuales fueron reemplazados por [[José Bonaparte]], hermano de [[Napoleón Bonaparte|Napoleón]]. La monarquía española intentó resistir formando la [[Junta de Sevilla]] y, tras la derrota de ésta, el Consejo de Regencia de España e Indias.
 
=== Causas internas ===
=== Causas internas ===[[Archivo:Rio de la Plata 1806.gif|thumb|right|200px|Sitios en donde se desarrollaron las [[Invasiones Inglesas]]]]Durante la época del virreinato el [[comercio exterior]] estaba [[monopolio|monopolizado]] por España, y legalmente no se permitía el comercio con otras potencias. Esta situación era altamente desventajosa para [[Buenos Aires]], ya que España minimizaba el envío de barcos rumbo a dicha ciudad. Esta decisión de la metrópoli se debía a que la [[piratería]] obligaba a enviar a los barcos de comercio con una fuerte escolta militar, y ya que Buenos Aires no contaba con recursos de [[oro]] ni de [[plata]] ni disponía de poblaciones indígenas establecidas de las cuales obtener recursos o someter al sistema de [[encomienda]], enviar los convoyes de barcos a la ciudad era mucho menos rentable que si eran enviados a México o Lima. Dado que los productos que llegaban de la [[metrópoli]] eran escasos y caros, e insuficientes para mantener a la población, tuvo lugar un gran desarrollo del [[contrabando]], que por dicha situación solía ser respetado por la mayoría de los gobernantes locales. El comercio ilícito alcanzaba montos similares al del comercio autorizado con España.<ref>{{cita libro| apellidos = Abad de Santillán| nombre = Diego|enlaceautor= Diego Abad de Santillán| título = [[Historia Argentina (enciclopedia)|Historia Argentina]]| año = 1965| editorial = Buenos Aires: TEA (Tipográfica Editora Argentina)| id = |páginas= 391|capítulo= La Revolución de Mayo: Factores convergentes y determinantes}}</ref> En este contexto se formaron dos grupos de poder diferenciados en la oligarquía porteña: los [[Ganadería|ganaderos]], que reclamaban el [[libre comercio]] para exportar su producción en mejores condiciones (principalmente el [[cuero]], la [[carne]] no era aún un producto exportable internacionalmente ya que aún no existían técnicas de [[Congelación (alimentos)|congelación]] que pudieran conservarla por períodos extensos), y los comerciantes contrabandistas, que rechazaban el libre comercio ya que si los productos entrasen legalmente disminuirían sus ganancias. En la organización política, especialmente desde la fundación del [[Virreinato del Río de la Plata]], el ejercicio de las instituciones residentes recaía en funcionarios designados por la [[Monarquía Española|corona]], casi exclusivamente [[España|españoles]] provenientes de [[Europa]], sin vinculación con los problemas e intereses [[América|americanos]]. Legalmente no había diferenciación en [[Clase social|clases sociales]] entre españoles peninsulares y del virreinato, pero en la práctica los cargos más importantes recaían en los primeros. La burguesía [[criollo|criolla]], fortalecida por la revitalización del comercio e influida por las nuevas ideas, esperaba la oportunidad para acceder a la conducción política.La rivalidad entre los habitantes nacidos en la colonia o en la España europea dio lugar a una rivalidad entre los partidarios de la autonomía y los partidarios de conservar la situación establecida. Los partidarios de la autonomía se llamaban a sí mismos patriotas, americanos, sudamericanos o [[criollo]]s, mientras que los partidarios de la realeza española se llamaban a sí mismos [[realistas]]. Los patriotas eran señalados despectivamente por los realistas como insurgentes, facciosos, rebeldes, sediciosos, revolucionarios, descreídos, herejes o libertinos; mientras que los realistas eran a su vez tratados en forma despectiva como sarracenos, godos, gallegos, chapetones, matuchos o maturrangos por los patriotas. [[Archivo:Carlota Joaquina.jpg|thumb|left|La coronación de [[Carlota Joaquina de Borbón]] fue una alternativa a la revolución que fue brevemente considerada.]]Buenos Aires logró un gran prestigio ante las demás ciudades del Virreinato luego de expulsar a las tropas inglesas en dos oportunidades durante las [[Invasiones Inglesas]]. Este prestigio fue utilizado como argumento por [[Juan José Paso]] para justificar en el cabildo abierto el que Buenos Aires tomara la iniciativa de reemplazar al virrey sin consultar previamente a las otras ciudades. La victoria contra las tropas inglesas alentó los ánimos independentistas ya que el virreinato había logrado defenderse solo de un ataque externo, sin ayuda de España. Durante dicho conflicto se constituyeron milicias criollas que luego tendrían un importante peso político, la principal de ellas era el [[Regimiento de Patricios]] liderado por [[Cornelio Saavedra]]. Una variante que se consideró antes de la revolución fue apoyar la intención de la infanta [[Carlota Joaquina de Borbón]], hermana de [[Fernando VII]], de ponerse al frente de todas las colonias españolas como [[Regencia (política)|regente]]. Estaba capacitada para hacerlo por la derogación de la [[Ley Sálica]] en [[1789]], y su intención era prevenir un posible avance francés sobre las mismas. El intento no era apoyado por los españoles peninsulares, pero sí por algunos núcleos revolucionarios que veían en ello la posibilidad de independizarse en los hechos de España. Entre ellos se encontraban [[Juan José Castelli|Castelli]], [[Antonio Luis Beruti|Beruti]], [[Hipólito Vieytes|Vieytes]] y [[Manuel Belgrano|Belgrano]]; otros revolucionarios como [[Mariano Moreno]] o [[Juan José Paso]] estaban en desacuerdo. Sin embargo, la propia infanta renegó de tales apoyos, y denunció al virrey las motivaciones revolucionarias contenidas en las cartas de apoyo que le enviaron. Sin ningún otro respaldo importante, las pretensiones de Carlota fueron olvidadas. Incluso después de la revolución algunos mantuvieron la idea de su coronación como estrategia dilatoria, pero la infanta estaba completamente en contra de los sucesos ocurridos. En una carta enviada a [[José Manuel de Goyeneche|Juan Manuel Goyeneche]] dijo:{{Cita|En estas circunstancias creo de mi deber rogarte y encargarte que emplees todos tus esfuerzos en llegar cuanto antes a Buenos Aires; y acabes de una vez con aquellos pérfidos revolucionarios, con las mismas ejecuciones que practicaste en la ciudad de La Paz.<ref>{{cita libro| apellidos = Abad de Santillán| nombre = Diego|enlaceautor= Diego Abad de Santillán| título = [[Historia Argentina (enciclopedia)|Historia Argentina]]| año = 1965| editorial = Buenos Aires: TEA (Tipográfica Editora Argentina)| id = |páginas= 395, 396|capítulo= La Revolución de Mayo: Factores convergentes y determinantes}}</ref>}}
[[Archivo:Rio de la Plata 1806.gif|thumb|right|200px|Sitios en donde se desarrollaron las [[Invasiones Inglesas]]]]
Durante la época del virreinato el [[comercio exterior]] estaba [[monopolio|monopolizado]] por España, y legalmente no se permitía el comercio con otras potencias. Esta situación era altamente desventajosa para [[Buenos Aires]], ya que España minimizaba el envío de barcos rumbo a dicha ciudad. Esta decisión de la metrópoli se debía a que la [[piratería]] obligaba a enviar a los barcos de comercio con una fuerte escolta militar, y ya que Buenos Aires no contaba con recursos de [[oro]] ni de [[plata]] ni disponía de poblaciones indígenas establecidas de las cuales obtener recursos o someter al sistema de [[encomienda]], enviar los convoyes de barcos a la ciudad era mucho menos rentable que si eran enviados a México o Lima. Dado que los productos que llegaban de la [[metrópoli]] eran escasos y caros, e insuficientes para mantener a la población, tuvo lugar un gran desarrollo del [[contrabando]], que por dicha situación solía ser respetado por la mayoría de los gobernantes locales. El comercio ilícito alcanzaba montos similares al del comercio autorizado con España.<ref>{{cita libro
| apellidos = Abad de Santillán
| nombre = Diego
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| título = [[Historia Argentina (enciclopedia)|Historia Argentina]]
| año = 1965
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|capítulo= La Revolución de Mayo: Factores convergentes y determinantes
}}</ref> En este contexto se formaron dos grupos de poder diferenciados en la oligarquía porteña: los [[Ganadería|ganaderos]], que reclamaban el [[libre comercio]] para exportar su producción en mejores condiciones (principalmente el [[cuero]], la [[carne]] no era aún un producto exportable internacionalmente ya que aún no existían técnicas de [[Congelación (alimentos)|congelación]] que pudieran conservarla por períodos extensos), y los comerciantes contrabandistas, que rechazaban el libre comercio ya que si los productos entrasen legalmente disminuirían sus ganancias.
 
En la organización política, especialmente desde la fundación del [[Virreinato del Río de la Plata]], el ejercicio de las instituciones residentes recaía en funcionarios designados por la [[Monarquía Española|corona]], casi exclusivamente [[España|españoles]] provenientes de [[Europa]], sin vinculación con los problemas e intereses [[América|americanos]]. Legalmente no había diferenciación en [[Clase social|clases sociales]] entre españoles peninsulares y del virreinato, pero en la práctica los cargos más importantes recaían en los primeros. La burguesía [[criollo|criolla]], fortalecida por la revitalización del comercio e influida por las nuevas ideas, esperaba la oportunidad para acceder a la conducción política.
 
La rivalidad entre los habitantes nacidos en la colonia o en la España europea dio lugar a una rivalidad entre los partidarios de la autonomía y los partidarios de conservar la situación establecida. Los partidarios de la autonomía se llamaban a sí mismos patriotas, americanos, sudamericanos o [[criollo]]s, mientras que los partidarios de la realeza española se llamaban a sí mismos [[realistas]]. Los patriotas eran señalados despectivamente por los realistas como insurgentes, facciosos, rebeldes, sediciosos, revolucionarios, descreídos, herejes o libertinos; mientras que los realistas eran a su vez tratados en forma despectiva como sarracenos, godos, gallegos, chapetones, matuchos o maturrangos por los patriotas.
 
[[Archivo:Carlota Joaquina.jpg|thumb|left|La coronación de [[Carlota Joaquina de Borbón]] fue una alternativa a la revolución que fue brevemente considerada.]]
Buenos Aires logró un gran prestigio ante las demás ciudades del Virreinato luego de expulsar a las tropas inglesas en dos oportunidades durante las [[Invasiones Inglesas]]. Este prestigio fue utilizado como argumento por [[Juan José Paso]] para justificar en el cabildo abierto el que Buenos Aires tomara la iniciativa de reemplazar al virrey sin consultar previamente a las otras ciudades. La victoria contra las tropas inglesas alentó los ánimos independentistas ya que el virreinato había logrado defenderse solo de un ataque externo, sin ayuda de España. Durante dicho conflicto se constituyeron milicias criollas que luego tendrían un importante peso político, la principal de ellas era el [[Regimiento de Patricios]] liderado por [[Cornelio Saavedra]].
 
Una variante que se consideró antes de la revolución fue apoyar la intención de la infanta [[Carlota Joaquina de Borbón]], hermana de [[Fernando VII]], de ponerse al frente de todas las colonias españolas como [[Regencia (política)|regente]]. Estaba capacitada para hacerlo por la derogación de la [[Ley Sálica]] en [[1789]], y su intención era prevenir un posible avance francés sobre las mismas. El intento no era apoyado por los españoles peninsulares, pero sí por algunos núcleos revolucionarios que veían en ello la posibilidad de independizarse en los hechos de España. Entre ellos se encontraban [[Juan José Castelli|Castelli]], [[Antonio Luis Beruti|Beruti]], [[Hipólito Vieytes|Vieytes]] y [[Manuel Belgrano|Belgrano]]; otros revolucionarios como [[Mariano Moreno]] o [[Juan José Paso]] estaban en desacuerdo. Sin embargo, la propia infanta renegó de tales apoyos, y denunció al virrey las motivaciones revolucionarias contenidas en las cartas de apoyo que le enviaron. Sin ningún otro respaldo importante, las pretensiones de Carlota fueron olvidadas. Incluso después de la revolución algunos mantuvieron la idea de su coronación como estrategia dilatoria, pero la infanta estaba completamente en contra de los sucesos ocurridos. En una carta enviada a [[José Manuel de Goyeneche|Juan Manuel Goyeneche]] dijo:
 
{{Cita|En estas circunstancias creo de mi deber rogarte y encargarte que emplees todos tus esfuerzos en llegar cuanto antes a Buenos Aires; y acabes de una vez con aquellos pérfidos revolucionarios, con las mismas ejecuciones que practicaste en la ciudad de La Paz.<ref>{{cita libro
| apellidos = Abad de Santillán
| nombre = Diego
|enlaceautor= Diego Abad de Santillán
| título = [[Historia Argentina (enciclopedia)|Historia Argentina]]
| año = 1965
| editorial = Buenos Aires: TEA (Tipográfica Editora Argentina)
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|páginas= 395, 396
|capítulo= La Revolución de Mayo: Factores convergentes y determinantes
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== Antecedentes a la revolución ==