Diferencia entre revisiones de «Rodrigo Díaz de Vivar»

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En [[1058]], siendo muy joven, entró en el servicio de la corte del rey [[Fernando I de León y Castilla|Fernando I]], como doncel o paje del príncipe [[Sancho II de Castilla|Sancho]], formando parte de su séquito. Este temprano ingreso en la [[cancillería real]] de Fernando I de León y Castilla es otro indicio que lleva a pensar que no era el muchacho Rodrigo Díaz un humilde infanzón, aunque su estatus en la alta nobleza lo debió tener «en calidad de recién llegado», y no como perteneciente a una raigambre de larga prosapia. En definitiva, el mito del infanzón humilde del Cid parece más bien un intento de acomodar el carácter del personaje legendario del ''Cantar de mio Cid'' al Rodrigo Díaz histórico para aumentar la heroicidad del protagonista, caracterizado como un castellano viejo pero de condición baja, y por tanto, en la necesidad original de Menéndez Pidal de no vincular en modo alguno a Rodrigo Díaz con una familia de alto linaje, como lo podía ser la figura mitificada de Laín Calvo.<ref>Peña Pérez (2009), págs. 36-40.</ref>
 
=== Juventud. Al servicio de Sancho II de Castilla === oscar hueco
[[Archivo:Firma del Cid.jpg|thumb|250px|Firma autógrafa de Rodrigo Díaz: ''Ego Ruderico'' en un diploma de dotación a la [[Catedral de Valencia]].]]
Rodrigo Díaz, muy joven, entró al servicio del infante Sancho, futuro [[Sancho II de Castilla]]. En su séquito fue instruido tanto en el manejo de las armas como en sus primeras letras, pues está documentado que sabía leer y escribir. Existe un diploma de dotación a la [[Catedral de Valencia]] de [[1098]] que Rodrigo suscribe con la fórmula autógrafa «''Ego Ruderico, simul cum coniuge mea, afirmo oc quod superius scriptum est''» (Yo Rodrigo, junto con mi esposa, suscribo lo que está arriba escrito). Tuvo, asimismo, conocimientos legales, pues intervino a instancias regias en dos ocasiones para dirimir contenciosos jurídicos, aunque quizá en el ambiente de la corte un noble de la posición de Rodrigo Díaz pudiera estar oralmente lo suficientemente familiarizado con las disputas legales como para ser convocado en este tipo de procesos.<ref>Fletcher (2007), pág. 113. </ref>