Diferencia entre revisiones de «Santuario de Aránzazu»

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Así, después del primer acto litúrgico del [[20 de agosto]], es inaugura el 30 del mismo mes a espera de que el tiempo cambiara los pensamientos y se levantará el veto al arte del siglo XX.
 
Durante la prohibición moría [[Carlos Pascual de Lara]] que había ganado el concurso para el diseño del ábside. Por ello en [[1962]], el [[16 de marzo]], se convoca otro concurso para tal fin. A este concurso se presentan 112 artistas de los cuales 42 presentan sus proyectos. Gana el madrileño [[Lucio Muñoz]] que lo realizaría en cinco meses con ayuda del escultor Julio López y el pintor Joaquín RamoRamos además de un equipo de carpinteros.
 
Las esculturas que adornan la fachada principal del santuario quedaron inconclusas en el momento de la prohibición. No sería hasta 15 años después cuando se diera por finalizada la obra, que había cambiado ya en el ánimo del artista. Oteiza descarta los medallones en la fachada principal, que era la opción que había propuesto y se decanta por un conjunto de dos piezas centrado en la parte superior de la misma, respetando, eso sí, el friso de apóstoles. El conjunto representa a la [[Virgen Dolorosa]] cuando recoge el cadáver de [[Jesús de Nazaret|Jesús]].
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[[Archivo:Arantzazu abside.JPG|thumb|left|200px|Decoración del ábside, retablo de Lucio Muñoz.]]
 
Decorado por Lucio Muñoz el ábside de la basílica de Aránzazu ha sido llamado por algunos como ''la Capilla Sixtina del siglo XX''. Con una superficie de 600 m² fue realizado en cinco meses sin labor alguna de estudio. Junto a Lucio trabajaron el escultor Julio López y el pintor Joaquín RamoRamos. En él se enmarca a la pequeña imagen de la Virgen en medio de una alegoría de la naturaleza.
 
Inspirado en el paisaje de la región, que confiesa le impresionó, Lucio Muñoz diseñó una obra acorde al paisaje y a la trascendencia del tiempo, a la religiosidad de los que acuden a visitar a su Virgen.