Diferencia entre revisiones de «Rodrigo Díaz de Vivar»

Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 79.146.164.148 (disc.) a la última edición de Camima
Línea 8:
=== Nacimiento y genealogía ===
[[Archivo:Cid Campeador Buenos Aires.jpg|thumb|250px|Estatua del Cid, en Buenos Aires, obra de Anna Hyatt Huntington, inaugurada en octubre de 1935.]]
Nació en fecha desconocida a mediados del [[siglo XI]] (según distintas propuestas, entre 1041 y 1054).<ref name=Gonzalo/><ref name=Montanerhistoria>[[Alberto Montaner Frutos]], [http://www.caminodelcid.org/Camino_Lahistoria.aspx «El Cid. La historia.»], en www.caminodelcid.org, página web del Consorcio Camino del Cid, Burgos, 2002.</ref><ref>Peña Pérez (2009), pág. 45. La propuesta más tardía de 1054 fue planteada por [[Antonio Ubieto Arteta]] en ''El «Cantar de mio Cid» y algunos problemas históricos'', Valencia, [Anubar antes art. en ''Lizargas'', IV, 1972], 1973, pág. 177. ''Apud'' Peña Pérez (2009), ''loc. cit''. n. 13.</ref> Su lugar de nacimiento está firmemente señalado por la tradición en [[Vivar del Cid]], a 10 km de [[Burgos]], aunque se carece de fuentes coetáneas a su vida que lo corroboren y la asociación de Vivar con el Cid se documenta por vez primera en el ''[[Cantar de mio Cid]]''.<ref>Peña Pérez (2009), pág. 46-47. Así, en el verso 295 del ''Cantar de mio Cid'', aparece la expresión «mio Cid el de Bivar».</ref>
Nació en fecha desconocida a mediados del [[siglo XI]] (según distintas propuestas, entre 1041 y 1054).<ref nataría de un descendiente de una ilustre familia leonesa, los Flaínez.<ref>''Cfr.'' F. Javier Peña
 
Era hijo de [[Diego Laínez]], [[infanzón (sociedad)|infanzón]] «capitán de frontera» en las luchas entre navarros y castellanos en la línea de Ubierna ([[Batalla de Atapuerca|Atapuerca]]),<ref>Martínez Diez (1999), pág. 47.</ref> o de [[Diego Flaínez]], en cuyo caso se trataría de un descendiente de una ilustre familia leonesa, los Flaínez.<ref>''Cfr.'' F. Javier Peña Pérez (2009), pág. 37, que cita a Margarita Cecilia Torre Sevilla-Quiñones, [http://publicaciones.ua.es/filespubli/pdf/02122480RD15964789.pdf «El linaje del Cid»], ''Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval'', n.º 13 (2000-2002). ISSN 0212-2480, págs. 343-360.</ref> De su madre se conoce el apellido, Rodríguez (más inseguro es su nombre, que podría ser María, Sancha o Teresa), hija de [[Rodrigo Álvarez de Asturias]], de una de las familias nobles del condado de Castilla.<ref>Martínez Diez (1999), págs. 42-45.</ref>
[[Francisco Javier Peña Pérez]] resume el estado de la cuestión en una monografía de 2009.<ref>Francisco Javier Peña Pérez, ''Mio Cid el del Cantar. Un héroe medieval a escala humana'', Madrid, Sílex, 2009. Iterrateniente de [[Reino de León|León]]. Esta tesis tradicionalista es seguida también por [[Gonzalo Martínez Diez]], quien ve en el padre del Cid a un «capitán de frontera» de poco relieve cuando señala «La ausencia total de Diego Laínez en todos los documentos otorgados por el rey Fernando I nos confirma que el infanzón de Vivar no figuró en ningún momento entre los primeros magnates del reino».<ref>Martínez Diez (1999),pág. 49.</ref> Sin embargo, esta visión se conjuga mal con la calificación de la ''Historia Roderici'', que habla de Rodrigo Díaz como «varón ilustrísimo», es decir, perteneciente a la aristocracia; en el mismo sentido se pronuncia el ''[[Carmen Campidoctoris]]'', que lo hace ''«Nobiliori de genere ortus»'' (Descendiente del más noble linaje).<ref>''Carmen Campidoctoris'', v. 21, en Montaner y Escobar (2000), pág. 200.</ref> Por otro lado, recientes estudios han desvelado que el patrimonio que Rodrigo heredó de su padre era extenso, e incluía propiedades en numerosas localidades de la comarca, lo que solo era dado a un miembro de la alta nobleza. El apellido materno, asimismo, era de antiguo abolengo. Dado este panorama, Peña Pérez (2009) concluye: {{Cita|(...) nada nos impide pensar (...) que la genealogía de Rodrigo no sea más que un artificio literario, utilizado por sus primeros cronistas, vinculados a la corte navarra, para dar brillo genealógico al que, desde mediados del siglo XII, se estaba conformando como un icono legitimador de la dinastía de Sancho Ramírez el Restaurador (...) las recientes investigacionescondición baja, y por tanto, en la necesidad original de Menéndez Pidal de no vincular en modo alguno a Rodrigo Díaz con una familia de alto linaje, como lo podía ser la figura mitificada de Laín Calvo.<ref>Peña Pérez (2009), págs. 36-40.</ref>
 
Según la ''[[Historia Roderici]]'', su abuelo por vía paterna era [[Laín Núñez]], quien aparece como testigo en documentos expedidos por el Rey [[Fernando I de León y Castilla]], a su vez descendiente de [[Laín Calvo]], uno de los míticos [[Jueces de Castilla]]. Sin embargo, la genealogía de la ''Historia Roderici'' parece encaminada a buscarle parentesco con los legendarios Jueces de Castilla. Según [[Margarita Torre]] o [[Alberto Montaner Frutos]], su abuelo sería Flaín Muñoz, un conde de [[Reino de León|León]] que vivió en torno al año [[1000]].<ref name=Montanerhistoria/><ref>Margarita Torre, [http://publicaciones.ua.es/filespubli/pdf/02122480RD15964789.pdf «El linaje del Cid»], ''loc. cit.'', págs. 343-360.</ref>
 
[[Francisco Javier Peña Pérez]] resume el estado de la cuestión en una monografía de 2009.<ref>Francisco Javier Peña Pérez, ''Mio Cid el del Cantar. Un héroe medieval a escala humana'', Madrid, Sílex, 2009. IterratenienteISBN 978-84-7737-217-2. ''Cfr.'' el capítulo «El Cid, ¿castellano viejo?, págs. 36-39». Véanse también las págs. 62-64.</ref> Todas las interpretaciones parten de la genealogía de la ''[[Historia Roderici]]'', y el propio autor de la biografía latina da su linaje con poca convicción utilizando la expresión «El origen de Rodrigo parece ser (''esse videtur'')...».<ref>Peña Pérez (2009), pág. 39 y n. 9.</ref> Además los ancestros paternos que allí aparecen no están documentados en diplomas de la época, excepto su padre, Diego Laínez, de forma esporádica. [[Ramón Menéndez Pidal|Menéndez Pidal]], en su monumental ''[[La España del Cid]]'' (1929), en una línea de pensamiento [[neotradicionalista]] que se basa en la veracidad intrínseca de la [[literatura folclórica]] de [[cantar de gesta|cantares de gesta]] y [[romancero|romances]], buscó a un Cid castellano y de humildes orígenes dentro de los infanzones, lo que cuadraba con su pensamiento de que el ''[[Cantar de mio Cid]]'' contenía una esencial historicidad. El poeta del ''Cantar'' diseña a su héroe como un castellano de baja hidalguía que asciende en la escala social hasta emparentar con monarquías, en oposición constante a los arraigados intereses de la nobleza terrateniente de [[Reino de León|León]]. Esta tesis tradicionalista es seguida también por [[Gonzalo Martínez Diez]], quien ve en el padre del Cid a un «capitán de frontera» de poco relieve cuando señala «La ausencia total de Diego Laínez en todos los documentos otorgados por el rey Fernando I nos confirma que el infanzón de Vivar no figuró en ningún momento entre los primeros magnates del reino».<ref>Martínez Diez (1999),pág. 49.</ref> Sin embargo, esta visión se conjuga mal con la calificación de la ''Historia Roderici'', que habla de Rodrigo Díaz como «varón ilustrísimo», es decir, perteneciente a la aristocracia; en el mismo sentido se pronuncia el ''[[Carmen Campidoctoris]]'', que lo hace ''«Nobiliori de genere ortus»'' (Descendiente del más noble linaje).<ref>''Carmen Campidoctoris'', v. 21, en Montaner y Escobar (2000), pág. 200.</ref> Por otro lado, recientes estudios han desvelado que el patrimonio que Rodrigo heredó de su padre era extenso, e incluía propiedades en numerosas localidades de la comarca, lo que solo era dado a un miembro de la alta nobleza. El apellido materno, asimismo, era de antiguo abolengo. Dado este panorama, Peña Pérez (2009) concluye: {{Cita|(...) nada nos impide pensar (...) que la genealogía de Rodrigo no sea más que un artificio literario, utilizado por sus primeros cronistas, vinculados a la corte navarra, para dar brillo genealógico al que, desde mediados del siglo XII, se estaba conformando como un icono legitimador de la dinastía de Sancho Ramírez el Restaurador (...) las recientes investigacionescondicióninvestigaciones baja,sobre yel porpatrimonio tanto,material ende laRodrigo necesidady originalel ascendiente familiar de Menéndezsu Pidalmadre depermiten noconcluir vincularque en ningún modo algunoestamos autorizados a calificar socialmente a Rodrigo Díazcomo conun mero infanzón; más bien al contrario, todo apunta hacia la necesidad de proceder a una familiarecalificación de altosu linajeperfil nobiliario, comoen locuyas podíafilas sermás encumbradas se instalaría desde niño gracias a la figuraherencia mitificadade su padre y al apellido de Laínsu Calvomadre.<ref>|Francisco Javier Peña Pérez (2009), págspág. 36-4039.</ref>}}
 
En [[1058]], siendo muy joven, entró en el servicio de la corte del rey [[Fernando I de León y Castilla|Fernando I]], como doncel o paje del príncipe [[Sancho II de Castilla|Sancho]], formando parte de su séquito. Este temprano ingreso en la [[cancillería real]] de Fernando I de León y Castilla es otro indicio que lleva a pensar que no era el muchacho Rodrigo Díaz un humilde infanzón, aunque su estatus en la alta nobleza lo debió tener «en calidad de recién llegado», y no como perteneciente a una raigambre de larga prosapia. En definitiva, el mito del infanzón humilde del Cid parece más bien un intento de acomodar el carácter del personaje legendario del ''Cantar de mio Cid'' al Rodrigo Díaz histórico para aumentar la heroicidad del protagonista, caracterizado como un castellano viejo pero de condición baja, y por tanto, en la necesidad original de Menéndez Pidal de no vincular en modo alguno a Rodrigo Díaz con una familia de alto linaje, como lo podía ser la figura mitificada de Laín Calvo.<ref>Peña Pérez (2009), págs. 36-40.</ref>
 
=== Juventud. Al servicio de Sancho II de Castilla ===