Diferencia entre revisiones de «Mario Bunge»

Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 200.108.111.148 (disc.) a la última edición de 190.135.71.178
Línea 97:
 
=== Realismo moral ===
El realismo moral afirma que (a) hay hechos morales, así como (b) afirmaciones morales verdaderas (y falsas). ''Un hecho moral se define como un hecho que impone un problema moral a una persona en una cultura determinada''. ''Un problema moral es el que requiere de la invención o aplicación de una regla moral para su resolución''.
mario bunge sostiene en realismo moral que la gente debe hascer lo que kiere sin joder a otro, si kieres golpeasr golpera pues,,,ke te impide? hazl o ke kieras
Además, ''una proposición moral es verdadera si al ser llevada a la práctica ayuda a “mitigar la miseria” o si se deriva de algún principio moral de nivel superior''. (En el caso de la ética bungeana o “[[agatonismo]]” este principio es ''Disfruta de la vida y ayuda a otros a vivir''.) Esta dependencia de un principio moral superior hace que las verdades morales sean relativas (o contextuales o situacionales), lo que las distingue de las verdades morales absolutas predicadas, por ejemplo, por Tomás de Aquino. Sin embargo, esta relatividad de las verdades morales no es la de los relativistas, pues hay ciertos principios, derechos y deberes que todos los códigos morales comparten.<ref>Bunge, M. (2007) ''A la caza de la realidad. La controversia sobre el realismo''. Barcelona, Gedisa. P. 365-377</ref>
 
== Realismo práctico ==
Línea 115 ⟶ 116:
Puesto que un sistema se caracteriza por poseer propiedades que sus componentes no poseen (vale decir, propiedades globales o emergentes), el sistemismo de Bunge es también [[emergentismo|emergentista]]. En otras palabras, la ontología bungeana es monista con respecto a la sustancia y pluralista respecto de las propiedades. Dicho de otro modo, todo lo que existe es material, pero las propiedades de los existentes son diversas: las hay físicas, químicas, biológicas, psicológicas y sociales. Estas propiedades emergentes de los sistemas materiales (o concretos) permiten distinguir diferentes niveles ontológicos (físico, químico, biológico, etc.) relacionados por una multitud de procesos, pero irreducibles unos a otros.
 
== La crítica de Mario Bunge al psicoanálisis ==apoya el psicoanalisis sin tapujos!
Bunge ha atacado vigorosamente al [[psicoanálisis]] y a la [[psicoterapia]] en numerosas oportunidades. Las razones que ha ofrecido pueden agruparse en dos tipos: razones metodológicas y pruebas empíricas. Las primeras constituyen una crítica al modo de proceder de los investigadores que han desarrollado el psicoanálisis, desde [[Freud]] hasta nuestros días. Ese modo de proceder, afirma Bunge, está reñido con los requisitos mínimos aceptados por la comunidad científica internacional para considerar que una investigación es científica. En otras palabras, los psicoanalistas no utilizan la estrategia general de indagación conocida como [[método científico]]. Las razones del segundo tipo muestran que los datos no apoyan las ideas psicoanalíticas.<ref name=ref_duplicada_4>Mario Bunge: ''Crisis y reconstrucción de la filosofía'' (pp. 232-237). Barcelona: Gedisa, 2002.</ref><ref>Mario Bunge: «Psicoanálisis a un siglo de distancia». En ''100 Ideas. El libro para pensar y discutir en el café'' (pág. 200-205). Buenos Aires: Sudamericana, 2006.</ref><ref name=ref_duplicada_4 /><ref>Mario Bunge y R. Ardila: ''Filosofía de la psicología''. México: Siglo XXI Editores (2.ª ed.), 2002.</ref>
Bunge considera que el psicoanálisis es una [[pseudociencia]].<ref>Mario Bunge: ''Crisis y reconstrucción de la filosofía'' (pp. 209-246). Barcelona: Gedisa, 2002.</ref>
 
Las razones metodológicas que Bunge ofrece pueden resumirse así:
 
El psicoanálisis contiene hipótesis irrefutables
La ciencia intenta describir y explicar cómo es el mundo y lo hace a través de datos, hipótesis, modelos y teorías. Los científicos ponen a prueba sus ideas ([[hipótesis]], [[modelo]]s y [[teorías]]) acerca de la realidad utilizando dos tipos principales de control: el más conocido de ellos es el control empírico, vale decir la puesta a prueba de las ideas por medio de datos empíricos.<ref name=ref_duplicada_1>Mario Bunge: ''Crisis y reconstrucción de la filosofía''. Barcelona: Gedisa, 2002.</ref>
 
Para poder ser sometida a contrastación empírica una idea debe ser ''refutable''. Es decir, ha de ser posible imaginar un dato empírico que, si resultase verdadero, refutaría la idea en cuestión. Pues bien, una de las críticas al psicoanálisis más difundidas —y que Bunge comparte— es que gran parte de sus hipótesis son irrefutables. Estas hipótesis están formuladas de tal modo que, por principio, no puede haber datos que las pongan en entredicho. Bunge provee el ejemplo de la hipótesis del contenido sexual —manifiesto o latente— de los sueños.<ref name=ref_duplicada_1 />
 
Esta hipótesis es irrefutable porque si un sueño determinado contiene elementos sexuales está claro que la hipótesis se confirma. Pero también ocurre que cuando el sueño no contiene ningún elemento sexual ostensible, el psicoanalista lo da por supuesto y justifica su actitud recurriendo al supuesto de que el contenido sexual está latente. Desde luego, lo latente es muy difícil de registrar empíricamente.
 
Otro ejemplo es el de la atracción sexual de los niños por los padres del sexo opuesto y la correspondiente represión. Para el psicoanálisis, sostiene Bunge, tanto da que uno haga A o B. Si hace A, es prueba de que se siente atraído sexualmente por, digamos, su madre. Si hace B, no significa que la atracción no exista, simplemente está reprimida. Claramente, la latencia y la represión funcionan ''inmunizando'' contra la experiencia a las hipótesis del contenido sexual de los sueños y la atracción por el padre del sexo opuesto respectivamente. O sea, no hay ningún dato imaginable que pueda refutar estas hipótesis psicoanalíticas.
 
== Carece de consistencia externa ==