Diferencia entre revisiones de «Simbiosis»

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[[Archivo: Liquen Barbas de chivo 003.JPG|thumb|250px|Liquen «Barbas de chivo».]]
Lynn Margulis propuso y defiende la gran importancia de la simbiosis en la Evolución:
El término '''Simbiosis''' (del Griego: σύν syn "con"; y βίωσις biosis "vivir") hace referencia a la [[interacción biológica|relación]] estrecha y persistente entre organismos de distintas especies. A los organismos involucrados se les denomina '''simbiontes'''.
 
El botánico alemán [[Anton de Bary]] en 1873 (o 1879, según autores) acuñó el término “simbiosis” para describir la estrecha relación de organismos de diferente tipo. Concretamente la definió como «la vida en conjunción de dos organismos disimilares, normalmente en íntima asociación, y por lo general con efectos benéficos para al menos uno de ellos».<ref>de Bary, H.A. Die Erscheinung der Symbiose (Karl J. Trubner, Strasburg, 1879) citado en inglés en Relman, D.A. "Till death do us part": coming to terms with symbiotic relationships. Nature Reviews Microbiology 6, 721-724 (2008)</ref>. La definición de simbiosis se encuentra sometida a debate, y el término ha sido aplicado a un amplio rango de interacciones biológicas. Las relaciones simbióticas en la naturaleza pueden clasificarse entre las de mutualismo, comensalismo y parasitismo. Otras fuentes la definen de forma más estrecha, como aquellas relaciones persistentes en las cuales ambos organismos obtienen beneficios, en cuyo caso sería sinónimo de mutualismo<ref>{{cita libro |apellido=Douglas |nombre=Angela E. |título=The symbiotic habit |idioma=inglés |año=2010 |editorial=Princeton University Press |ubicación=New Jersey |isbn=978-0-691-11341-8}}</ref>.
 
[[Lynn Margulis]] propuso y defiende la gran importancia de la simbiosis en la Evolución:
{{cita|El ejemplo más conocido [de simbiosis] es el de los líquenes: una asociación simbiótica entre alga y hongo que a simple vista tomaríamos por un único individuo. En las costas españolas, Lynn Margulis descubre continuamente nuevos ejemplos de simbiosis; por ejemplo, animales marinos (platelmintos, nematodos) con células de algas alojadas en su piel. Pero las aportaciones de Margulis nunca son solamente descriptivas, y un fenómeno tan complejo como la simbiosis no es una mera curiosidad. En los planteamientos de Margulis, la simbiosis es una poderosa fuerza del proceso evolutivo.|''Mujeres en Biología: Lynn Margulis.'' Universidad de Zaragoza (UNIZAR).<ref>[http://www.wzar.unizar.es/siem/mujeres_ciencias/4.BIOGRAFiAS/LMargulis.html ''Mujeres en Biología: Lynn Margulis.'' Universidad de Zaragoza (UNIZAR)]</ref>}}
''Mujeres en Biología: Lynn Margulis.'' Universidad de Zaragoza (UNIZAR)]</ref>}}
 
La simbiosis suele identificarse con las relaciones simbióticas [[mutualismo (biología)|mutualistas]] (aquellas en las que todos los simbiontes salen beneficiados) y por extensión, en [[sociología]], puede referirse a sociedades y colectivos basados en la colectividad y la solidaridad.
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* El grado de menor integración sería aquel en el que los simbiontes establecen una relación de «comportamiento», vivirían uno junto al otro y ambos habrían aprendido a beneficiarse de su mutua presencia. La [[fragata portuguesa]] y los peces pastor o las anémonas y los peces payasos son ejemplos de esos comportamientos simbióticos sutiles.
* Otro grado que pueden alcanzar las relaciones simbióticas sería el «metabólico»: «Frecuentemente el producto metabólico, el exudado o el residuo de uno de los miembros de la asociación se convierte en alimento para el otro y . Probablemente todos los animales verdes que han sido estudiados (tales como la lombriz plana ''Convoluta roscoftensis'', o la ''Hvdra viridis'' de los estanques), así como todos los líquenes, estén integrados a este nivel».<ref>Margulis, Sagan, 2003, p. 144.</ref>
* Un mayor grado de integración supone aquel en el que por ejemplo las proteínas de uno de los integrantes de la simbiosis se hacen imprescindibles para el otro: “En las plantas de alubias y guisantes encontramos un excelente ejemplo de esta clase de integración. Si arrancas un trébol, una arveja o una planta de judías, verás en sus raíces unas pequeñas protuberancias rosáceas. Se trata de nódulos fijadores de nitrógeno, en cuyo interior medra determinado tipo de bacteria. Otrora bacterias nadadoras con forma de bastoncillo, todas ellas han acabado por convertirse en «bacteroides» hinchados. Estos bacteroides sobredimensionados, llenos de agujeros, ya no pueden dividirse ni crecer”.<ref> Margulis, Sagan, 2003, p. 144.</ref>
* El máximo grado de integración y más radical sería aquel en el que estas uniones desembocan en la transferencia de material genético y consecuente fusión de los simbiontes en un nuevo individuo. Material genético de uno de los simbiontes pasa a integrarse en el genoma del otro, surgiendo un individuo nuevo que integra a sus simbiontes. Este estadio es conocido como «[[simbiogénesis]]». Los casos más transcendentales de este tipo de simbiosis extrema fueron los procesos simbiogenéticos que originaron los [[eucariota]]s. La capacidad de respirar oxígeno como consecuencia de la adquisición de las [[mitocondria]]s propició el origen de los animales, y la capacidad fotosintética adquirida posteriormente con los [[cloroplasto]]s originó el reino vegetal. En ambos casos, mitocondrias y cloroplastos tienen su origen en bacterias de vida libre. Los descendientes de estas bacterias aún se encuentran entre nosotros.
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== Parasitismo, primer estadio de la simbiosis ==
 
El [[parasitismo]] está profusamente extendido en la naturaleza como en las personas q no tienen su propia casa.<ref>{{cita| los parásitos representan una historia de vida fascinante teniendo en cuenta por una parte su tremenda variabilidad, su tamaño desde organismos microscópicos hasta macroscópicos, su localización, el desarrollo en órganos diversos, las múltiples formas de reproducción y las variadas migraciones intra y extraorgánicas, a las que se ven sometidos con el único fin de mantener la especie. Esta variabilidad es el resultado de una adaptación genotípica y fenotípica|Caridad Sánchez Acedo, 2000.}}</ref> Plausiblemente, sería el primer estadio de un proceso continuo que conduciría al mutualismo.
 
{{cita| Muchas especies de artrópodos albergan endosimbiontes de transmisión hereditaria. Debido a que la persistencia de estos simbiontes hereditarios depende de modo tan íntimo de la de sus hospedadores, generalmente se ha supuesto que los microorganismos que son transmitidos de padres a hijos a lo largo de generaciones de hospedadores, con gran eficacia, deberían evolucionar con el tiempo hasta volverse beneficiosos para sus hospedadores.