Diferencia entre revisiones de «Martín Miguel de Güemes»

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En 1808 sufrió una enfermedad en la garganta, de la que surgió una seria deficiencia al hablar, una pronunciación gangosa de las palabras, que causaba la burla de sus compañeros. Todo indica que sufrió las complicaciones que suelen acompañar a la [[hemofilia]], enfermedad que hasta ese momento no era conocida, y que dificulta mucho la cicatrización de las heridas externas e internas. Logró su traslado a Salta.
 
== La Guerra de independencia ==
== del Norte]], ordenó su traslado por indisciplina, causada por un lío de polleras de otro oficial. Permaneció en Buenos Aires, agregado al Estado Mayor General.
 
Después de la [[Revolución de Mayo]] de [[1810]], fue puesto al mando de un [[gauchos de Güemes|escuadrón gaucho]] en la [[Quebrada de Humahuaca]] ([[provincia de Jujuy]]) y en los valles de [[Tarija]] y [[Lípez]], impidiendo la comunicación entre los contrarrevolucionarios y los [[realistas]] del [[Alto Perú]]. En [[batalla de Suipacha|Suipacha]], único triunfo de las armas patriotas en el intento de recuperar el valioso territorio altoperuano, la participación del capitán Güemes fue decisiva.
 
Permaneció en la zona de la Quebrada hasta después de la derrota de la [[Batalla de Huaqui]], y prestó su ayuda a los derrotados que huían; allí comenzó su famosa guerra de recursos, con la que posiblemente retrasó el avance de partidas realistas antes de la llegada del ejército principal, que mandaba el general [[Pío Tristán]].
 
Con su ayuda, el general [[Juan Martín de Pueyrredón|Pueyrredón]] logró atravesar la selva oranense y salvar los caudales de la Ceca de [[Potosí]], que estaba en poder de los realistas. Pero cuando el general [[Manuel Belgrano]] asumió el mando del [[Ejército del Norte]], ordenó su traslado por indisciplina, causada por un lío de polleras de otro oficial. Permaneció en Buenos Aires, agregado al Estado Mayor General.
 
== Inicio de la Guerra Gaucha ==
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La vuelta se debía también a razones políticas, ya que deseaba desplazar al partido conservador del gobierno salteño. Y, por supuesto, también a sus propias ambiciones políticas.
 
La retirada coincidió con la llegada a Salta de la noticia de la caída del [[Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata|Director Supremo]] [[Carlos María de Alvear|Alvear]], lo que quitaba autoridad al gobernador intendente, [[Hilarión de la Quintana]]. Por otra parte, Quintana no estaba en Salta, sino que había acompañado a Rondeau — que había sido nombrado Director Supremo, aunque reemplazado interinamente por un sustitito — en su avance hacia el Alto Perú.
 
Cuando llegó a Salta, el pueblo salió a la calle y pidió al cabildo el nombramiento de un gobernador, sin participación del Directorio. Además de ser el único candidato a la vista, Güemes tenía a su favor la presencia de su hermano, el doctor [[Juan Manuel Güemes]], como uno de los miembros del cabildo para ese año. Éste eligió a Martín Miguel de Güemes con el título de Gobernador Intendente de Salta, jurisdicción integrada entonces por las ciudades de Salta, Jujuy, [[Tarija]], [[San Ramón de la Nueva Orán|Orán]] y varios distritos de campaña. Era la primera vez que las autoridades de Salta eran elegidas en la propia provincia desde 1810; desde el punto de vista de muchos salteños, hasta ese momento todo se había reducido a cambiar las autoridades arbitrarias de España por las de Buenos Aires, tan arbitrarias como aquéllas.
 
El Cabildo de Jujuy se negó a reconocerlo, pero Güemes negoció cuidadosamente para hacerse reconocer como tal. Como esa ciudad tardara en reconocerlo, aprovechó la amenaza de un ataque realista para avanzar con tropas hacia la ciudad, con lo que presionó y logró hacer que el cabildo lo aceptara. De todos modos, el teniente de gobernador local, [[Mariano de Gordaliza]], no podía ser considerado un subordinado complaciente de Güemes.
 
Dos semanas después de asumir el gobierno, Güemes contrajo matrimonio con Carmen Puch, miembro de una acaudalada familia con intereses en [[Rosario de la Frontera]].
 
Poco después de su llegada al poder y de saber la reacción negativa de Rondeau, llegó a Tucumán una fuerza desde Buenos Aires que iba en apoyo del Ejército, al mando de [[Domingo French]]. Pero como éste tenía instrucciones de derrocar a Güemes al pasar por Salta, le negó el paso hasta que lo hubo reconocido como gobernador. Pero ya era tarde: cuando llegaron a Humahuaca, se enteraron de la derrota de [[Batalla de Sipe Sipe (1815)|Sipe Sipe]] (noviembre de 1815).
 
Rondeau, enfurecido con Güemes por la revolución en Salta y por haberle impedido llegar refuerzos, retrocedió a Jujuy. Con apoyo de Gordaliza, se trasladó hasta Salta y ocupó la ciudad. Pero enseguida se vio rodeado por las guerrillas gauchas y tuvo que capitular, firmando con Güemes el tratado de los [[Cerrillos]], reconociéndolo como gobernador y encargándole la defensa de la frontera. Poco después, Rondeau era reemplazado por Belgrano en el Ejército del Norte, y por Pueyrredón en el Directorio. Pero no habría más expediciones al Alto Perú.
 
Entonces las milicias gauchas al mando del heroico salteño pasaron a desempeñarse como ejército en operaciones continuas.
 
== Las invasiones realistas ==
 
Güemes y sus gauchos detuvieron otras seis poderosas invasiones al mando de destacados jefes. La primera fue la del experimentado mariscal [[José de la Serna e Hinojosa|De la Serna]], el cual, al mando de 5.500 veteranos de guerra, partió de [[Lima]] asegurando que con ellos recuperaría Buenos Aires para [[España]]. Después de derrotar y ejecutar a los coroneles [[Manuel Ascensio Padilla|Padilla]] y [[Ignacio Warnes|Warnes]], ocupó Tarija, Jujuy y Salta y los pueblos de [[Cerrillos (Salta)]] y [[Rosario de Lerma]]. Pero Güemes lo dejó incomunicado con sus bases ocupando Humahuaca, venció a uno de sus regimientos en San Pedrito, y dejó sin víveres la capital de la provincia. De la Serna tuvo que retirarse, hostigado todo el tiempo por las partidas gauchas.
 
Meses después, el general [[Pedro de Olañeta]], enemigo acérrimo del salteño, volvió al ataque y capturó al más importante de los segundos de Güemes, el general [[Juan José Feliciano Alejo Fernández Campero|Fernández Campero]], popularmente conocido como el [[Marqués de Yavi]], jefe de la defensa de la [[Puna]]. Pero no pudo pasar más allá de Jujuy.
 
Hubo una nueva invasión en 1818, dirigida por Olañeta y Valdés, y otra más en 1819, mandada por Olañeta. La más importante fue la mandó el segundo de De la Serna, general [[Juan Ramírez Orozco]] que en junio de [[1820]] avanzó con 6.500 hombres. En todas éstas obligó a su enemigo a retroceder después de haber tomado Salta y Jujuy.
 
Si bien la estructura militar de entonces no contemplaba un [[Estado Mayor]], en la práctica Güemes contaba con cuadros superiores organizados, entre los que se encontraban el [[Marqués de Yavi]] [[Juan José Feliciano Fernández Campero]]; el coronel [[Francisco Pérez de Uriondo]], responsable militar de [[Tarija]]; coronel [[Manuel Arias]], a cargo de Orán; y el coronel [[José María Pérez de Urdininea]], proveniente de las filas del Ejército del Norte, en [[Humahuaca]]. En el valle de [[Jujuy]] estuvieron los coroneles Domingo Arenas en [[Perico]] y el teniente coronel [[Eustaquio Medina]], a cargo del río Negro. Más movilidad tenían otros jefes, como [[José Ignacio Gorriti]], Pablo Latorre o José Antonio Rojas. El frente de combate a su cargo tenía una extensión de más de setecientos kilómetros, desde [[Volcán (Jujuy)|Volcán]] hasta más allá de [[San Ramón de la Nueva Orán|Orán]], y se conoció como Línea del Pasaje.
 
Todo el mundo participaba en la lucha: como guerreros los hombres, como espías o mensajeros las mujeres, los niños y los ancianos. Las emboscadas se repetían en las avanzadas de las fuerzas de ataque, pero más aún en la retaguardia y en las vías de aprovisionamiento. Cuando los realistas se acercaban a un pueblo o una hacienda, los habitantes huían con todos los víveres, el ganado, cualquier cosa que pudiese ser útil al enemigo. Por supuesto que esta clase de lucha arruinó la economía salteña, pero nadie se quejaba, al menos en las clases populares. Por cierto, jamás tuvo apoyo alguno del gobierno del Directorio; y la ayuda que le prestó el Ejército del Norte fue muy limitada.<ref>Por un corto tiempo, llegó a emitir — o, al menos, permitir la circulación — de moneda de plata de baja ley creada con artículos de plata extraídos de bienes de simpatizantes realistas y de las iglesias. Pero los comerciantes se negaron a recibirla, por haber sido expresamente prohibido por el Director Supremo. Véase Mata, Sara E., ''Los gauchos de Güemes'', Ed. Sudamericana, Bs. As., 2008. ISBN 978-950-07-2933-8 </ref>
 
El papel de Güemes en el conjunto era el de organizar la estrategia general y financiarla. Pero tenía un detalle curioso: sus hombres se hubieran hecho matar por él, pero él mismo nunca entraba en combate; nunca se lo reprocharon ni le exigieron que los acompañara. Por eso sus enemigos y los historiadores del siglo XIX lo acusaron de cobarde. No era cobarde: era [[hemofilia|hemofílico]]. Cualquier herida le hubiera causado la muerte; de hecho, una herida sin importancia le causaría la muerte.
 
== El último año de Güemes ==