Diferencia entre revisiones de «Robert Falcon Scott»

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Durante la vuelta desde el polo, un encuentro planificado con equipos de apoyo con perros de trineo procedentes del campamento base no llegó a producirse, a pesar de las instrucciones por escrito de Scott, por lo que a una distancia de 261&nbsp;km de su base en la [[península de Hut Point]] y a solo 20&nbsp;km del siguiente depósito de suministros, Scott y sus compañeros murieron. Cuando se hallaron sus cuerpos estaban en posesión de los primeros [[fósil]]es antárticos que se han descubierto,<ref name=":0">{{Cita web|url=http://expeditions.fieldmuseum.org/antarctic-dinosaurs/antarctic-fossils|title=Antarctic Fossils {{!}} Expeditions|website=expeditions.fieldmuseum.org|access-date=8 de enero de 2019}}</ref> correspondientes al árbol ''[[Glossopteris]]'', lo cual probaba que la Antártida estuvo alguna vez poblada de bosques y unida a otros continentes.<ref>[http://www.bbc.co.uk/news/magazine-15384729 «Four things Captain Scott found in Antarctica».] BBC. Consultado el 25 de febrero de 2017 (en inglés).</ref>
 
Antes de su nombramiento para dirigir la Expedición Discovery, Scott había seguido una carrera como oficial de la [[Marina Real británica]]. En 1899 se encontró casualmente con ''sir'' [[Clements Markham]], presidente de la [[Royal Geographical Society]], quien le informó de los planes que se estaban haciendo para una expedición a la [[Antártida]]. Poco después Scott se presentó voluntario para liderar el buque de la misión, el [[RRS Discovery|''Discovery'']].{{Harvnp|Crane|2005|p=84}} Tras dar este paso, su nombre quedó inseparablemente vinculado a la Antártida, el campo de trabajo al que dedicó los últimos doce años de su vida.
 
Tras conocerse la noticia de su muerte, Scott se convirtió en un héroe británico, como quedó reflejado por los numerosos memoriales levantados por todo su país. En las últimas décadas del {{Siglo|XX||s}}, Scott pasó de leyenda a figura controvertida, cuestionado en su competencia y carácter a causa del desastre que terminó con su vida y con la de sus camaradas. En el {{Siglo|XXI||s}} los historiadores han reconocido más positivamente a Scott, teniendo en cuenta las temperaturas extremadamente bajas de –40&nbsp;°C que se registraron en la Antártida en marzo de 1912 y el hecho de que no se cumplieron sus órdenes para que los asistieran al regresar.{{sfn|May|2013}}