Diferencia entre revisiones de «Evangelio de Lucas»

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Algunos eruditos como [[Julián Carrón Pérez]] y [[José Miguel García Pérez]], pertenecientes a la [[escuela exegética de Madrid]], en su libro ''Cuándo fueron escritos los Evangelios'', interpretan que el «hermano» que acompañó a Tito, famoso por su proclamación del Evangelio, fue [[Lucas el Evangelista|Lucas]] y que la proclamación del Evangelio sólo podía realizarse llevando consigo un libro que contuviera el Evangelio.
 
=== Argumento sobre el origen judío arameo de Lucas ===
Aunque el consenso sobre el origen griego del Evangelio de Lucas es amplio, Anderson considera tener suficientes argumentos para afirmar que la obra fue escrita originalmente en arameo, antes del año 70, y fue dirigida a [[Teófilo ben Anás]], sumo sacerdote (saduceo) entre los años 37 – 42 e.C., cuñado de Caifás.<ref>{{Cita libro |apellidos= Anderson H,R. |enlaceautor=Anderson H,R. |título=Theofilus, a proposal, Evangelical Qartery Vol 69-3 |año=1997}}</ref>
 
PetersonAnderson resalta ciertos datos internos que apuntan hacia la dirección de que el destinatario no podía ser un gentil, sino que debía ser un piadoso judío: evidencia que en la obra se presuponen conocimientos avanzados del judaísmo (por ejemplo los cambios de turnos de los sacerdotes [Lc 1:8-9]), se enfatizan algunas profecías del [[Antiguo Testamento]] y se presenta a Jesús y a cuantos le siguen como piadosos y devotos practicantes de la Ley de Moisés. El hecho de que el griego de Lucas sea más clásico que el de los otros evangelios, siempre a juicio de Anderson, no sería un obstáculo para esta teoría, pues también el griego del historiador [[Flavio Josefo]] era muy bueno (más que el de Lucas) y, sin embargo, Josefo mismo declaró en sus escritos que el idioma orginal de su obra fue el hebreo (''Antíquitates'', prefacio). A estas consideraciones se añade que, a juicio de algunos científicos, el fragmento [[4Q246]], escrito en arameo antes del año 70 d.C., sería una cita del Evangelio según san Lucas (Lc 1, 32-33. 35), convirtiéndose así en el testimonio más antiguo del Nuevo Testamento y una prueba de que la lengua original del Evangelio fue el arameo.
 
Hay que decir, sin embargo, que esta opinión no es seguida entre los estudiosos de Lucas, y que prácticamente no se encuentra reflejada en la literatura científica actual sobre el tercer Evangelio.