Diferencia entre revisiones de «Diatermancia»

Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 193.153.251.244 (disc.) a la última edición de Hiperfelix
Etiqueta: Reversión
Línea 43:
[[Archivo:Mozambique preflood.jpg|thumb|left|340 px|La extensa planicie de la cuenca del río Zambezi, en Mozambique, antes de las inundaciones tan severas del año 2000. Puede verse la escasez de nubes sobre la mayor parte del territorio que abarca la imagen de satélite. Las lagunas de la parte sur de la zona inundada (parte inferior de las imágenes) sirven de referencia de que el territorio representado en las dos imágenes viene a ser el mismo.]][[Archivo:Mozambique flood.jpg|thumb|340 px|El mismo territorio de la imagen anterior después de que las inundaciones de marzo del año 2000 crearan una especie de lago muy extenso pero de escasa profundidad. Puede verse en la imagen que sobre el territorio inundado casi no existen nubes por el fenómeno explicado de la toma de la imagen durante horas de la mañana, cuando las aguas de la zona inundada están absorbiendo la radiación solar y no convierten todavía ese calor de la radiación en evaporación lo que daría como resultado la formación de nubes.]]
 
Lo mismo que hemos visto con respecto a los ríos amazónicos puede verse también en el caso de una extensa zona inundada, aunque en gran parte de la misma la profundidad de las aguas sea bastante escasa. Más aún: como se explica en el artículo sobre los [[chubasco]]s, una lluvia producida por convección en una llanura deja el suelo mojado en una zona ovalada cuyo efecto sobre el tiempo meteorológico inmediato (uno o dos días) es de tipo anticiclónico y por lo tanto, aunque se presenten nuevas nubes de convección en el lugar, las posibles lluvias sobre esa zona ovalada serán muy escasas o nulas. Este es el motivo por el que las lluvias en la selva amazónica, por citar el área más extensa de clima ecuatorial, se reparten de manera relativammente homogénea en una región que tiene casi 10 millones de km<sup>2</sup>. Dicho reparto de la lluviosidad en una región tan extensa siempre intrigó a los geógrafos: [[Pablo Vila]], por ejemplo, señala en su libro ''Geografía de Venezuela'' que el origen de las lluvias tan frecuentes y abundantes en esta zona está en la elevada humedad ambiental debida a la lluviosidad y, en especial, a la transpiración y evaporación procedente de la vegetación, que se traducen en lluvias frecuentes y el clima de selva predominante.<ref>Pablo Vila. ''Geografía de Venezuela'', Tomo 1, pág. 231 y ss. (Los climas amazónicos). Caracas: Ediciones del Ministerio de Educación Nacional, 1960</ref>
 
Pero la explicación de este fenómeno es algo más compleja e involucra, además de la diatermancia del aire, al fenómeno conocido con el de la [[subsidencia (meteorología)|subsidencia]] del aire, es decir, al descenso del aire frío y seco. En cambio, las nubes se forman en los lugares donde hay [[convección]]
 
===Una explicación diferente sobre el caso de los grandes ríos===
Línea 55 ⟶ 57:
====Una nota sobre la explicación anterior====
[[Archivo:Grandcanyon pho 2013333.jpg|thumb|right|300 px|Niebla matinal en el Gran Cañón.]]
La cita anterior sólo se puede referir al [[efecto Föhn]] en las laderas de [[sotavento]], cuando una masa de aire húmedo que previamente había subido por la ladera de [[barlovento]] de una cordillera y se condensa formando nubes y lluvias denominadas [[lluvias orográficas|orográficas]], desciende ya por el otro lado cuando ya ha dejado su humedad, por lo que se calienta mucho, pero como es un aire seco, produce un efecto secante y, desde luego, no presenta nubes.
 
Sin embargo, al presentarse este fenómeno en la selva amazónica, donde no hay relieves que puedan producir el efecto fohenföhn, se debe interpretar como aquí se ha explicado previamente, es decir, que los rayos solares calientan primero la parte terrestre y mucho después, las aguas fluviales y el suelo mojado. Así, el suelo sólo tarda poco tiempo en calentarse al máximo, mientras que el agua tarda unas 10 horas o más en calentarse y va soltando después el calor, en forma de humedad por la evaporación de sus aguas: si no hay nubes sobre los ríos es porque la radiación solar está siendo absorbida por el agua y ésta no se evapora. Sólo aal mediafinal de la tarde o ya avanzada la noche, cuando ya el agua alcanza una cierta temperatura, secomienza evaporaa evaporarse lentamente y asciende formando nubes. Más aún, es muy frecuente ver (en los Llanos venezolanos es algo típico) las brumas o nieblas matinales sobre los ríos, fenómeno que se debe a la evaporación nocturna del agua caliente en un aire mucho más frío y, por lo tanto, más seco. El mismo fenómeno puede verse en Europa en un amanecer de un día invernal desde un avión: las nieblas matutinas ocupan las depresiones y la superficie de ríos, pantanos y lagos, mientras que en horas diurnas dichas superficies acuosas están libres de nubes. Y la imagen de la NASA de la neblina en el Gran Cañón es un ejemplo similar a los que se han indicado: la aparición de bancos de niebla en las depresiones se debe a la evaporación nocturna del agua superficial debido a que esa agua conserva más calor que el aire anticiclónico, más pesado y frío y, por lo tanto, más seco, que forma una especie de techo (como el techo de un invernadero) que sólo se abre cuando el calor solar evapora el agua que las forman, con lo que ese vapor asciende junto al calor de condensación resultante.
 
La comprensión de la idea subyacente de este artículo (la diatermancia) resulta fundamental para entender la estructura y dinámica de la atmósfera, aspectos en que, a pesar de la excelente información de primera mano que se tiene de la atmósfera en los tiempos actuales, gracias a los satélites artificiales y, en general, a los extraordinarios avances tecnológicos de fácil acceso para todos los interesados en el tema, todavía existen muchos aspectos poco investigados y numerosos problemas que se necesitan corregir, ampliar y mejorar.
Sin embargo, al presentarse este fenómeno en la selva amazónica, donde no hay relieves que puedan producir el efecto fohen, se debe interpretar como aquí se ha explicado previamente, es decir, que los rayos solares calientan primero la parte terrestre y mucho después, las aguas fluviales. Así, el suelo sólo tarda poco tiempo en calentarse al máximo, mientras que el agua tarda unas 10 horas o más en calentarse y va soltando después el calor, en forma de humedad por la evaporación de sus aguas: si no hay nubes sobre los ríos es porque la radiación solar está siendo absorbida por el agua y ésta no se evapora. Sólo a media tarde, cuando ya el agua alcanza una cierta temperatura, se evapora y asciende formando nubes. Más aún, es muy frecuente ver (en los Llanos venezolanos es algo típico) las brumas o nieblas matinales sobre los ríos, fenómeno que se debe a la evaporación nocturna del agua caliente en un aire mucho más frío y, por lo tanto, más seco. El mismo fenómeno puede verse en Europa en un amanecer de un día invernal desde un avión: las nieblas matutinas ocupan las depresiones y la superficie de ríos, pantanos y lagos. Y la imagen de la NASA de la neblina en el Gran Cañón es un ejemplo similar a los que se han indicado: la aparición de bancos de niebla en las depresiones se debe a la evaporación nocturna del agua superficial debido a que esa agua conserva más calor que el aire anticiclónico, más pesado y frío y, por lo tanto, más seco, que forma una especie de techo (como el techo de un invernadero) que sólo se abre cuando el calor solar evapora el agua que las forman, con lo que ese vapor asciende junto al calor de condensación resultante.
 
La utilidad de estos conceptos resulta evidente: los tornados, por ejemplo, se forman cuando existe un proceso de subsidencia en la parte frontal de una tormenta con nubes de gran desarrollo vertical, como los [[cumulonimbo]]s. Mientras que el aire frío y seco desciende desde un nivel superior al de las nubes más elevadas (parte superior de un cumulonimbo, p. e.), el aire cálido y húmedo de la superficie se eleva por convección en el mismo lugar, formando lo que podríamos decir la espiral de ascenso, que se ubica sobre la espiral de descenso de la columna de subsidencia. Se trata de una acción (el descenso del aire muy frío y pesado) y de una retroacción inmediata (el ascenso del aire más cálido y húmedo). Pero si en la trayectoria del tornado se encuentra un zona de subsidencia el tornado se debilita y desaparece inmediatamente.
La comprensión de la idea subyacente de este artículo (la diatermancia) resulta fundamental para entender la estructura y dinámica de la atmósfera, aspectos en que, a pesar de la excelente información de primera mano que se tiene de la atmósfera en los tiempos actuales, gracias a los satélites artificiales y, en general, a los extraordinarios avances tecnológicos de fácil acceso para todos los interesados en el tema, todavía existen muchos aspectos poco investigados y numerosos problemas que se necesitan corregir, ampliar y mejorar.
 
== El balance térmico en los océanos ==