Diferencia entre revisiones de «Jean-Jacques Rousseau»

Contenido eliminado Contenido añadido
Kst1712 (discusión · contribs.)
Sin resumen de edición
Etiquetas: Edición visual Edición desde móvil Edición vía web móvil
Deshecha la edición 109585129 de Kst1712 (disc.) Ortografía
Etiqueta: Deshecho
Línea 79:
[[Archivo:Social contract rousseau page.jpg|thumb|right|200px|Primera página de la publicación original en francés de ''[[El contrato social]]'']]
{{AP|El contrato social}}
Rousseau produjo uno de los trabajos más importantes de la época de la [[Ilustración]];<ref>Geary, P., Kishlansky, M., & O'Brien, P., ''Civilization in the West'', Combined Volume (MyHistoryLab Series) (7 ed.). Nueva York: Longman, 2007.</ref> a través de su ''[[El contrato social]]'', hizo surgir una nueva política.<ref>Caso, A., ''Rousseau. Filósofos y Moralistas Franceses'', México: Editorial Stylo, 1943, pp. 45-60</ref> Esta nueva política está basada en la ''volonté générale'', ('[[voluntad general]]'), y en el [[pueblo]] como depositario de la [[soberanía]]. Expone que la única forma de gobierno legal será aquella de un [[Estado]] [[republica]]no, donde todo el pueblo legisle; independientemente de la forma de gobierno, ya sea una [[monarquía]] o una [[aristocracia]], no debe afectar la legitimidad del Estado.<ref>Villa Verde, M. J., ''Rousseau y el pensamiento de las luces'', Madrid: Tecnos, 1987.</ref> Rousseau da gran importancia al tamaño del Estado, debido a que una vez la población del Estado crece, entonces la voluntad de cada individuo es menos representada en la voluntad general, de modo que cuanto mayor sea el Estado, su gobierno debe ser más eficaz para evitar la desobediencia a esa voluntad general.<ref name="Zhang_1"/>
 
En sus estudios políticos y sociales Rousseau desarrolló un esquema social, en el cual el poder recae sobre el pueblo, argumentando que es posible vivir y sobrevivir como conjunto sin necesidad de un último líder que fuese la autoridad. Es una propuesta que se fundamenta en la [[libertad]] natural, con la cual, Rousseau explica, ha nacido el hombre. En ''[[El Contrato Social]]'', Rousseau argumenta que el poder que rige a la sociedad es la voluntad general que mira por el bien común de todos los ciudadanos.<ref>Rodríguez, J. "Estado de derecho y democracia. Instituto Federal Electoral", s.f., recuperado Octubre 20, 2010, de www.ife.org.mx/documentos/DECEYEC/estado_de_derecho_y_democracia.htm</ref> Este poder solo toma vigencia cuando cada uno de los miembros de una sociedad se une mediante asociación bajo la condición, según expone Rousseau, de que «cCdaaCada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y cada miembro es considerado como parte indivisible del todo».<ref name="Contrato">Rousseau, Jean-Jacques (1762). ''El Contrato Social''. (varias ediciones).</ref> En fin, Rousseau plantea que la asociación asumida por los ciudadanos debe ser «capaz de defender y proteger, con toda la fuerza común, la persona y los bienes de cada uno de los asociados, pero de modo tal que cada uno de éstos, en unión con todos, solo obedezca a sí mismo, y quede tan libre como antes».<ref name="Contrato" />
 
La obra rousseauniana argumenta que esta asociación de los hombres no es algo natural.<ref name="Teoría">Iglesias, M., Aramberri, J., Zuñiga, L., ''Los Orígenes de la Teoría Sociológica'', Madrid, Akal, 1980.</ref> El hombre sale de su estado natural de libertad porque le surgen necesidades de supervivencia que le imponen la creación de algo artificial, ya que el hombre no es sociable por naturaleza y no nació para estar asociado con otros. Es voluntariamente que se unen los unos a los otros y fundamentan este vínculo con el desarrollo de la moralidad y la racionalidad para satisfacer las necesidades que la naturaleza le ha impuesto. La moral y la razón se hacen evidentes en la sociedad al establecer un modelo normativo capaz de crear un orden social que evite la dominación de unos sobre otros y que involucre una representación participativa de todos los miembros de la sociedad.<ref>Carracedo, J. (1987). [http://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/3/REPNE_058_214.pdf «Democracia y Legitimación del Poder en Rousseau.» ''Revista de estudios políticos'', 58, 215-242.] Consultado el 20 de octubre de 2010. </ref>
Línea 91:
El ideal político planteado por Rousseau en ''El Contrato Social'' se basa en la autonomía racional. Esta es la asociación que supone el reino de la ley común, en la cual cada uno de los asociados, al entregarse al pacto social, se obedece a sí mismo porque las leyes se fundamentan en la voluntad general, en la cual cada ciudadano es a su vez legislador, al deliberar públicamente en la creación de las reglas, y súbdito, al someterse libremente a la obediencia de las mismas.<ref name="Moreau" />
 
El ideal político de ''El Contrato Social'' puede realizarse bajo cualquier forma de gobierno. Rousseau argumenta que cualquier forma de gobierno es válida y legítima si se ejerce dentro de los parámetros regidos por la ley común. En su obra, Rousseau define una república como «“todo Estado regido por leyes, cualquiera que sea su forma de administració»”administración”.<ref name="Contrato" />
 
En el modelo político de Rousseau, el pueblo aparece en una doble dimensión, en la cual es sujeto y objeto del poder soberano.<ref name="Teoría" /> Cada individuo es sujeto de la soberanía porque entrega todos sus derechos a la comunidad, pero, al mismo tiempo, es objeto porque, al ser parte de un todo, se los entrega a sí mismo. Al establecerse este pacto, la soberanía reside en el pueblo y, como resultado, la misma es inalienable, indivisible, absoluta e infalible, ya que es contradictorio que el soberano como pueblo implemente algo contra sí mismo como súbdito.<ref name="Teoría" />
 
Lo que caracteriza el modelo político que Rousseau desarrolla en ''El Contrato Social'' es la idea clave roussoniana de «"voluntad general»". Tal voluntad se diferencia de la voluntad de todos por su carácter universalista y su aspecto normativo. No es una voluntad cualitativa, sino que se forma por una cualificación moral, en la cual se requiere que los hombres actúen de acuerdo a los intereses universalistas.<ref name="Teoría" /> Una vez se forma esta voluntad, su mandato es inapelable, ya que lo que persigue es el interés colectivo que no es diferente del interés individual. Es por ello que, si algún asociado intentase resistir la voluntad general, se verá obligado por el cuerpo social a obedecerle.
 
Rousseau concebía la [[democracia]] como un gobierno directo del pueblo. El sistema que defendía se basaba en que todos los ciudadanos, libres e iguales, pudieran concurrir a manifestar su voluntad para llegar a un acuerdo común, a un contrato social. En ''El contrato social'' diría que «toda ley que el pueblo no ratifica, es nula y no es ley» y que «la soberanía no puede ser representada por la misma razón que no puede ser enajenada». Como «"voluntad general»" no puede ser representada, defendía un sistema de [[democracia directa]] que inspira, hasta cierto punto, la [[constitución]] federal suiza de 1849.
 
La relación de las teorías de Rousseau con el [[nacionalismo]] moderno es uno de los temas abundados por la teoría política y la historia de las ideas. En sus obras, Rousseau planteó las bases para el nacionalismo moderno atribuyéndole los sentimientos de identificación con la república o sociedad a la cual el hombre se ha asociado, aunque argumentó que estos sentimientos solo hubiesen sido posibles en Estados pequeños y democráticos.<ref>Engel, S., «Rousseau and Imagined Communities.» ''The Review of Politics'', 67(3), 2005, 515-537. Recuperado de ''ProQuest Social Science Journals''. (Document ID: 900947981). Consultado el 20 de octubre de 2010.</ref>
Línea 103:
==== De la soberanía y las leyes ====
 
Rousseau consideraba que toda aquella persona que participe del contrato social es soberano, por ende es un bien común el que se obtiene a través de este contrato. Por esta razón no puede existir una distinción entre soberano e individuo y se debe legislar bajo la voluntad general. Este tipo de gobierno comienza una vez el pueblo ha madurado moral y políticamente para lograr comprender e implementar la voluntad general, y que esta sea libre de interferencias.<ref>Putterman, E., "Rousseau on Agenda-Setting and Majority Rule". ''The American Political Science Review'', 97(3), 2003, 459-469. Recuperado de ''ProQuest Social Science Journals''. (Document ID: 1195355301). Consultado el 20 de octubre de 2010. </ref> Debido a esto, la ley siempre es general, porque considera a las acciones y a las masas, nunca a un individuo. Acerca de las leyes, Rousseau, hace una diferenciación entre la voluntad general y la voluntad común. Y estas leyes o contratos no pueden ser creados por la voluntad común, debido que la voluntad común puede ser buena o mala, pero esta no necesariamente se dirige hacia la voluntad general, cuyo fin es el bien común.<ref name="Zhang_1">Zhang, H. (s.f.). [http://www.som.yale.edu/Faculty/sunder/Phdaccountingcontrol/RousseauReveiwZhandoc ''On “The Social Contract” by Rousseau''.] Yale University. Consultado el 20 de octubre de 2010. </ref>
 
Estas leyes son divididas entre las Fundamentales, Civiles y Criminales:<ref name="Zhang_1"/>
Línea 112:
==== De la desigualdad entre los hombres ====
 
Rousseau planteó algunos de los precedentes políticos y sociales que impulsaron los sistemas de gobiernos nacionales de muchas de las sociedades modernas<ref>GINER, S., ''Historia del Pensamiento Social'', capítulo XII: "Jean-Jacques Rousseau" (pp. 371-374). Barcelona: Ariel, 2008.</ref> estableciendo la raíz de la desigualdad que afecta a los hombres; para él, el origen de dicha desigualdad era a causa de la constitución de la ley y del derecho de [[propiedad]] produciendo en los hombres el deseo de posesión. A medida que la especie humana se fue domesticando, los hombres comenzaron a vivir como [[familia]] en cabañas y acostumbraban ver a sus vecinos con regularidad. Al pasar más tiempo juntos, cada persona se acostumbró a ver los defectos y virtudes de los demás, creando el primer paso hacia la desigualdad:. «Aquel que mejor cantaba o bailaba, o el más hermoso, el más fuerte, el más diestro o el más elocuente, fue el más considerado».<ref>Rousseau, J. (1754). ''Discourse on the Origin of Inequality''. Minnesota: Filiquarian Publishing</ref> En este aspecto, la formación de la sociedad hizo necesaria la creación de entidades que regularan los derechos y deberes de los hombres, perdiendo estos así la libertad de tomar posesión de lo que tenían a mano, y los adoctrinó a olvidarse de sus antiguos sentimientos y manera de vivir sencilla y los impulsó a superar a sus semejantes provocando la pérdida de la igualdad, o mejor dicho, dando nacimiento a la desigualdad.<ref name="Rousseau_1">Rousseau, J., ''El Contrato Social'', Valladolid, Maxtor, 2008.</ref><ref>Rousseau, J.-J., ''Origen de la desigualdad entre los hombres''. Río Piedras: Editorial EDIL, 2002.</ref>
 
En su estudio sobre la desigualdad, estableció las diferencias entre el hombre civilizado y el hombre salvaje, determinando que las situaciones que estos enfrentaban en su diario vivir definían su comportamiento con los demás. El hombre civilizado, motivado por un deseo de ser superior a los otros, crea una especie de antifaz que le presenta al mundo, con el propósito de crear distinción entre ellos y los demás.<ref>Dent, N. (2005). ''Rousseau'', Nueva York: Taylor and Francis Group</ref> En esta nueva sociedad, «lasLas almas no son ya visibles, ni la amistad posible, ni la confianza duradera, porque ya nadie se atreve a parecer lo que es». En este mundo artificial, la comunicación humana se hizo imposible.<ref>Rousseau, J., ''Carta a D'Alembert''. Chile: LOM Ediciones, 1996.</ref> El hombre salvaje no presentaba este problema, él no vivía en sociedad porque no lo necesitaba, pues la naturaleza le proporcionaba todas sus necesidades.<ref>Bobbio, N., ''Estado, gobierno y sociedad: sociedad civil como sociedad Civilizada'', 2001 pp. 1-17.</ref> Cuando sentía hambre contaba con los animales de la selva para saciarla, al anochecer buscaba refugio en una cueva, su relación con los demás se llevaba en armonía, siempre que ambas partes así lo requirieran y que no se presentaran conflictos, y así mismo todos por igual tenían derecho a una parte de las tierras que habitaban. Según Rousseau, a medida que el hombre salvaje dejó de concebir lo que la naturaleza le ofrecía como lo prescindible para su subsistencia, empezó a ver como su rival a los demás hombres, su cuerpo no fue más su instrumento, sino que empleó herramientas que no requerían de tanto esfuerzo físico, limitando por ello sus acciones y concentrándose en el mejoramiento de otros aspectos de su nueva forma de vida, transformándose así en el hombre civilizado.
 
En el ''Origen de la desigualdad entre los hombres'', afirma: «tal“tal es, en efecto, la causa de todas estas diferencias: el salvaje vive para sí mismo; el hombre social, siempre fuera de sí, no sabe vivir más que en la opinión de los demás; y de ese único juicio deduce el sentimiento de su propia existencia»existencia”. Esta naturaleza humana, que Rousseau supone del hombre salvaje, no es sino una hipótesis de trabajo, pues él mismo admite en esta obra que no es posible mostrar que dicho estado salvaje haya existido.<ref>Trujillo, R., "Hombre, moral y ciudadanía en Jean-Jacques Rousseau", ''Revista intercontinental de Psicología y Educación''. Vol. 11, N. 1, 2009 pp. 77-94.</ref>
 
A pesar de que algunos de sus escritos parecían atacar la estructura de la sociedad,<ref>Rousseau, J.-J., ''Origen de la desigualdad entre los hombres''. Río Piedras: EDIL, 2002.</ref> este era, según Rousseau, el modo de pensar de sus adversarios, como lo expresa aquí «¿en qué quedamos? ¿Es preciso destruir la sociedad, confundir lo tuyo y lo mío y volver a vivir en las selvas como los osos? Esta es una consecuencia del modo de pensar de mis adversarios, que tanto me gusta prevenir como dejarles la vergüenza de deducirla»deducirla”. Su intención no fue la de desmantelar dicha potencia, sino el de hacer de la misma una comunidad de igualdad donde todos tuvieran la libertad para expresar su pensar y tomar las decisiones que beneficien a todos, como se puede apreciar en ''El Contrato Social''.<ref name="Rousseau_1">Rousseau, J., ''El Contrato Social'', Valladolid, Maxtor, 2008.</ref>
 
==== De la formación del hombre ====
 
Rousseau hace un estudio de la formación del hombre individual antes de éste «"ingresar a la sociedad»", con sus primeras obras que incluyen: ''[[Discurso sobre las ciencias y las artes]]'', ''[[Ensayo sobre el origen de las lenguas]]'' y ''[[Emilio, o De la educación]]''. En la primera y en la segunda, Rousseau identifica los vicios y las virtudes, y en la tercera propone encaminar al hombre a la virtud haciendo a un lado los vicios.
 
Una de las definiciones: Vicio: lo artificial, las artes: las [[letras]], las [[Idioma|lenguas]], [[música]].<ref> Music and origins of language. Theories from the French Enlightenment.(1995) </ref>las [[ciencias]], excesivo uso de [[razón]], expresión de sentimientos que no existen.<ref> El ensayo sobre el origen de las lenguas. Akal editor. (1980).</ref> «"palabras vacías»",<ref>Discurso sobre las ciencias y las Artes. Aguilar Argentina S.A. de Ediciones.(1980)</ref> la [[armonía]]; virtud: lo puro, natural, la [[melodía]], expresión sincera de sentimientos y el "conocimiento necesario".<ref>''Emile: or, concerning Education''. D.C. Heath & Co. Publishers (1883). </ref>
 
Las artes, según Rousseau, traen el conocimiento que hace al individuo comportarse de una manera para «"ser de agrado a los demás»", y no es un comportamiento natural;<ref>''Discurso sobre las ciencias y las Artes'', Aguilar Argentina, 1980.</ref> en vez de crear una unión entre seres humanos, crean la desigualdad entre ellos. Se crea una esclavitud a ellas y una esclavitud entre los hombres, se explica con su famosa cita: «"las ciencias, las letras y las artes, menos despóticas y más potentes acaso, tienden guirnaldas de flores sobre las cadenas de hierro de que están cargados, sofocan en ellos el sentimiento de esa libertad original para la que parecían haber nacido»". Por lo que entra la educación, que involucra a las artes como parte del proceso, sin uso excesivo de ellas,<ref>''Emile: or, concerning education''. D.C. Heath & Co. Publishers (1883).</ref> a «"transformar al individuo liberándolo de las perversiones»".<ref> Rousseau y la nostalgia: la política como estética y liberación. (2005) Víctor Hugo Martínez. ''Revista mexicana de Ciencias Políticas y sociales''. Septiembre-diciembre, año/vol. XLVII, número 195 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=42119502 </ref>
 
==== De la mujer y su papel en sociedad ====
Línea 132:
Rousseau aunque en un primer momento parece obviar al género femenino no es que lo ignore, sino que va definiendo su papel en sociedad como mero acompañante del ser humano que debe poseer todos los derechos, el hombre.
 
En sus primeros ''Discursos'' apenas la nombra. Cuando habla de hombres de ciencia y racionalistas, criticándolos, se dirige solo a estos, pues a la mujer no le era permitido participar en este tipo de actividades. En el ''Discurso sobre la desigualdad'' añora esa ley natural del ser humano en el estado de naturaleza. En él tampoco hace referencia al género femenino, sin embargo, esta ley natural le servirá de base, posteriormente, para justificar y argumentar a favor de esa posición de la mujer como mero apéndice del hombre, del lugar que debe ocupar en sociedad «por“por naturaleza»naturaleza”. En ''La nueva Eloísa'' reproduce ese modelo de hembra ideal, representada por Julia, la baronesa de d´Hochetat, mujer virtuosa donde las haya cuyo deber y máxima aspiración es cumplir las apariencias, ser virtuosa y evitar la censura en sociedad.
 
En el ''[[Emilio, o De la educación|Emilio o de la educación]]'' toda la riqueza de su aportación a la educación de la época en la que se tiene en cuenta al niño como persona en sí misma, no como mero boceto de preparación para la adultez, queda desvalorizado cuando se trata de las niñas. Un determinismo natural pauta su educación, enfocada a agradar al macho y darle hijos, o sea, a ser madre y esposa como función vital. Sofía, esposa de Emilio, será más o menos libre y se casará por amor, pero su crecimiento como persona estará condicionado al papel que se le asigna al lado de Emilio.