Diferencia entre revisiones de «T»

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m →‎Pronunciación: ortografía de "el porqué",)
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En medio de sus características generales, la ''T'', como las demás consonantes plosivas, ofrece una intensidad articulatoria diferente según el lugar que ocupa dentro de la palabra. Así, la ''T'' es producida con más fuerza en posición inicial absoluta de palabra y al principio de sílaba precedida de otra consonante que no lo es cuando se encuentra situada entre dos vocales. La ''T'' en: tiempo, temible, toma, arte, partido, contra, etc., posee una intensidad de articulación mayor que en vocablos como: pato y pito.
 
Este aflojamiento en la intensidad de la articulación de ''T'' entre dos vocales, explicable por el carácter abierto de dichos sonidos, es el que explica también el por quéporqué la ''T'', en la posición dicha, manifiesta una etapa de evolución histórica más pronunciada que en otras. Así, tenemos que la ''T'' del latín, en posición intervocálica, no se conserva como ''t'', como ocurre en la posición inicial (''tempus'' da tiempo, ''tantum'' da tan, ''timere'' da temer, etc.), sino que a través de modalidades fonéticas sucesivas se convierte en ''d'' en castellano (''pratum'' da prado, ''acutum'' da agudo, ''amatum'' da amado, etc.), y, en algunos idiomas, por ejemplo en el francés, llega incluso a desaparecer completamente (''rotam'' da en español rueda, en francés ''roue''; ''setam'' da en español ''seda'', en francés ''soie'', etc.).
 
Se ha dicho que la ''T'' es un fonema de articulación post-dental. Ello, como cosa general, y en particular para el español. Porque es innegable que en algunos idiomas dicha consonante asume un carácter de articulación pronunciada más hacia dentro de la cavidad bucal, de modalidad alveolar y a veces prepaladial, lo que explica que la emisión de la consonante vaya seguida de una especie de desgaje espiratorio representable por una ''h'' aspirada. Nótese que esto no es lo normal en las lenguas neolatinas. Como fenómeno peculiar de éstas, sobre todo en sus representantes el francés y el español, consígnese la pérdida de la ''t'' cuando originariamente forma grupo con ''r''. La observación de ejemplos típicos, como ''patrem, matren, fratrem, petram'', etc., en sus reflejos padre (de ''páere''), madre (de ''mare''), y en francés ''père, mère, frère, pierre'', ilustran suficientemente el caso.