Diferencia entre revisiones de «Carmen Kurtz»
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Se han añadido comentarios sobre su novela "Duermen bajo las aguas", así como de su condición de escritora comprometida con la situación de la mujer en la posguerra española. |
Añadido comentarios sobre sus novelas " Las algas", "La vieja ley" y "Al lado del hombre". |
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Línea 19:
El hecho de transcurrir en un país extranjero y de que se tratase de la II guerra mundial y no de la guerra civil española, fueron argucias para evitar problemas con la censura.Resulta especialmente bello el párrafo que alude al título de la novela, donde expresa que lo que duerme bajo las aguas son las palabras no dichas, las que quedaron en el recuerdo, “las ahogadas”, pues toda expresión que debió decirse y queda en el silencio lo es. Las ideas, que tienen vida por medio de las palabras, han de respirar siendo dichas y no “dormir bajo las aguas”.
En su novela “La vieja ley” (1956), critica el modo de educar a las niñas en España. "La educación comienza desde la educación misma, ya que solo teniendo conocimiento se puede elegir". Kurtz se rebela contra la educación del régimen franquista por medio de las instituciones creadas al efecto, que inculcaba a las niñas unas ideas de obediencia y sumisión al varón que las convertiría en esclavas, no pudiendo ser dueñas ni de sus propios cuerpos en materia de sexualidad o maternidad, convirtiéndose además en semillero de nuevas generaciones que serían educadas de la misma manera.
En su novela “Las algas” (1966), cuyo argumento se desarrolla en la época estival en un pueblo de la Costa Brava, nos cuenta la historia de una mujer, pero desde la perspectiva de un hombre (otra forma de eludir la censura). El protagonista se enamora de la mujer, diez años mayor que ella, pero pronto se cansa de ella y tiene una aventura con otra mujer más joven. Finalmente ambos, acaban yéndose, primero él, luego ella. Presenta el amor de la mujer como comprometido y sincero, en contraste con el del personaje masculino.
Los temas de la infidelidad, adulterio y sumisión son denunciados por la autora en busca de un cambio desde las leyes mismas, que permitan a la mujer ser libre.
En otras obras, como “Al lado del hombre” (1961), vemos la transgresión del canon de la novela rosa para transmitir su mensaje y, en “Detrás de la piedra” (1958), se justifica el divorcio.
Estos son ejemplos del empeño de esta escritora en aportar con su trabajo, una mejora en la condición social de la mujer.
Al año siguiente obtuvo el [[Premio Planeta]] con ''El desconocido''.
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