Diferencia entre revisiones de «Trastorno mental»

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Etiqueta: Reversión
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|pmc= 4436816
|tipo=Revisión}}</ref><ref name=BonnotKlunemann2014>{{cita publicación
|tipo=Revisión}}</ref> El hecho de presentar una sección específica destinada a trastornos que suelen diagnosticar-
|autores= Bonnot O, Klünemann HH, Sedel F, Tordjman S, Cohen D, Walterfang M
 
|título= Diagnostic and treatment implications of psychosis secondary to treatable metabolic disorders in adults: a systematic review
se por primera vez durante la infancia, la niñez o la adolescencia es sólo una cuestión de conve-
|año= 28 de abril de 2014
 
|publicación= Orphanet J Rare Dis
niencia, y no se pretende sugerir que exista alguna distinción clara entre trastornos «infantiles» y
|volumen= 9
 
|página=65
«adultos». Aunque la mayor parte de los sujetos con estos trastornos se presentan en la asistencia
|doi=10.1186/1750-1172-9-65
 
|url= https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24775716
clínica durante la infancia o la adolescencia, a veces los trastornos en cuestión no se diagnostican
|pmid= 24775716
 
|tipo=Revisión}}</ref>
hasta la etapa adulta. Además, varios trastornos incluidos en otros apartados de este manual sue-
 
len tener su inicio durante la infancia o la adolescencia. Al evaluar a un niño o a un adolescente,
 
el clínico debe tener en cuenta los diagnósticos incluidos en este apartado, pero también los que
 
se describen en otras secciones de este manual. Los adultos pueden ser diagnosticados asimismo
 
de trastornos incluidos en este apartado si su presentación clínica satisface criterios diagnósticos
 
relevantes (p. ej., tartamudeo, pica). Por otro lado, si un adulto tuvo en su niñez síntomas que cum-
 
plían todos los criterios diagnósticos de un trastorno, pero ahora presenta éste de forma atenuada
 
o residual, puede indicarse con la especificación «en remisión parcial» (p. ej., trastorno por défi-
 
cit de atención con hiperactividad, tipo combinado, en remisión parcial). En la mayor parte de los
 
trastornos DSM-IV (pero no en todos) se presenta una tabla de criterios que se aplica tanto a ni-
 
ños como a adolescentes y a adultos (p. ej., si un niño o un adolescente tienen síntomas que cum-
 
plen los criterios de trastorno depresivo mayor, se les asignará este diagnóstico prescindiendo de
 
su edad). Las variaciones en la presentación de un trastorno atribuibles a etapas del desarrollo se
 
describen bajo el epígrafe «Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo».
 
 
 
 
 
específica destinada a trastornos que suelen diagnosticar-
 
se por primera vez durante la infancia, la niñez o la adolescencia es sólo una cuestión de conve-
 
niencia, y no se pretende sugerir que exista alguna distinción clara entre trastornos «infantiles» y
 
«adultos». Aunque la mayor parte de los sujetos con estos trastornos se presentan en la asistencia
 
clínica durante la infancia o la adolescencia, a veces los trastornos en cuestión no se diagnostican
 
hasta la etapa adulta. Además, varios trastornos incluidos en otros apartados de este manual sue-
 
len tener su inicio durante la infancia o la adolescencia. Al evaluar a un niño o a un adolescente,
 
el clínico debe tener en cuenta los diagnósticos incluidos en este apartado, pero también los que
 
se describen en otras secciones de este manual. Los adultos pueden ser diagnosticados asimismo
 
de trastornos incluidos en este apartado si su presentación clínica satisface criterios diagnósticos
 
relevantes (p. ej., tartamudeo, pica). Por otro lado, si un adulto tuvo en su niñez síntomas que cum-
 
plían todos los criterios diagnósticos de un trastorno, pero ahora presenta éste de forma atenuada
 
o residual, puede indicarse con la especificación «en remisión parcial» (p. ej., trastorno por défi-
 
cit de atención con hiperactividad, tipo combinado, en remisión parcial). En la mayor parte de los
 
trastornos DSM-IV (pero no en todos) se presenta una tabla de criterios que se aplica tanto a ni-
 
ños como a adolescentes y a adultos (p. ej., si un niño o un adolescente tienen síntomas que cum-
 
plen los criterios de trastorno depresivo mayor, se les asignará este diagnóstico prescindiendo de
 
su edad). Las variaciones en la presentación de un trastorno atribuibles a etapas del desarrollo se
 
describen bajo el epígrafe «Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo». En la pági-
 
na 640 se exponen algunas cuestiones relacionadas con el diagnóstico de los trastornos de la per-
 
sonalidad en niños o adolescentes.
 
se por primera vez durante la infancia, la niñez o la adolescencia es sólo una cuestión de conve-
 
 
 
clínica durante la infancia o la adolescencia, a veces los trastornos en cuestión no se diagnostican
 
hasta la etapa adulta. Además, varios trastornos incluidos en otros apartados de este manual sue-
 
len tener su inicio durante la infancia o la adolescencia. Al evaluar a un niño o a un adolescente,
 
el clínico debe tener en cuenta los diagnósticos incluidos en este apartado, pero también los que
 
se describen en otras secciones de este manual. Los adultos pueden ser diagnosticados asimismo
 
de trastornos incluidos en este apartado si su presentación clínica satisface criterios diagnósticos
 
relevantes (p. ej., tartamudeo, pica). Por otro lado, si un
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dependiendo del concepto de [[enfermedad]] que se utilice, algunos autores consideran más adecuado utilizar en el campo de la [[salud mental]] el término ''trastorno mental'' (que es el que utilizan los dos sistemas clasificatorios de la psicopatología más importantes en la actualidad: la [[CIE-10]] de la [[Organización Mundial de la Salud]] y el [[Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales|DSM-IV]]-TR de la [[Asociación Estadounidense de Psiquiatría]]), sobre todo en aquellos casos en los que la etiología biológica no está claramente demostrada. Además, el término ''enfermedad mental'' puede asociarse a [[Estigma (sociología)|estigmatización social]]. Por estas razones, este término está en desuso y se usan más ''trastorno mental'' o ''[[psicopatología]]''. Sin embargo, el término ''trastorno mental'' también ha sido objeto de controversia y crítica. En su ''Diccionario de Psicopatología Fantástica,'' [[José Retik]] crea entidades psicopatológicas fantásticas inventando sus propias patologías<ref>{{Cita web|url=http://www.dib.com.ar/noticia.php?noticia=9334|título=Diarios Bonaerenses|fechaacceso=9 de julio de 2018|sitioweb=www.dib.com.ar|idioma=en}}</ref>. No fue el primero en realizar este ejercicio. En 1995, al psiquiatra Ivan Goldberg, afincado en Nueva York, se le ocurrió gastar una broma. Había leído la cuarta edición del ''Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales'' ([[Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales|DSM]], en inglés), la Biblia de la psiquiatría moderna, y decidió animarse con una parodia. Se inventó una enfermedad. La llamó "desorden de adicción a Internet" (IAD, en inglés)<ref>{{Cita noticia|apellidos=País|nombre=Ediciones El|título=Reportaje {{!}} El mito de la adicción a Internet|url=https://elpais.com/diario/2010/05/27/ciberpais/1274927065_850215.html|fecha=27 de mayo de 2010|fechaacceso=9 de julio de 2018|periódico=El País|issn=1134-6582|idioma=es}}</ref>. Se ha demostrado que tanto el estrés como los problemas psicológicos o psiquiátricos provocan malos hábitos alimenticios y esta mala [[nutrición]] causa diversos trastornos de salud y empeora la salud mental, en una especie de círculo vicioso.<ref name="LoganJacka2014">{{Cita publicación
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No se conoce la causa exacta de los trastornos mentales, si bien todo parece indicar que se trata del resultado de una compleja interacción entre diversos factores biológicos, sociales y psicológicos.<ref name=OMStrastornosmentales /><ref name=OMSdepresion /><ref name=Kendler2012 /><ref name=TestaGiannuzzi2013_2 /><ref name=TestaGiannuzzi2013_3 /> Las puntuaciones altas en neuroticismo rasgo de la personalidad son predictivos para el desarrollo de todos los trastornos mentales comunes.<ref name="NeuroticismMA">{{cita publicación |autor= Jeronimus et al.| año = 2016 | título = Neuroticism's prospective association with mental disorders: A meta-analysis on 59 longitudinal/prospective studies with 443 313 participants | publicación = Psychological Medicine | url = http://dx.doi.org/10.1017/S0033291716001653 | doi=10.1017/S0033291716001653 | pmid=27523506}}</ref>
 
Al menos una parte de los casos de ciertos trastornos psiquiátricos son secundarios a una causa orgánica, cuyo tratamiento puede ayudar a la mejoría de los síntomas o incluso a la recuperación funcional parcial o total.<ref name=AldaGabaldon2006 /><ref name=TestaGiannuzzi2013_3 /><ref name=JacksonEaton2012 /><ref name=DemilySedel2014 /><ref name=FeliceMoloney2015 /><ref name=SwiergielJuszczak2015 /><ref name=BonnotHerreraseptiembre2015 /><ref name=BonnotHerreramayo2015 /><ref name="BonnotKlunemann2014">{{cita publicación|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24775716|título=Diagnostic and treatment implications of psychosis secondary to treatable metabolic disorders in adults: a systematic review|autores=Bonnot O, Klünemann HH, Sedel F, Tordjman S, Cohen D, Walterfang M|publicación=Orphanet J Rare Dis|volumen=9|página=65|doi=10.1186/1750-1172-9-65|pmid=24775716|año=28 de abril de 2014|tipo=Revisión}}</ref> Actualmente, se ha demostrado que las persona sometidas a situaciones de estrés, tensión emocional o problemas psicológicos o psiquiátricos descuidan la alimentación y caen en malos hábitos alimenticios. Esta mala [[nutrición]] causa diversos trastornos de salud y empeora la salud mental, en una especie de círculo vicioso. La mala salud física es un factor particularmente importante que predice una mala salud mental. Los trastornos de la salud mental están claramente relacionados con las denominadas "[[enfermedades de la civilización]]", compartiendo multitud de vías fisiopatológicas, incluidas las alteraciones del [[sistema inmunitario]] y el [[estrés oxidativo]]. En cualquier especialidad médica, desde [[cardiología]] y [[dermatología]] hasta [[gastroenterología]] y [[reumatología]], la salud mental es una variable de importancia. Sin embargo, las investigaciones recientes concluyen que la nutrición no solo afecta directamente las condiciones tratadas en diversas disciplinas médicas, sino que también tiene el potencial de influir (mejorando o empeorando) en los trastornos mentales.<ref name="LoganJacka2014" />
 
Existen pruebas que confirman la implicación de factores genéticos en ciertos trastornos psiquiátricos. Concretamente, se han identificado 134 genes (206 variantes) que se asocian con un mayor riesgo de desarrollar [[trastorno depresivo mayor]], [[trastorno de ansiedad|trastornos de ansiedad]], [[esquizofrenia]], [[trastorno bipolar]] y [[trastorno por déficit de atención con hiperactividad]]. Los avances más significativos se han producido en el estudio de la esquizofrenia, con 50 genes identificados. En contraposición, solo se han encontrado 3 genes implicados en los trastornos de ansiedad.<ref name=GattBurton2015>{{cita publicación