Diferencia entre revisiones de «Bartolomé de las Casas»

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|sucesor0 = Antonio Montesino
|predecesor = [[Juan de Arteaga y Avendaño]]
|sucesor = [[ Antonio Montesino]] [[O.P.]]
|ordenación = 1506
|consagración = 30 de marzo de 1544 por<br />[[Jerónimo de Loayza]] O.P.
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== Datos familiares ==
 
Cuando el [[Monarca|rey]] [[Fernando III de Castilla]] [[Reconquista de Sevilla|reconquistó Sevilla]] en [[1248]], recibió apoyo internacional para su [[cruzada]], y en sus tropas se encontró con un [[caballero]] [[Francia|francés]] de la estirpe del [[Conde de los Limonges]], cuyo nombre era Bartolomé de Casaux. Tras la reconquista de la ciudad se estableció en ella y cambió su apellido Casaux por Las Casas.<ref name=familia>Anabitarte, op.{{esd}}cit. pp. {{esd}}23-24</ref> Según uno de sus biógrafos, esta familia era de origen [[judeoconverso]],<ref>{{harvcoltxt|Giménez Fernández|1971|p=67}}</ref> aunque otros anteriores afirmaron que eran [[cristianos viejos]].<ref name="Wagner Parish 1967 p1–3" />
 
El rey [[Alfonso XI de Castilla]] nombró a un miembro de la familia Las Casas como "fiel [[Regidor (Corona de Castilla)|regidor]] de las ordenanzas reales y como regidor número 24 del reino". Este número quedó unido a la familia hasta el siglo XVII, sucediéndose esa línea familiar en el ejercicio del cargo. Además, miembros de la familia Las Casas fueron nombrados en varias ocasiones para el cargo de [[tesorero]] mayor de [[Andalucía]].<ref name=familia />
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== Infancia y juventud ==
 
De acuerdo con [[Antonio de Remesal]], su primer [[biógrafo]], Bartolomé de las Casas nació en Sevilla en 1474. Sin embargo, las investigaciones de [[Helen Rand Parish]] y Harold E. Weidman en 1976 determinaron que la fecha más probable de su nacimiento fue el 11 de noviembre de 1484 en [[Triana (Sevilla)|Triana]], Sevilla.<ref>Pérez, op.cit. p.9</ref> [[Juan Antonio Llorente]], en su compendio de obras de fray Bartolomé de 1822, dice que fue en 1474 y que probablemente fue el 24 de agosto por ser el día de la celebración del martirio del Apóstol San Bartolomé, y ser un uso muy general en España poner a los niños el nombre del santo que la iglesia diocesana celebra el día del nacimiento cuando no se dé el nombre del padre, que no se da en este caso porque el padre se llamaba Antonio.<ref>Llorente, op. {{esd}}cit., p. {{esd}}15</ref>
 
Pudo haber nacido en alguna de estas tres parroquias: la de San Lorenzo, la de San Vicente o la de la Magdalena, en Sevilla. Fue bautizado en la Catedral. Debió vivir su infancia oyendo hablar mucho de las batallas de la [[Reconquista]] en las que habían participado sus familiares y, cuando los [[Reyes Católicos]] se instalaron en Sevilla, su tío [[Alfonso de Las Casas]] era uno de los ocho caballeros que portaban las varas del palio bajo el que entraron.
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Al saber la reina [[Isabel I de Castilla]] que Colón estaba haciendo [[esclavo]]s a los indios, ordenó que no se tratara así a sus súbditos, sino como otros súbditos de la [[Corona (derecho)|corona]], y ordenó que se castigara con la pena de muerte a todo aquel que tuviera indios como esclavos. Esto privó a Bartolomé de Las Casas del servicio de su indio. Colón argumentaba que los indios esclavos solamente eran los que se habían hecho prisioneros en "guerra justa" y que las costumbres de estos eran [[pagana]]s y a veces [[caníbal]]es y que bien estaba traerlos a [[Corona de Castilla|Castilla]] para así quitarlos de esas costumbres. La reina respondió que se afanara por convertirlos al cristianismo en sus tierras. Isabel falleció en [[1504]] y en su [[testamento]] pidió que se tratara bien y justamente a los indios, sin hacerles ofensas.
 
Alrededor de [[1500]] Bartolomé terminó sus estudios en Salamanca y consiguió una plaza como [[doctrinero]] en una expedición a las Indias que partió del puerto de [[Sanlúcar de Barrameda]] el 13 de febrero de [[1502]]. Para algunos historiadores, esto lo hizo para hacer méritos para ser [[fraile]] y para otros lo hizo para atender los negocios de [[terrateniente]] que su padre había dejado en el [[Caribe (región)|Caribe]]. Esa expedición estaba comandada por [[Antonio Torres]] y llevaba consigo a [[Nicolás de Ovando]], que iba a relevar en su puesto de [[Gobernador]] de [[La Española]] a [[Francisco de Bobadilla]]. Bobadilla había sido enviado antes como juez pesquisidor para investigar a Colón, había arrestado a Cristóbal Colón y se había proclamado gobernador, llevando a cabo una serie de políticas de privatización de las tierras descubiertas y repartimiento de [[encomienda]]s. La llegada de Bartolomé de Las Casas a la isla se produjo el 15 de abril de 1502.<ref name="OGorman"/>
 
Dentro de las actividades económicas que realizaban los [[Encomienda|encomenderos]], las de caza y trabajo en el campo para sus amos eran más llevaderas. Sin embargo, la actividad que más justificaba la presencia española en la isla era la búsqueda de [[oro]], y esta era la actividad más dura.
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La prédica generó grandes protestas en la isla, y Diego Colón se dirigió a hablar con fray Pedro de Córdoba al convento de los dominicos para que expulsara de la isla a fray Antonio o que, al menos, diera a la semana siguiente un sermón más suave que apaciguara los ánimos. Gran sorpresa fue que, al domingo siguiente, la prédica fue mucho más beligerante por los indios y dio cinco principios: que las leyes de la religión están por encima de las leyes de los particulares y del Estado, que no existen diferencias raciales ante los ojos de [[Dios]], que la esclavitud y la servidumbre son ilícitas, que se debía restituir a los indios su libertad y bienes y que se debían convertir a los indios al cristianismo con el ejemplo.
 
Varios encomenderos y religiosos se quejaron al rey [[Fernando el Católico]] y le solicitaron la expulsión de los dominicos. El [[provincial]] de los dominicos de Castilla, [[Alfonso de Loaysa]], llegó a pedir a fray Pedro de Córdoba que dejasen esa actitud, porque corrían el riesgo de que la orden fuera expulsada del [[Nuevo Mundo]]. Desde La Española fue enviado a España un representante de los encomenderos, el [[franciscano]] fray [[Alonso de Espinar]], y los dominicos mandaron a Antonio de Montesinos. El rey Fernando los escuchó a los dos y ordenó que se hiciera una [[conferencia|junta]] para estudiar la situación de los indios. De esta junta, reunida en [[Burgos]] en [[1512]], y de la posterior en [[1513]], surgieron las primeras normas para defender a los nativos,<ref name=encomenderos>Anabitarte. p. {{esd}}51</ref> y con todas las normas posteriores pasaron a constituir las [[Leyes de Indias]], la primera legislación de [[derechos humanos]] de la historia. Aunque su aplicación en el Nuevo Mundo era muchas veces pasada por alto.
 
Tras aquel sermón, a Las Casas se le negó la [[Absolución (cristianismo)|absolución]] debido a que en esa época aún mantenía su [[Repartimiento de indios|repartimiento]] indígena.<ref>Pérez, op.cit. p.22-23</ref>
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== Viaje a Cuba ==
 
En [[1511]], Diego Colón decidió que era el momento de explorar el interior de la cercana isla de [[Cuba]]. El capitán Diego Velázquez Cuéllar preparó una expedición de 300 hombres en cuatro naves, que partieron del Puerto de [[Salvatierra de Sabana]] rumbo a [[Maisí]], provincia al este de Cuba, y desembarcaron en el llamado Puerto de la Palma.
 
Sin embargo, el cacique [[Hatuey]] había huido de La Española en la guerra contra Cotubano y había organizado la resistencia en Cuba. Los indios iniciaron una guerra descarnada contra los españoles en Cuba que duró tres meses, y que finalizó con el exterminio de los indios rebeldes.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}52</ref> Era preciso cristianizar al resto, por lo que, a solicitud de Diego Velázquez, en la primavera de [[1512]], Bartolomé de las Casas se trasladó a la isla de Cuba como [[capellán]] en compañía de [[Pánfilo de Narváez]]. Los españoles avanzaban por la isla a través de la espesa selva, conquistando pueblos, cristianizándolos y extendiendo el dominio de España. La labor de Las Casas fue muy importante para abrirse paso entre las tribus hostiles, ya que siempre enviaba a un indio amigo a parlamentar con los indios, y por esto era conocido como el ''behique'' bueno.<ref name=bartolome>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}53</ref>
 
En la biografía de Bartolomé de las Casas del historiador [[Héctor Anabitarte]], se narra que Las Casas hablaba con los indios y les explicaba la [[doctrina]] cristiana. Los indios se mostraban participativos y relataban que en su religión había habido un [[diluvio universal]]. Un anciano nativo indicó que un hombre salvó a la humanidad metiendo en un [[arca]] a personas y animales. Una vez ese hombre se quedó dormido bebiendo un vino que los cubanos hacían con las parras y un hijo malo se rió del viejo pero el otro hijo, que era bueno, le cubrió con unas mantas. El anciano indio explicó que ellos descendían del hijo malo, y por eso iban desnudos, y que los españoles descendían del hijo bueno y que por eso iban vestidos e iban a caballo.<ref name=bartolome /> Luego los indios explicaron que todo lo que existía lo habían creado personas que venían de todo el mundo, y Bartolomé les explicó que esas personas eran realmente la [[Santísima Trinidad]]. La fama de Las Casas se extiendió por la isla y comenzó a desaparecer el temor hacia los españoles, que había venido de los indios que se habían sublevado en La Española. Bartolomé, siempre comprensivo, comenzó a [[bautizar]] a los niños y prometió el amor eterno de Dios a todos aquellos indios que decidían bautizarse.<ref name=behique>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}54</ref>
 
El teniente Narváez se adentró, con 25 soldados, en la provincia de [[Bayamo]], donde fueron atacados por una gran cantidad indios, que lograron repeler la agresión. Todos esos indios se refugiaron en [[Camagüey]], hasta que pactaron con los españoles y solicitaron al ''behique'' su perdón y protección. Se les perdonó y, en agradecimiento, los indios les regalaron a Las Casas y a Narváez unos sartales de rústicas cuentas muy valorados por ellos.<ref name=behique />
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=== La matanza de Caonao ===
 
En [[1513]] los españoles llegaron a la localidad de [[Caonao]], donde fueron recibidos con un banquete de pan de yuca y de pescado. Sin embargo, se desconoce la razón, los españoles se exaltaron creyéndose que iban a ser atacados y comenzaron a matar indios con sus espadas. Bartolomé de Las Casas intentó detener la matanza pero los soldados no le obedecieron. Finalmente, se acercó a un joven que estaba dentro de una choza y le dijo que no había peligro, y cuando salió fue apuñalado por un soldado. Entonces se agarró a Bartolomé y a este solamente le dio tiempo a bautizarlo y luego murió.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}55</ref>
 
Después de la matanza de Caonao,<ref>Casas, op.cit.(1) p. {{esd}}36: «Una vez, saliéndonos a recebir con mantenimientos y regalos diez leguas de un gran pueblo, y llegados allá, nos dieron gran cantidad de pescado y pan y comida con todo lo que más pudieron; súbitamente se les revistió el diablo a los cristianos e meten a cuchillo en mi presencia (sin motivo ni causa que tuviesen) más de tres mil ánimas que estaban sentados delante de nosotros, hombres y mujeres e niños. Allí vide tan grandes crueldades que nunca los vivos tal vieron ni pensaron ver».</ref> Narváez le cuestionó: «¿Qué parece a vuestra merced destos nuestros españoles qué han hecho?», formulando la pregunta como si el capitán no tuviese que ver con esas acciones. Las Casas le respondió: «Que os ofrezco a vos y a ellos al diablo».<ref name="Thomas 23">Thomas op.{{esd}}cit. p. {{esd}}397.</ref>
 
Los indios comenzaron a abandonar sus pueblos y los soldados se encontraron con pueblos vacíos y sin alimento. Posteriormente, se encargó a Las Casas volver a dialogar con los nativos, cosa que consiguió gracias a un intermediario, y finalmente estos llegaron a un arreglo con los españoles. Sin embargo, Las Casas estaba molesto porque se le pidió ayuda para la conciliación pero no se le consultaban las decisiones militares que generaban muertos, por lo que los nativos podrían pensar que, en realidad, él era un ''behique'' malo.<ref name="Anabitarte p56">Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}56</ref>
 
Los españoles se enteraron de que cerca de [[La Habana]] estaban prisioneros tres españoles y mandaron a un indio, que había aprendido a leer, con una carta para que la leyera. Los indios consideraron que la carta era mágica porque no entendían que un papel pudiera contar cosas y algunos incluso acercaban las orejas al papel para ver si a ellos les decía algo.<ref name="Anabitarte p56" /> Las Casas se alojó en un pueblo de casas construidas sobre estacas en el mar, llamado [[Carahact]]. Cuando se acercó una [[canoa]] con dos mujeres, que eran las que estaban cautivas, explicaron que iban acompañadas pero que fueron atacadas y que solo las perdonaron a ellas dos por ser mujeres. Sin embargo, aún quedaba un español cautivo y Las Casas envió cartas para que vinieran los caciques, que no se les haría nada malo. Ellos llegaron y trajeron comida para honrar a los blancos. Sin embargo, Narváez apresó a los 20 caciques y ordenó que los quemaran vivos. Las Casas le dijo que se lo pensaba contar todo al rey y, por miedo, Narváez reculó en su decisión y decidió liberarlos a todos menos a uno, posiblemente el más importante. Sin embargo, llegó el capitán Diego Velázquez y ordenó que a él también le pusieran en libertad.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}57</ref> Finalmente, los nativos liberaron en una aldea al español, Pablo Miranda.
 
== Renuncia a sus encomiendas ==
 
Como recompensa por sus acciones durante la conquista de Cuba, Bartolomé de Las Casas recibió en [[1514]] un nuevo repartimiento de indios en [[Canarreo]], a orillas del [[río Arimao]], cerca de [[Cienfuegos]]. Y, junto con su socio [[Pedro de Rentería]], mandó extraer oro de los yacimientos auríferos del río. Se centró completamente en los negocios y empezó a tener fama de codicioso. Y, aunque trataba a los indios de manera suave y les enseñaba la doctrina de Cristo, les ordenaba a sus indios encomendados extraer oro en las minas y hacer [[Sementera|sementerassementera]]s y todo lo que él quería. En 1514 los socios decidieron ampliar sus negocios y Pedro de Rentería se trasladó a [[Jamaica]] en busca de más víveres, que en Cuba ya escaseaban. Entonces llegaron a La Española tres dominicos: Gutiérrez de la Ampudia, Pedro de San Martín y Bernardo de Santo Domingo. Estos le dijeron a Las Casas que sabían de él y de los esfuerzos que había hecho por procurar el bienestar de los aborígenes. Esto le marcó profundamente y empezó a plantearse el objetivo de su misión en el Nuevo Mundo. Tomó conciencia paulatinamente de lo injusto que era el sistema y se convenció de que debía «''procurar el remedio de esta gente divinamente ordenado''».
 
En una [[misa]] de [[Pascua]], encontrándose en [[Sancti Spíritus (Cuba)|Sancti Spíritus]], dio un sermón en el cual condenaba los malos tratos a los indios y explicaba vivencias sobre ellos. Esto despertó críticas entre la gente, pero estas críticas no fueron tanto contra su prédica, sino contra su persona, puesto que Las Casas era un encomendero y no era justo que insultara a un grupo al que él mismo pertenecía. Entonces se dirigió a Diego Velázquez y le dijo que no deseaba seguir teniendo encomiendas. Velázquez intentó persuadirle, le dijo que se estaba forjando un futuro merecido como hombre rico,<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}61</ref> pero Las Casas insistió y le dijo que la decisión sería secreta hasta que volviera su socio de Jamaica. Escribió a Rentería para pedirle que regresara porque quería volver a Castilla. El 15 de agosto de 1514, día de la [[Asunción]], a la edad de treinta años, pronunció un sermón en Sancti Spíritus<ref>Pérez, op.cit. p.24</ref> donde, en presencia de todos y del propio Velázquez, dijo que reiteraba sus críticas y que cedía todas sus encomiendas, ante el asombro de todos.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}62</ref> Cuando regresó Rentería y Las Casas le comunicó su decisión, lejos de enfadarse, su antiguo socio le dijo que le apoyaba en sus demandas y que pondría a su disposición todo el dinero que necesitara.
 
En [[1515]] se dirigió a Santo Domingo, en La Española, a hablar con el dominico Pedro de Córdoba, que le escuchó con agrado y le dijo que eran conocidos los poderosos intereses que defendían el [[Obispo]] de Burgos [[Juan Rodríguez de Fonseca]], con 800 indios encomendados, y el secretario [[Lope de Conchillos]], gran terrateniente en las tierras descubiertas y con muchas encomiendas.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}64</ref> Estas dos personalidades, al lado del rey, eran las que manejaban los asuntos de Estado.
 
== Protector Universal de Todos los Indios ==
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Posteriormente se entrevistó con [[Juan Rodríguez de Fonseca]], que, cuando escuchó su alegato, le dijo que a él no le importaba en absoluto y que él era un necio por preocuparse por eso. El rey Fernando tenía previsto viajar a Sevilla y Deza arregló otro encuentro entre el monarca y Las Casas; sin embargo, el monarca falleció por el camino en el pueblo extremeño de [[Madrigalejo]]. Antes de morir entregó la [[Regencia (política)|regencia]] al [[Cardenal Cisneros|cardenal fray Francisco Jiménez Cisneros]], [[Arzobispo de Toledo]]. Las Casas preparó un texto para Cisneros y otro para [[Adriano de Utrecht]], que era el tutor del príncipe Carlos, el futuro [[emperador]] [[Carlos V del Sacro Imperio Romano|Carlos V]].
 
Cisneros le prestó toda su atención a Las Casas, escuchándole varias veces. Y Adriano también dio buena cuenta de sus escritos remitiéndoselos al regente. En presencia de Cisneros, los partidarios de Conchillos se pusieron en evidencia porque, durante la lectura en voz alta de las leyes proclamadas tras la junta de Burgos, omitieron decir que todos los indios que trabajan en las granjas merecían una libra de carne cada ocho días y en las fiestas.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}70</ref>
 
En [[1516]] Las Casas escribió su ''Memorial de los Agravios, de los Remedios y de las Denuncias'', que provocó la sustitución de Fonseca por el Obispo de Ávila, [[Francisco Ruiz (obispo)|Francisco Ruiz]], y de Conchillos por el secretario [[Jorge de Baracaldo]]. El acceso al trono de Carlos V permitió a Las Casas ser escuchado en la corte, de manera que la Corona le encargó un plan de colonización en Tierra Firme según sus propuestas.
 
En abril, Cisneros determinó enviar a tres [[orden de San Jerónimo|frailes jerónimos]] para ejercer la gobernación de La Española. Las Casas fue comisionado consejero de los frailes y se le nombró ''Procurador o protector universal de todos los indios de las Indias'',<ref name="OGorman"/><ref>{{cita libro|apellidos=Suess|nombre=Paulo|título=La conquista espiritual de la América espanõla|editorial=Abyayala|isbn=9978-22-290-1|páginas=334|ubicación=Quito (Ecuador)}}</ref> cargo similar al de [[Ombudsman]] de [[Suecia]] que fue instituido a principios del [[siglo XIX]].
 
Bartolomé de Las Casas fue, desde ese momento, protector de los indios en las islas La Española, Cuba, [[Puerto Rico|San Juan]] y Jamaica, así como en [[tierra firme]], en referencia al [[continente americano]]. Su misión era informar a los padres jerónimos o al resto de personas que entendiesen de ello de la salud e integridad de los indios. El Almirante y jueces de apelación mandados debían guardar ese poder de Bartolomé, y las desobediencias a él se castigarían con el pago de 10&thinsp;000 maravedíes.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}75</ref>
 
=== Encomiendas ===
 
El 11 de noviembre de 1516 Bartolomé de Las Casas embarcó junto con los tres padres jerónimos rumbo a La Española. Lo hicieron en naves distintas. Al llegar a [[San Juan de Puerto Rico]] el barco de Las Casas sufrió una avería, debiendo prolongar su estancia allí dos semanas. Al llegar a La Española Las Casas se dio cuenta de que los encomenderos se habían ganado el favor de los padres jerónimos. Estos los recibieron con festejos y les habían dicho que las encomiendas eran necesarias, porque de lo contrario los indios se rebelarían y que además tenían costumbres primitivas, y los padres jerónimos se limitaron a suprimir las encomiendas de los que no vivían la isla. Las Casas solamente logró que se respetaran de las Ordenanzas lo que se refería a la libertad de los aborígenes encomendados a jueces y oficiales del rey.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}77</ref>
 
En junio de [[1517]] regresó a España para indicar a Cisneros que las cosas no iban según lo previsto y cuando llegó a Sevilla se enteró de que el Cardenal estaba moribundo en [[Aranda de Duero]] y fue a hablar con él, pero, enfermo, decidió aplazar la decisión para más adelante y murió en septiembre. El príncipe Carlos desembarcó en [[Asturias]] y llegó con un importante séquito a [[Valladolid]]. Pronto surgieron bandos para hacerse con el poder. Por un lado estaban los "castellanos", encabezados por el obispo Fonseca y Lope Conchillos, y por otro lado están los "flamencos", donde están el Gran Canciller de Castilla; Juan Sauvage, el camarero mayor; Monsieur de Xevres, y el camarero privado; Monsieur Laxao. El presidente de todos los Consejos era el Gran Canciller, y era al que se dirigía Las Casas y fue considerado uno de sus hombres de confianza. En 1519 el Canciller le pidió a Las Casas que redacte memoriales para reformar la legislación de Indias, sin embargo Sauvage murió poco después de una enfermedad.
 
En [[1518]] las Casas planeó un proyecto para colonizar tierras de indios con labradores reclutados en España. Esto era un intento de crear una experiencia colonizadora pacífica en un territorio no hallado por conquistadores y encomenderos. Sin embargo, hubo de tener un arduo debate contra el fraile franciscano Juan de Quevedo, quien había sido nombrado obispo de [[Santa María la Antigua del Darién]], y se pronunciaba a favor de la esclavitud de los indígenas.<ref name="OG 2">Casas, op.cit.(2) apéndice biográfico p.{{esd}}XXVI</ref> Juan de Quevedo se apoyaba en [[Aristóteles]] para argumentar que las gentes rudas y bárbaras son esclavos por naturaleza. Las Casas argumentaba que los indios podían ser civilizados en paz y respetándose su libertad, porque Dios les había dado los mismos talentos que al hombre blanco.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}83</ref>
 
Al igual que [[Pedro Mártir de Anglería]], en abril de [[1520]], las Casas conoció a los indígenas [[cultura totonaca|totonacas]] que fueron llevados ante la presencia del nuevo monarca por [[Alonso Hernández Portocarrero]] y [[Francisco de Montejo]], ambos emisarios de [[Hernán Cortés]], conquistador de [[México]].
 
Un par de meses más tarde, en [[Santiago de Compostela]], el [[Consejo de Castilla]] hizo para sí las ideas de Las Casas quien estaba convencido que la labor de conquista y colonización de América debía ser ejercida pacíficamente a través del anuncio y difusión de la fe [[católica]]. Así, el Consejo de Castilla lo autorizó a llevar a cabo el proyecto para crear una colonia pacífica en el territorio de [[Cumaná]] ([[Venezuela]]), para que él aplicase sus teorías consistentes en ''poblar la tierra firme, sin derramar sangre y anunciar el [[evangelio]], sin estrépito de armas''.<ref> {{cita libro | autor = Fernández de Oviedo y Valdés | nombre = Gonzalo | título =Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano | publisher = Real Academia de la Historia | año = 1854 | lugar = Madrid| url =https://archive.org/details/historiageneraly01fern}}
</ref><ref>Thomas, op.cit. p.396</ref>
 
Sin embargo, son momentos convulsos en España. [[Toledo]], [[Segovia]], [[Ávila]], [[Zamora]], [[Salamanca]] y [[Valladolid]] se sublevaron contra Carlos V y esto ralentizó que se emitan las cédulas reales que Bartolomé necesitaba para su proyecto. En Sevilla, [[Juan de Figueroa]] organizó un motín que fue aplastado al día siguiente por sus rivales, los Guzmanes. Bartolomé llegó después de estos sucesos y no le fue posible encontrar socios y capitales para su proyecto y hubo de contentarse con llevar como tripulación a un grupo de 70 amotinados, condenados y proscritos, que embarcaban para fugarse a América. El 14 de diciembre de 1520 partieron rumbo a Puerto Rico.
 
Llegaron a Puerto Rico el 10 de enero de [[1521]]. Allí les llegó la noticia de que [[Alonso de Ojeda]] había iniciado en tierra firme una cacería de esclavos que había enfurecido a los aborígenes, y que por ello los indios [[chiribichi]] y [[macarapana]] habían asesinado a todos los frailes dominicos que se habían asentado en Cumaná, territorio de la actual [[Venezuela]]. El Virrey de La Española, [[Diego Colón]], ordenó a [[Gonzalo de Ocampo]] que les diera una lección a los aborígenes. La expedición de Ocampo llegó con 300 soldados a [[San Juan de Puerto Rico]], donde pudo conocer los planes del Virrey. Sin embargo, Las Casas habló con Ocampo y le dijo que no podía llevar a cabo una expedición militar a esas tierras porque le habían sido concedidas a él por Cédula Real. Ocampo comprobó la validez de los documentos de Las Casas, pero decidió no hacerle caso. Las Casas fue a Santo Domingo a hablar con Diego Colón para que diera validez a sus títulos en el Nuevo Mundo, y dejó en Puerto Rico a su tripulación de labradores. Sin embargo, los 70 socios de Las Casas, al ver el cariz de los acontecimientos, decidieron alistarse con [[Juan Ponce de León]] a explorar la [[Florida]].<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}85</ref>
 
Las Casas fue recibido fríamente en La Española. Allí se acordó darle un par de carabelas para ir a Cumaná donde debía de asentarse. Además, su mentor fray Pedro de Córdoba falleció el 4 de mayo de 1521. Tras participar en su funeral el 30 de julio de [[1521]] salió hacia Puerto Rico con sus dos carabelas, la ''Concepción'' y la ''Sancti Spíritu''. Junto con Las Casas viajaban su segundo, [[Francisco de Soto]], su capellán Blas Hernández y su auxiliar Juan de Zamora. Días antes, la expedición de [[Ponce de León]] había finalizado porque los indios habían atacado a los españoles en Florida, matando a Ponce de León de un flechazo. Sin embargo, una vez en Puerto Rico los labriegos rechazaron acompañarles. Allí les habían dicho que Bartolomé era un embaucador que lo que quería era matarlos a trabajar y que si se quedaban en la isla tendrían acceso a tierras y a indios que trabajaran para ellos. Sin embargo, decidió ir a Cumaná de todas formas. Allí fue bien recibido por los franciscanos. Los soldados de Ocampo, que se encontraban en un campamento cercano al que llamaron [[Nueva Toledo]], no lo tomaron bien, porque con Las Casas allí su caza de esclavos había terminado. Entonces los soldados se trasladaron a La Española, desde donde siguieron haciendo incursiones para buscar esclavos en las tierras de Las Casas. Esto hizo que los [[guaiqueríes]] se rebelaran y Bartolomé, consciente del peligro que corría el asentamiento cristiano, fue a pedir ayuda a Santo Domingo en diciembre de 1521. Sin embargo una tormenta se desató y fue a parar con su nave a Yaiquimo, en el lado opuesto de La Española. Su segundo, Francisco de Soto, aprovechó la ausencia de Las Casas para organizar una cacería de esclavos. Los indios se valieron de la ausencia de de Las Casas y atacaron e incendiaron la misión el 10 de enero de 1522 y mataron a su regreso a Francisco de Soto, al franciscano fray Dionisio y al artillero Artieda, pudiendo el resto de los cristianos escapar a la [[península de Araya]], de allí a [[Cubagua]] y luego a Santo Domingo. Las Casas caminó de Yaiquimo a Santo Domingo y, a su llegada, se enteró del fracaso de su misión y entra en depresión. Aceptó el consejo de fray Domingo de Betanzos para entrar en el convento dominico de Santo Domingo.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}88</ref>
 
En el convento siguió compartiendo y mejorando el trabajo de muchos religiosos que venían elaborando estudios de derecho en la [[Escuela de Salamanca]], sobre los [[justos títulos]] que tenía la [[Corona de Castilla]] en el Nuevo Mundo y sobre el [[Estatus social|estatus civil]] que debía dispensarse a los indios, como hombres libres –y no esclavos– de la corona castellana. Al mismo tiempo criticó muchos aspectos de la colonización de América y, entre ellos, el sistema de encomiendas. Se retiró para dedicarse al estudio de la [[teología]], la [[filosofía]] y el [[derecho canónico]] y [[medieval]], y comenzó a escribir su ''Historia de las Indias''.
Línea 140:
El Obispo de México, fray [[Juan de Zumárraga]], y el de [[Tlaxcala]], fray [[Julián Garcés]], lo designaron como reformador de la [[Orden de los Dominicos]] en el Nuevo Mundo. En noviembre de [[1531]] desembarcó en [[Veracruz]], junto con fray [[Tomás de Berlanga]] y con el presidente de la [[Real Audiencia de Santo Domingo]], Don [[Sebastián Ramírez de Fuenreal]]. Sin embargo, los dominicos de México consiguieron el apoyo del Cabildo de la ciudad y lo encarcelaron, mandándolo luego de vuelta a La Española.
 
En [[1524]] se había creado el [[Consejo de Indias|Consejo Real y Supremo de las Indias]], para hacerse cargo de todos los asuntos relacionados con la política de América. Su presidente era Fray García de Loaysa. Tras su expulsión de Veracruz Las Casas escribió a este organismo una extensa carta. Esa carta fue el germen de otra obra, ''De Unico Vocationis Modo''.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}99</ref>
 
En [[1533]] un encomendero arrepentido en su lecho de muerte le pidió a fray Bartolomé de Las Casas que libere a sus indios encomendados. Él lo hizo, sin embargo se granjeó la enemistad de su heredero, Pedro de Vadillo, y logró que lo encarcelen. Los dominicos impidieron que se cumpla la condena pero se le pidió que se recluya en un monasterio de la orden.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}100</ref>
 
=== La rebelión de Bahuruco ===
 
Sin embargo, en [[1534]] las autoridades precisaron de fray Bartolomé. El cacique Bahuruco, que fue bautizado como Enrique y educado por los franciscanos, pasó a la encomienda de un [[hidalgo]] español apellidado Valenzuela, que tenía haciendas en [[San Juan de la Maguana]]. Cansado de las humillaciones de su amo, que le quitó a su yegua y a su esposa, salió al bosque, donde se unió a un grupo de indios sublevados. Logró defenderse de los ataques que se mandaron contra ellos y montó una especie de "república independiente" en una extensión de treinta leguas. Los jefes nativos Ciguayo y Tamayo siguieron el ejemplo de Enrique y decidieron organizar partidas contra los españoles, atacándolos a todos, estuvieran armados o no. Los métodos de atacar a gente sin armas no gustaban a Enrique, pero el odio contenido hacia los españoles era tan grande que era difícil controlarlo. Su rebelión se prolongó durante diez años. Un tal fray Remigio fue mandado a parlamentar a su villa pero fue arrestado por los indios y Enrique le explicó la razón de su rebeldía. Carlos V fue informado de que había un cacique rebelde en La Española y ordenó que fuera reducido, ante lo cual, el presidente de la Audiencia de la Española, [[Sebastián Ramírez de Fuenleal]], le pidió a Las Casas que interviniera en el asunto. Enrique reconoció a Las Casas como un amigo. Las Casas le explicó de los inconvenientes de vivir fuera de la ley de los blancos, de lo poderosos que estos eran y de que no iban a permitir que esa rebelión continuara. Enrique pidió "seguro de vida y perdón general, conservación de su señorío y hacienda y libertad para sus hombres, que continuarían viviendo en la tierra de sus antepasados sin recibir ninguna molestia". Los españoles aceptaron.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}100-103</ref>
 
=== Nicaragua ===
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Por los servicios prestados, la Audiencia levantó a Bartolomé de las Casas su reclusión, permitiendo que aceptase la invitación de fray Tomás de Berlanga, al que acababan de hacer obispo del Perú. Ambos embarcaron hacia [[Panamá]], para luego seguir por tierra hasta [[Lima]], pero en el transcurso del viaje hubo una tormenta que llevó el barco a [[Nicaragua]], donde decidió instalarse en el convento de Granada. Esta fue la tierra de las Indias que más le gustó y en 1535 propuso al rey y al Consejo de Indias iniciar una colonización pacífica en zonas del interior inexploradas. Sin embargo, a pesar del interés mostrado por los consejeros de Indias Bernal Díaz de Luco y Mercado de Peñaloza, esto no pudo hacerlo por culpa de que todavía se encontraba en la corte el clan Fonseca, enemigo del Protector.
 
En [[1536]] el gobernador de Nicaragua, [[Rodrigo de Contreras]], organizó una expedición militar, pero Las Casas logró aplazarla un par de años informando a la reina [[Isabel de Portugal]], esposa de Carlos V. Ante la hostilidad de las autoridades, Las Casas decidió abandonar Nicaragua y se dirigió a [[Guatemala]].<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}105</ref>
 
=== Guatemala ===
 
En noviembre de 1536 se instaló en [[Santiago de Guatemala]]. Meses después el obispo Juan Garcés, que era amigo suyo, le invitó a trasladarse a Tlascala. Posteriormente, volvió a trasladarse a Guatemala. Para el año 1537 el papa [[Paulo III]] dicta la bula [[Sublimis Deus]] donde proclama que los indios no pueden ser esclavizados y que no debían ser tratados como «brutos creados para vuestro servicio, sino como verdaderos hombres, capaces de entender la fe católica. Tales indios y todos los que más tarde se descubran por los cristianos, no pueden ser privados de su libertad por medio alguno, ni de sus propiedades, aunque no estén en la fe de Jesucristo y no serán esclavos». El 2 de mayo de [[1537]] consiguió del gobernador licenciado Don Alfonso de Maldonado un compromiso escrito ratificado el 6 de julio de [[1539]] por el Virrey de México Don [[Antonio de Mendoza y Pacheco|Antonio de Mendoza]], que los nativos de Tuzulutlán, cuando fueran conquistados, no serían dados en encomienda sino que serían vasallos de la Corona.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}107</ref> Las Casas, junto con otros frailes como Pedro de Angulo y Rodrigo de Ladrada, buscó a cuatro indios cristianos y les enseñó cánticos cristianos donde se explicaban cuestiones básicas del Evangelio. Posteriormente encabezó una comitiva que trajo pequeños regalos a los indios (tijeras, cascabeles, peines, espejos, collares de cuentas de vidrio...) e impresionó al cacique, que decidió convertirse al cristianismo y ser predicador de sus vasallos. El cacique se bautizó con el nombre de Juan. Los nativos consintieron la construcción de una iglesia pero otro cacique llamado Cobán quemó la iglesia. Juan, con 60 hombres, acompañado de Las Casas y [[Pedro Angulo|Pedro de Angulo]], fueron a hablar con los indios de Cobán y les convencieron de sus buenas intenciones.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}109</ref> Posteriormente, los dominicos establecieron sedes para sus doctrinas en los poblados de [[Rabinal]], [[Sacapulas]] y [[Cobán]], desde donde dirigieron la conquista pacífica de la Vera Paz.
 
=== Entrevista con el rey Carlos I de España ===
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[[Archivo:Bartolomé de las Casas (1552) Brevisima relación de la destrucción de las Indias.png|thumb|Bartolomé de Las Casas, ''Brevísima relación de la destrucción de las Indias''. Edición de [[1552]].]]
Como consecuencia de lo que se discutió, el rey Carlos I promulgó el 20 de noviembre de [[1542]] las [[Leyes Nuevas]]. Ellas prohibieron la esclavitud de los indios y ordenaron que todos quedaran libres de los encomenderos y fueran puestos bajo la protección directa de la Corona. Disponían además que, en lo concerniente a la penetración en tierras hasta entonces no exploradas, debían participar siempre dos religiosos, que vigilarían que los contactos con los indios se llevaran a cabo de forma pacífica dando lugar al diálogo que propiciara su conversión. Las Leyes Nuevas fueron uno de los más importantes aportes al derecho de gentes que efectuó el rey Carlos I como consecuencia de sus conversaciones con fray Bartolomé de las Casas.
 
A finales de ese mismo año las Casas terminó de redactar en [[Valencia (ciudad)|Valencia]] su obra más conocida, ''[[Brevísima relación de la destrucción de las Indias]]'', dirigida al [[príncipe]] [[Felipe II de España|Felipe]], futuro rey [[Felipe II de España|Felipe II]], entonces encargado de los asuntos de Indias.<ref name="WDL">{{cita web |url = http://www.wdl.org/es/item/515/ |título = Espejo de la cruel y horrible tiranía española perpetrada en los Países Bajos por el tirano, el duque de Alba, y otros comandantes del rey Felipe II |website = [[World Digital Library]] |fecha = 1620 |fechaacceso = 25 de agosto de 2013 }}</ref>
Línea 171:
=== Obispo de Chiapas ===
 
Se le ofreció el obispado de [[Cuzco]], importantísimo en aquel momento, pero las Casas no aceptó, aunque sí se hizo cargo del obispado de [[Chiapas]] en [[1543]], porque lindaba con Tuzulutlán.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}112.</ref>
 
Fue consagrado obispo de Chiapas en el antiguo convento dominico de San Pablo, en Sevilla, actual [[Iglesia de Santa María Magdalena (Sevilla)|iglesia de la Magdalena]], el 30 de marzo, [[Domingo de Pasión]], de [[1544]]. Pando Miranda dice que "''hubo flores y múltiples luces de cirios en la iglesia conventual, nubes de incienso, oro y sedas en los ornamentos sagrados de los obispos consagrantes, que fueron el de [[Córdoba (España)|Córdoba]] y el de [[Trujillo (España)|Trujillo]], y un sobrino del Cardenal Loaisa''". Como obispo se dedicó a reclutar a una buena cantidad de misioneros, la mayoría dominicos del convento de San Esteban de Salamanca, para acompañarle en su viaje a Chiapas.
 
Sin embargo, en Sevilla hubo asuntos que precisaron su atención. Muchos vecinos de la ciudad poseían indios reducidos a servidumbre forzada. Unos habían sido traídos por sus encomenderos de América y otros habían sido adquiridos a escondidas a mercaderes de esclavos. Los indios, al saber que Las Casas está allí, van al convento a quejarse. Las Casas se dirigió a Carlos V por carta para decirle que ordenara poner en libertad a todos los indios del reino, "porque en verdad que son tan libres como yo".<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}113</ref>
 
Partió de Sevilla y llegó a Santo Domingo el 8 de septiembre de [[1544]] con treinta misioneros. Fueron recibidos con hostilidad por los españoles en las Américas, por haberse decretado las Leyes Nuevas de Indias. El 14 de diciembre de 1544 partió de Santo Domingo rumbo a Chiapas. El 19 de enero de [[1545]] desembarcó en San Lorenzo de Campeche, donde también soportó la hostilidad de los pobladores y del gobernador, [[Francisco de Montejo]]. Desde esta ciudad, y tras pasar unos días en [[Tabasco (municipio)|Tabasco]], se encaminó a Ciudad Real de los Llanos de Chiapas.
Línea 183:
Sin embargo, cuando Las Casas llegó, la ciudad ya no la gobernaba Mazariegos, los terrenos de los indios habían pasado a nuevas manos y estos eran sojuzgados sin que nadie tuviera en cuenta sus intereses. A finales de febrero de 1545 fue cuando Bartolomé tomó el cargo, y el 20 de marzo publicó una carta en la que decía que se negaba la absolución a todos los españoles que no se liberas a sus indios que no devolvieran lo obtenido por las encomiendas a los indios. Todos los españoles se opusieron, pero Las Casas encontró el apoyo de los misioneros dominicos y del clérigo Juan de Parera.
 
Las Casas decidió hacer una pequeña visita a Tuzulutlán, para comprobar el éxito de su misión pacificadora,<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}116</ref> y luego regresó a Chiapas. Las Casas permaneció en la ciudad hasta octubre de 1545, cuando fue a [[Gracias a Dios (cabo)|Gracias a Dios]], para pedir ayuda a la Audiencia, presidida por Alonso Maldonado. Maldonado no hizo caso a Las Casas y este regresó a Chiapas.
 
Para asegurar el cumplimiento de las Leyes Nuevas fue enviado a Indias el licenciado [[Francisco Tello de Sandoval]]. Desembarcó en [[San Juan de Ulúa]] y luego se dirigió hacia [[Ciudad de México]], donde se hospedó en un convento dominico. Había muchos españoles contrarios a la normativa, como el virrey [[Antonio de Mendoza y Pacheco|Antonio de Mendoza]], y se mandó a una comitiva a hablar con el monarca para que aboliera las Leyes Nuevas. Las Leyes Nuevas encontraron dificultades en su aplicación definitiva, sobre todo en lo que respecta a la herencia del derecho de encomienda.
Línea 191:
== Regreso a España ==
 
Francisco Tello decidió dejar en suspenso la aplicación de las Leyes Nuevas hasta que no se resolviera el asunto de la comitiva que había ido a hablar con el monarca y llegaría la noticia de que el Rey suspendía lo que hacía referencia a la herencia, permitiendo que las encomiendas ya dadas se transmitieran.
 
Las Casas decidió regresar a España en [[1547]] para luchar por el bienestar de los indios desde la metrópolis. Embarcó en Veracruz, hizo escala en las Azores, luego desembarcó en Lisboa y fue hasta Salamanca. En agosto de 1550 presentó su renuncia indeclinable como obispo de Chiapas y consiguió que se nombre para reemplazarle a uno de sus discípulos, Fray Tomás Casillas.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}126</ref>
 
El 10 de marzo de 1551 Bartolomé fue nombrado beneficiario de la herencia de Don Juan de Écija, y utilizó este dinero para asegurarse la manutención de él y de su amigo el confesor Rodrigo de Ladrada para el resto de sus días en el Colegio dominicano de San Gregorio en Valladolid.
Línea 213:
== Veneración ==
 
En [[2001]] la [[Iglesia católica]] dio inicio al proceso de [[beatificación]] de Bartolómé de las Casas. <ref>[https://es.zenit.org/articles/fray-bartolome-de-las-casas-hacia-los-altares/ Fray Bartolomé de las Casas, hacia los altares.]</ref> Por su parte, la [[Iglesia Luterana]] lo incluye en las celebraciones de su [[Calendario de Santos Luterano]].
 
== Pensamiento ==
 
[[Archivo:Monumento a Bartolomé de las Casas (Sevilla).JPG|miniaturadeimagen|[[Monumento a Fray Bartolomé de las Casas (Sevilla)|Monumento a Bartolomé de las Casas]] en [[Sevilla]] (España).]]
Junto con [[Francisco de Vitoria]], Bartolomé de las Casas es considerado uno de los fundadores del [[derecho internacional]] moderno<ref>Tierney, Brian, The Idea of Natural Rights: Studies on Natural Rights, Natural Law, and Church Law, 1150-1625 (Michigan: B. Berdmans Publishing, 1997), 273.</ref> y un gran protector de los indios y precursor de los derechos humanos junto al [[jesuita]] [[Portugal|portugués]] [[António Vieira]]. Aunque desde perspectivas opuestas, tanto él como Vitoria se ocuparon del problema alrededor del cual emergió el derecho de gentes en la época moderna: la definición de las relaciones entre los imperios europeos y los pueblos del Nuevo Mundo. Esta tarea requería de la creación de un marco jurídico suficientemente amplio como para ser válido al mismo tiempo para europeos y aborígenes.<ref>Anghie, Antony, ‘Colonial Origins of International Law’, en Darian-Smith, Eve y Fitzpatrick, Peter, eds., Laws of the Postcolonial (Ann Arbor: University of Michigan Press, 1999), pp. {{esd}}89-90 y 94.</ref> La tradición legal que fue usada para tal fin fue precisamente la del [[derecho natural]], la cual fue tomada del derecho [[medieval]] y la filosofía [[estoica]]. Las Casas consideró que los indios tenían uso de [[razón]], tanto como los antiguos [[Antigua Grecia|griegos]] y [[Antigua Roma|romanos]], y que como criaturas racionales eran [[seres humanos]]. Como tales, los indígenas estaban cobijados por el derecho natural y eran titulares de los derechos a la [[libertad]] y a nombrar sus autoridades.<ref>De las Casas, Bartolomé, "Apologética Historia Sumaria II", ''Obras Completas'', Volumen 7 (Madrid: Alianza Editorial, 1992), pp. {{esd}}536-537.</ref>
 
Su contribución a la teoría y práctica de los derechos humanos puede apreciarse en su obra ''Brevísima relación de la destrucción de las Indias'', el cual, por ser escrito a mediados del siglo {{esd}}XVI, constituye el primer informe moderno de [[derechos humanos]]. En él describe las atrocidades a las que fueron sometidos los indígenas de las Américas por los conquistadores españoles. Un párrafo puede dar una idea de los hechos que narra este libro: {{quote|Otra vez, este mesmo tirano fue a cierto pueblo que se llamaba Cota, y tomó muchos indios e hizo despedazar a los perros [darles de comida] quince o veinte señores y principales, y cortó mucha cantidad de manos de mujeres y hombres, y las ató en unas cuerdas, y las puso colgadas de un palo a la luenga, porque viesen los otros indios lo que habían hecho a aquellos, en que habría setenta pares de manos; y cortó muchas narices a mujeres y a niños.}} En su ''Historia de las Indias'' desarrolló mucho más extensamente las atrocidades descritas en la ''Brevísima''. Durante mucho tiempo se decía{{who}} que el dominico exageró en la descripción de sus atrocidades. Sin embargo, estudios más recientes han documentado muchas de las atrocidades que él describió demostrando que no exageraba cuando narraba los actos violentos perpetrados por los conquistadores.<ref> Mira Caballos, Esteban: Conquista y destrucción de las Indias. Sevilla, Muñoz Moya Editor, 2009 </ref>
 
Aunque abogó por la defensa de los indios y se ha cuestionado su defensa de los negros, escribió un opúsculo titulado ''Brevísima relación de la destrucción de África'' como parte de la ''Brevísima relación de la destrucción de las Indias'', contra el maltrato de la población africana contra abusos de Castilla y Portugal. Esta obra quedó inédita hasta 1875.
 
Bartolomé de Las Casas propuso, sin éxito, que al continente americano se le llamase Columba.<ref>Anabitarte, op.{{esd}}cit. p. {{esd}}122</ref>
 
== Obras ==
Línea 254:
=== Historia de las Indias ===
 
Las Casas empezó a componer una ''Historia de las Indias'' en la Española en 1527. Fue trabajando en ella a lo largo de los 35 años siguientes, con más intensidad a partir de su retorno a España en 1547. Quiso narrar la historia del continente hasta mediados del siglo {{esd}}XVI pero el texto manuscrito que se conserva, en tres volúmenes, solo llega hasta 1520, lo que ha llevado a algunos investigadores a postular que pudo existir un cuarto volumen hoy perdido.<ref name=Andion>{{cita libro|apellidos1=Andión Herrero|nombre1=María Antonieta|título=Los indigenismos en la Historia de las Indias de Bartolomé de las Casas"|fecha=2004|editorial=Editorial CSIC|isbn=8400082664}}, pp.17-19</ref> Las Casas legó el manuscrito original inédito de su ''Historia'' al [[Colegio de San Gregorio]] de [[Valladolid]] en noviembre 1559,<ref>{{cita web|título=Ficha de Historia general de las Indias [Manuscrito]|url=http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/0/x/0/05?searchdata1=a5029334|obra=Catálogo BNE|fechaacceso=16 de agosto de 2015}}</ref> con el mandato de que no la dejasen publicar hasta al menos 1600.<ref>{{cita libro|apellidos1=Quintana|nombre1=Manuel José|título=Vidas de espanoles célebres: Don Alvara de Luna. Fray Bartolomé de las Casas|fecha=1842|editorial=Imprenta real|páginas=489-490}}</ref> No obstante, a lo largo de las décadas siguientes circularon por España y por el extranjero copias parciales del manuscrito. A principios del siglo {{esd}}XVII el cronista mayor [[Antonio de Herrera]] usó profusamente la obra de Las Casas para escribir su ''Historia general de los hechos de los castellanos''.<ref name=Andion/>
 
En el siglo {{esd}}XVIII el historiador [[Juan Bautista Muñoz]], que había recibido el encargo del gobierno de escribir una ''Historia del Nuevo Mundo'' que nunca llegó a ver la luz, halló copias de los dos primeros volúmenes del manuscrito de Las Casas en un archivo.<ref name=Andion/> Hacia 1820 los documentos de Muñoz pasaron a la [[Real Academia de la Historia]], que los revisó. En 1821 los académicos dictaminaron contra la publicación de la ''Historia'' de Las Casas "por las prolijas e importunas digresiones que hacen pesada y fastidiosa su lectura, y porque, contradiciendo siempre el derecho de los españoles a la conquista y acriminando perpetuamente su conducta, pareció que en circunstancias presentes, ni sería conveniente ni oportuna su publicación, ni decoroso a la nación el autorizarla".<ref name=informesRAH>{{cita web|apellidos1=Fernández de Navarrete y otros|nombre1=Martín|título=«La Historia General de las Indias» del Rvdo. P. Fray Bartolomé de las Casas: informes de 1821 y 1856|url=http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor-din/la-historia-general-de-las-indias-del-rvdo-p-fray-bartolom-de-las-casas---informes-de-1821-y-1856-0/html/00ab5520-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2.html#I_0_|fechaacceso=16 de agosto de 2015}}</ref> Por estas fechas España estaba inmersa en las [[guerras de independencia hispanoamericanas]]. Varias décadas más tarde, en 1856, una nueva generación de académicos recomendó la publicación de una edición crítica del manuscrito, "ilustrada en la forma que exige la verdad y reclama la honra de aquellos primeros conquistadores".<ref name=informesRAH/>
 
La primera edición impresa de la ''Historia de las Indias'' fue finalmente publicada en [[Madrid]] en 1875 en cinco tomos.<ref>Editorial Ginesta. A cargo del Marqués de la Fuensanta del Valle y de José Sáncho Rayón. Texto disponible en Cervantes Virtual: [http://www.cervantesvirtual.com/portales/bartolome_de_las_casas/obra/historia-de-las-indias-tomo-1--0/ tomo 1], [http://www.cervantesvirtual.com/portales/bartolome_de_las_casas/obra/historia-de-las-indias-tomo-2--0/ tomo 2], [http://www.cervantesvirtual.com/portales/bartolome_de_las_casas/obra/historia-de-las-indias-tomo-3--0/ tomo 3], [http://www.cervantesvirtual.com/portales/bartolome_de_las_casas/obra/historia-de-las-indias-tomo-4--0/ tomo 4] y [http://www.cervantesvirtual.com/portales/bartolome_de_las_casas/obra/historia-de-las-indias-tomo-5--0/ tomo 5].</ref> En las décadas siguientes fueron viendo la luz otras ediciones.<ref name=Andion/> El manuscrito autógrafo de Las Casas se conserva en la [[Biblioteca Nacional de España]].<ref>Signatura Reserva 21, 22 y 23. {{cita libro|apellidos1=Saint-Lu (ed.)|nombre1=André|título=Historia de las Indias, Volumen 1|fecha=1986|editorial=Biblioteca Ayacucho|isbn=9789802760183|página=XLVIII}}</ref>