Diferencia entre revisiones de «Antonio Abad»

'''San Antonio''' o '''Antonio abad'''<ref>{{cita libro|autor=Bastiaensen, A. A. R. |capítulo=Antonio, abad |título=Diccionario de los Santos, volumen I |año=2000 |apellidos-editor= Leonardi|apellidos-editor2= Riccardi|apellidos-editor3= Zarri|nombre-editor= C.|nombre-editor2= A.|nombre-editor3= G. |páginas=227-233 |ubicación=Madrid |editorial=San Pablo |isbn=84-285-2258-8 |url=https://books.google.com.ar/books?id=7WRxrxphxYwC&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false |fechaacceso=16 de enero de 2019}}</ref> ([[Heracleópolis Magna]], [[Egipto]], [[251]]-[[Monte Colzim]], Egipto, [[356]]) fue un [[monje]] cristiano, fundador del [[Ermitaño|movimiento eremitico]]. El relato de su vida, transmitido principalmente por la obra de [[Atanasio| san Atanasio]], presenta la figura de un hombre que crece en [[Santo|santidad]] y lo convierte en modelo de [[Cristianismo|piedad cristiana]]. También figura en el [[Calendario de Santos Luterano]]. El relato de su vida tiene elementos históricos y otros de carácter legendario; se sabe que abandonó sus bienes para llevar una existencia de [[ermitaño]] y que atendía a varias comunidades monacales en Egipto, permaneciendo eremita. Se dice que alcanzó los 105 años de edad.<ref>{{cita publicación|apellidos1=Fernández Peña|nombre1=Maria Rosa|título=San Antonio Abad, un santo antiguo pero muy actual|publicación=Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas. Simposium (16. 2008. San Lorenzo de El Escorial)|volumen=El culto a los santos: cofradías, devoción, fiestas y arte, 2008, ISBN 978-84-89788-71-8 , págs. 677-690}}</ref>

 

Antonio Abad nació en el pueblo de Comas, cerca de [[Heracleópolis Magna]], en el [[Bajo Egipto]]. Se cuenta que alrededor de los veinte años de edad vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró a vivir a una comunidad local haciendo vida [[ascesis|ascética]], durmiendo en una cueva sepulcral.{{sfn|Vorágine|1997|p=107}} Luego pasó muchos años ayudando a otros ermitaños a encaminar su vida espiritual en el desierto. Más tarde se fue internando mucho más en él, para vivir en absoluta soledad.