Diferencia entre revisiones de «Profecía»

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La comunidad cristiana primitiva reconoció que en ella se manifestaba nuevamente la inspiración profética, como señala explícitamente [[Pablo de Tarso]]: «El que profetiza habla a los hombres para edificarlos, exhortarlos y reconfortarlos... El que profetiza edifica a la comunidad» (I Corintios 14, 3-4).
 
=== La supervivencia de las profecías en el tiempo: la profecía de María ===
=== Judaísmo ===
 
{{quote|En cambio, todas las palabras del profeta se cumplen, como expone: “Pues nada de la palabra de Hashem caerá a la tierra” (Melajim/ Reyes-2 10: 10); y también expone: “’ El profeta que tenga un sueño lo relatará, y el que tenga Mi palabra, la dirá con fidelidad. ¿Qué relación tiene la paja con el trigo?’, dice Hashem” (Irm./ Jer. 23: 28). Es decir, las palabras de los adivinos y de los sueños son como paja en la que se entremezcló un poco de trigo, en tanto que la palabra de [[Hashem]] es como el trigo (puro), totalmente libre de paja<ref>[[Mishné Torá]], [[Rambam]] - [[Maimónides]]</ref>}}
 
En la [[Guía de perplejos]], [[Maimónides]] identifica 12 niveles de profecía. Entre los verdaderos profetas, el Neviìm, la tradición judía identifica a otros que no se mencionan en el [[Tanakh]]. La profecía no solo es una predicción del futuro, sino también el conocimiento de eventos pasados ​​y presentes y cosas que no son necesariamente cercanas o previamente conocidas por el profeta, pero que Dios le reveló directamente. También está aprendiendo, revelada por Dios, la sabiduría divina de la [[Torá]] y su parte oculta, la [[Qabbalah]].
 
La condición profética puede presentarse, de forma momentánea o continua, de manera extática o sin un estado extático. El profeta es tal para la elevación intelectual y espiritual y para las visiones de los ángeles y las manifestaciones divinas o de Dios mismo en la [[Shejiná]].
A menudo, el nivel profético está estructurado lógicamente pero, como admite Maimónides, no todas las concepciones o conceptos pueden correlacionarse a través de la interpretación exegética, incluso si se pueden encontrar elementos de muchos conceptos en otros conceptos más amplios.
 
Como [[Moshé Jaim Luzzatto]] recuerda en el texto ''138 Aperturas de la sabiduría'', la esencia de la profecía ([según las raíces de la gracia]) puede alcanzar al profeta en diferentes formas cuyas cualidades describen la entidad del mensaje, ya sea la misma profecía que se transmite más de una vez en el tiempo o la manifestación de uno o más mensajes de Dios al mismo: por lo tanto, se presenta al intelecto, a través de una visión mística o como un signo, también de acuerdo con el Gobierno divino de la providencia en la Creación. Para asociarlo con la modalidad de la sabiduría, que a menudo se considera diferente o no necesariamente relacionada con la profecía, demuestra, por ejemplo, que la figura del "león" se pone ontológicamente en comparación con ''el arquetipo'' [[Sefirot (Cábala)|Chessed]] y también afirma que, a menudo el arquetipo es el mismo en diferentes ''formas'', estas "entidades", en este caso, debe definir el significado del mensaje divino transmitido a través de la profecía.
 
Durante el tiempo del [[Templo de Salomón]], con el momento de su destrucción que se aproxima, también hubo una falsa profecía.
 
La profecía no se trata solo del pueblo judío sino que también hay profecías de no judíos, como el caso de Balaam.
 
Algunas opiniones muestran que desde la destrucción del [[Templo de Jerusalén]], la profecía no estaba presente, pero según otros casos raros, también se manifestó con el ''Ruaj haKodesh'' que, de hecho, no debería considerarse un estado profético completo: de hecho, algunos [[Jajam|Chakhamim]] pueden ser invadidos por el ''espíritu Santo'' sin necesariamente profetizar ni ser profetas.
La profecía está presente en la era mesiánica cuando sucedido.
 
=== La supervivencia de las profecías en el tiempo: la profecía de María ===
 
La característica común de las profecías que sobreviven al paso del tiempo es que han sido determinadas como tales después de que ocurrieron los hechos. Por ejemplo, el Nuevo Testamento incluye una [[perícopa]] en la que [[Jesús de Nazaret]] señalaba que el [[Templo de Jerusalén]] sería [[Sitio de Jerusalén (70)|destruido]] (Mateo 24, 1-2) lo que, efectivamente, sucedió en el año 70&nbsp;d.&nbsp;C. a manos de las legiones romanas comandadas por [[Tito]].