Diferencia entre revisiones de «Juan Prim»

Contenido eliminado Contenido añadido
Aihotz (discusión · contribs.)
Enlace interno: Elecciones generales de España de 1869
Agusbou2015 (discusión · contribs.)
m Correcciones ortográficas
Línea 51:
== Primera guerra carlista (1834-1840) ==
 
Ingresó en el ejército en 1834 de la mano de su padre, quien estaba al mando de una de las compañías que se enfrentaban a los carlistas —en la que el joven Prim, con sólosolo diecinueve años, se alistó como soldado— pero que murió al poco víctima de la epidemia de cólera que aquel año asoló al país.{{Harvnp|Fradera|2000|p=243}} La compañía formaba parte del primer batallón [[Isabel II de España|isabelino]] de Cataluña, al mando del capitán general de [[Cataluña]] [[Manuel_Llauder|Manuel de Llauder y de Camins]], entrando en combate el 7 de agosto de 1834.
 
Prim no tenía ninguna preparación militar ni procedía de la nobleza, por lo que sus comienzos en la milicia empezaron en los primeros peldaños. Como simple combatiente, desde el primer encuentro con los carlistas, demuestra una intrepidez y valor que le llevan al enfrentamiento cuerpo a cuerpo con el enemigo, empezando a crearse a su alrededor una fama merecida al abatir a varios jefes de partidas. Pocos meses después cambiará su papel, al ser ascendido a oficial, momento a partir del cual, además de seguir dando muestras de valor personal, se convierte en conductor de hombres a los que arrastra al combate.
Línea 106:
Prim se quedaba pues sin escaño y sin cargo, pero un diputado progresista que había obtenido su escaño por dos distritos y dejaba libre uno de ellos en Barcelona, ofreció apoyar a Prim para reemplazarlo. Desde que Prim reprimió la rebelión de la Jamancia no gozaba de simpatías en Barcelona, pero prometió rectificar sus errores, ser el campeón del liberalismo progresista, defender los derechos catalanes, especialmente los económicos, y erigirse en máximo defensor de las libertades ciudadanas; el pueblo le creyó y fue elegido, cumpliendo después la palabra dada al golpear con sus discursos de gran talento al gobierno, sin dejar pasar ninguna de las injusticias que se cometían en Cataluña.
 
Así pues, se convirtió en uno de los defensores del mundo catalán en Madrid. Esto lo demostró sobre todo abogando por una política proteccionista para el "trabajo nacional", es decir, para la industria, que esos momentos sólosolo existía en Cataluña, y criticando con gran dureza la política librecambista del gobierno, al mismo tiempo que reconocía sus errores en la represión de los partidarios de la Junta Central o "centralistas" de 1843. Esto fue lo que dijo en un discurso que pronunció en el Congreso de Diputados en noviembre de 1851:{{Harvnp|Fradera|2000|pp=250-251}}
{{cita| ¿...será que se les guarda rencor [a los catalanes] por el mismo movimiento centralista? Si esto fuera así, ciertamente que mi suposición honraría poco al Gobierno, porque, en primer lugar, debíais haber sido más generosos con aquellos valientes que, después de todo, no hicieron más que exigir el cumplimiento de una palabra que se les había dado en momentos de peligro, por un poder que vosotros habíais reconocido. (...) ¿Hasta cuando hemos de ser tratados como esclavos... Somos o no somos españoles?}}
 
Línea 123:
 
[[Archivo:El general Prim, jefe de la división de reserva del ejército de África.jpg|thumb|Retrato ecuestre de Prim, en ''[[Diario de un testigo de la guerra de África]]'', 1859]]
La noche del 11 al 12 de enero de 1857 Prim fue detenido acusado de haber alentado las insurrecciones que se habían producido en Barcelona, Valencia y Zaragoza contra el gobierno de Narváez.{{Harvnp|Fradera|2000|p=252}} El consejo de guerra se demoró para evitar que se presentara a las nuevas elecciones y poco antes de éstasestas fue condenado a seis meses de castillo. La pena la cumplió en [[Alicante]] y le fue conmutada por destierro en la ciudad bajo palabra de no intentar escapar. A pesar de no poder hacer campaña fue elegido por una mayoría abrumadora por el distrito de Reus. No pudo tomar posesión, y pasados los seis meses el gobierno le concedió licencia para trasladarse a [[Vichy]], en Francia. Narváez caía poco después y tras dos breves gobiernos volvió al poder O'Donnell con su partido recién creado llamado [[Unión Liberal]] en la que se integró Prim (1858) dejando temporalmente el [[Partido Progresista (España)|Partido Progresista]].
 
Por esta época se planteó la cuestión mexicana; había ciertas reclamaciones españolas pendientes desde la independencia y se habían producido algunos incidentes que costaron la vida a súbditos españoles: Prim se opuso a la guerra, y se le acusó de actuar así por haberse casado con una mexicana llamada Francisca Agüero González, emparentada con el ministro Echevarría, que pertenecía al gobierno de [[Benito Juárez]] en [[Veracruz]] (los conservadores tenían otro gobierno en la ciudad de [[México]]).
Línea 163:
La reintegración de Prim al [[Partido Progresista (España)|Partido Progresista]] no fue fácil a causa de la reticencias que despertaba especialmente entre las bases del partido. Fue clave el apoyo que le prestó [[Pascual Madoz]], uno de los hombres fuertes del partido y líder indiscutido del mismo en Cataluña. En marzo de 1863 hubo una reunión en casa de [[Salustiano de Olózaga]] del núcleo dirigente del progresismo en la que Prim explicó su colaboración con O'Donnell y la ruptura con él a causa de la expedición de México. La confirmación de que había vuelto a ser el combativo liberal progresista de antes se produjo con motivo de una sonada intervención contra el líder del [[moderantismo]], el [[general Narváez]] el 4 de mayo, además de que retomó la defensa de la industria textil catalana en Madrid.{{Harvnp|Fradera|2000|pp=260-261}}
 
La decisión del gobierno moderado de restringir seriamente la actividad política –sólo–solo podían asistir a las reuniones electorales los ciudadanos con derecho a voto– reforzó la postura de los que dentro del partido progresista defendían la oposición radical al gobierno frente a los que defendían seguir actuando dentro del sistema, a pesar de sus limitaciones, por lo se decidió el ''[[retraimiento]]'' en las elecciones convocadas para noviembre, es decir, que los progresistas no presentarían candidatos a las mismas. Prim fue el encargado de comunicárselo a la reina.{{Harvnp|Fradera|2000|p=261}} Precisamente, una hija de Prim llamada Isabel, nacida en 1863, fue apadrinada por la propia soberana.
 
Aunque el partido progresista afirmó al principio que el «[[retraimiento]]» no significaba salirse del sistema, en la primavera de 1864 se pasó a la vía [[insurrección|insurreccional]] que protagonizó el general Prim gracias a sus contactos en el ejército y al prestigio que mantenía dentro de él.{{Harvnp|Fradera|2000|p=261}}
Línea 202:
Prim ofreció la corona a Espartero, [[Baldomero Espartero|duque de la Victoria]], a sabiendas de que la rechazaría, como así ocurrió finalmente. Se volvió a insistir con el príncipe de Hohenzollern que finalmente aceptó si era votado por dos tercios de las Cortes (Prim había hecho aprobar una ley que requería mayoría absoluta, pero el príncipe aun la consideró insuficiente) pero, por un error, la aceptación del príncipe llegó cuando ya las cortes habían cerrado. Además, al saberse que la candidatura prusiana cogía fuerza, la oposición internacional de [[Napoleón III]] hizo que el príncipe no renovara su aceptación y renunciara a la candidatura, aunque esto no evitó la [[guerra franco-prusiana]] que a continuación estallaría.
 
Entonces Prim volvió a ofrecer la corona a Amadeo, duque de Aosta, quien puso como condición la conformidad de las principales potencias europeas, y conseguida éstaesta, finalmente aceptó. El 26 de noviembre de 1870 Amadeo (conocido generalmente como Amadeo de Saboya) era elegido por 191 votos como rey ([[Amadeo I de España|Amadeo I]]) y el 27 de diciembre salió hacia España. Ese mismo día el general Prim era víctima de un atentado en Madrid.
 
== Atentado y muerte ==
Línea 222:
Al llegar a la [[calle del Turco]], el cochero observó que había dos carruajes de caballos atravesados en el angosto camino. Tuvo que detener la berlina en medio de la densa nevada. Un segundo después el coronel Moya se asomó a la portezuela para tratar de arreglar la situación y contempló con alarma cómo tres individuos vestidos con blusas, sin duda alertados de la llegada de Prim, se dirigían hacia el coche armados con lo que le parecieron [[carabina]]s o retacos, aunque uno de ellos llevaba con seguridad una [[pistola]]. No tuvo tiempo nada más que para decir: «Bájese usted, mi general, que nos hacen fuego».
 
Sus palabras quedaron interrumpidas por el ruido de las detonaciones, al menos tres por el lado izquierdo y otras dos por el derecho. Los cristales se quebraron y uno de los asesinos consiguió meter en el interior de la berlina el cañón del arma que portaba; tan cerca del general Prim que la cara de ésteeste quedó tatuada por los granos de pólvora. Su ayudante, Nandín, en un movimiento desesperado, trató de protegerlo interponiendo su brazo. Las balas le destrozaron la mano, y quedaron esparcidos esquirlas y pedazos de carne abrasada.
 
[[Archivo:Atentado contra el general Prim, en La Ilustración de Madrid.jpg|miniatura|Atentando contra Prim, en ''[[La Ilustración de Madrid]]'']]