Diferencia entre revisiones de «Saqueo de Roma (455)»

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Los adornos imperiales del palacio, las alhajas y alfombras, las mesas de plata maciza, y el oro y la plata disponibles ascendían a cantidades considerables. Aun así, el cobre y el bronce tampoco se salvaron del arrebato.
 
También se cuentan cuentan por miles los cautivos romanos tomados como esclavos, situación alivianada por la intervención de Deogracias, obispo de [[Cartago]], que vendiendo el oro y la plata de sus iglesias, pudo comprar la libertad de varios y convertir a las iglesias en enfermerías para dar cuidados de aquellos que cuya salud fue deteriorada en el hacinado viaje hasta esta ciudad.
 
Todos los barcos cargados del inmenso botín llegaron la [[Tercera guerra púnica|“desagraviada”]] Cartago, salvo uno que, al hundirse, dejó los tesoros del [[Templo de Júpiter Óptimo Máximo|templo de Júpiter Capitolino]] en el fondo del mar.