Diferencia entre revisiones de «Arbitrismo»
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Se denomina '''arbitrio'''<ref>Del [[latín]] ''arbitrĭum''. {{Cita DRAE|Arbitrio}} En especial la definición cuarta: ''Medio extraordinario que se propone para el logro de algún fin.'' Definición para ámbito administrativo y judicial: ''Facultad que la ley deja a los jueces o autoridades para la apreciación de circunstancias o para la moderación de sus decisiones.''</ref> en este contexto a cualquier medida que el [[Monarca|rey]] puede adoptar en beneficio del [[reino (entidad política)|reino]], en ejercicio de su [[soberanía]] y por su propia voluntad, como corresponde al concepto de [[monarquía autoritaria]] de la época de los [[Habsburgo]]. En plural, '''arbitrios''' era un nombre que se daba a ciertos impuestos ''con que se arbitran fondos para gastos públicos'';<ref>DRAE, definición sexta, que añade ''por lo general municipales''.</ref> ''una figura fiscal que reporta beneficios a corto plazo y no requiere negociar con los contribuyentes''.<ref>Anne Dubet y Gaetano Sabatini, [http://halshs.archives-ouvertes.fr/docs/00/66/98/02/PDF/2008_Dubet_et_Sabatini_arbitristas_en_el_reinado_de_Felipe_III_2009_pour_HAL.pdf ''Arbitristas : Acción política y propuesta económica''], en José Martínez Millán y María Antonieta Visceglia (eds.), ''La monarquía de Felipe III. La corte (vol. III)'', cap. VIII, pgs. 867-870.</ref>
'''Arbitrista'''
El término ''arbitrio'' y ''arbitrista'' (solución, solucionador) se terminaron considerando despectivos en la época y equivalentes a dictámenes disparatados e imposibles y a ciertos personajes llamados "locos razonadores" o "locos repúblicos y de gobierno" de la época. Se ha localizado el primer uso del concepto ''arbitrismo'' en ese contexto en ''[[El coloquio de los perros]]'', una de las novelas ejemplares de [[Cervantes]] (1613), y se divulga en la década siguiente.<ref>[[Ricardo García Cárcel]] (1996) ''La cultura del Siglo de Oro. Pensamiento, arte y literatura'' (Historia de España, vol. 17), Madrid: Temas de Hoy ISBN 84-7679-295-6. Sección ''El pensamiento económico'', pgs. 45-47. Para el origen del término cita a [[Jean Vilar]] (1973) ''Literatura y economía. La figura satírica del arbitrista en el Siglo de Oro''. Cita como otras fuentes a [[Manuel Colmeiro]] ''Historia de la política económica en España'', Madrid, 1962; [[Margaret Grice-Hutchinson]] ''El pensamiento económico en España (1177-1740)'', Barcelona, 1982, [[Earl J. Hamiliton]] ''El florecimiento del capitalismo y otros ensayos de historia económica'', Madrid, 1948; [[José Larraz López]] ''La época del mercantilismo en Castilla 1500-1700'', Madrid, 1943; y [[Pierre Vilar]] ''Crecimiento y desarrollo'', Barcelona, 1974.</ref> [[Francisco de Quevedo|Quevedo]], en varios pasajes de sus obras, describe a bienintencionados arbitristas ("arcigogolantes") causando toda clase de catástrofes; uno de ellos está tan enfrascado en escribir sus teorías que no se da cuenta de que se ha sacado a sí mismo un ojo con la pluma.<ref>Llopis-Fuentes, Roger (1991) ''El personaje del arbitrista según Cervantes y Quevedo'' Cincinnati Romance Review 10, pgs. 111-122. Consultable en Internet hay un estudio de Mercedes Blanco ''Del infierno al Parnaso. Escepticismo y sátira política en Quevedo y Trajano Boccalini'' [http://cvc.cervantes.es/obref/quevedo_critica/satiras/blanco.htm]</ref>
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