Diferencia entre revisiones de «Altea (Alicante)»

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=== El Peral de la Tía Miseria ===
Cuya leyenda cuenta que, hace mucho, mucho tiempo, vivía en Altea, una mujer anciana, andrajosa, y sucia, a la que se le conocía como Tía Miseria. Esta pobre mujer, subsistía únicamente con la limosna que los habitantes del pueblo le daban, y con los frutos de un Peral, el único ArbolÁrbol que moraba junto a su cueva.
Una noche, en la que una gran tormenta se había instalado en Altea, la anciana recibió una visita muy especial. Un vagabundo andrajoso que le pidió a la anciana refugio y un plato de Cocina. La tía miseria, quien estaba preparando un caldo con algo que había conseguido en el pueblo, accedió encantada.
Tras una charla amena, quedaron dormidos. Al día siguiente, el vagabundo le confesó que era en realidad [[Antonio_Abad|San Antonio]], y que le concedería lo que quisiera por su buena obra. La mujer sorprendida, le dijo que no quería nada más de lo que tenía, aunque tras la insistencia de San Antonio, accedió a realizar su petición. Pidió que todo aquel que quisiera robar sus peras, quedase pegado al árbol, hasta que ella le dejase bajar, como escarmiento, y disuasión ante los ladrones.
 
Así fue como cada vez que subía un niño al árbol a robar las peras, se quedaba pegado. Tía Miseria les dejaba pegados unos días como escarmiento. Pasaron los años y Tía Miseria no pasó nunca más hambre. Hasta que un buen día llegó [[Muerte_(personificación)|La Muerte]] a por ella. La vieja, muy astuta, pidió que se subiera al árbol para recoger unas cuantas peras que poder llevar con ella. La muerte, lo tomó como un último deseo, y al subirse al ArbolÁrbol, quedó pegada.
Tía Miseria no dejó que bajara, y así pasaron años y años sin que ella ni nadie en el pueblo muriera. Ni epidemias ni guerras lograban acabar con la población, algo que a los más ancianos de Altea, comenzó a molestar. Cansados de una vida larga decidieron armarse e ir a derribar el peral. No obstante, estos quedaron también pegados a modo de fruto.