Diferencia entre revisiones de «Basilisco (criatura mitológica)»

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Durante el siglo de Oro, la literatura española aparece salpicada de referencias a la bestia, normalmente para compararla a la mirada de la amada. [[Lope de Vega]], [[Francisco de Quevedo|Quevedo]] o [[Miguel de Cervantes|Cervantes]] usan a la criatura en sus textos.
 
Se dice que en la ciudad de Lima-PeruPerú durante el gobierno del virrey Conde de Superunda, nació en la calle del Huevo (hoy avenida Tacna) un basilisco augurio del Tsunami que destruyó el Puerto del Callao y afectó de igual manera la ciudad de Lima.
 
Así pues, el basilisco, junto a muchos otros seres maravillosos, estaba plenamente integrado en el saber popular hasta bien entrado el siglo XVII. El último naturalista que mezcla animales reales e imaginarios es [[Jan Johnston]] y su ''Historiae Naturalis''. En 1728, [[Benito Jerónimo Feijoo|Feijoo]] negaba que un animal pudiera matar con la vista,<ref>[[Benito Jerónimo Feijoo|Feijoo, Benito Jerónimo]], ''[[Teatro crítico universal|Teatro crítico universal, o discursos varios en todo género de materias, para desengaño de errores comunes]]'', tomo segundo, discurso segundo, 1728, ''Historia Natural'', III, 25.</ref> lo que provocó gran polémica, que no terminó hasta que lo ordenó un cansado Fernando VI en 1750. No obstante, el vulgo siguió creyendo en esta sierpe y en sus malignas propiedades durante al menos otro siglo más.
 
Durante el [[siglo XX]] podemos observar el uso de los bestiarios tradicionales en las corrientes de literatura fantástica influenciadas por [[Tolkien]], como la saga de [[Harry Potter]] de [[J. K. Rowling]], así como en el pulp, el cómic y la ilustración fantástica de autores como [[Frank Frazetta]] o [[Luis Royo]].