Diferencia entre revisiones de «Hilario Rodríguez Malpica»
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'''Hilario Rodríguez Malpica Sáliva''' ([[Coatzacoalcos]], [[Veracruz]], [[1889]]-[[Topolobampo]], [[Sinaloa]], [[16 de junio]] de [[1914]]) fue un marino y militar mexicano que participó en la [[Revolución mexicana]]; alcanzó el grado de Capitán de Fragata. Era hijo
El Capitán Rodríguez Malpica, con su decidida oposición a la usurpación huertista del poder y su heroica acción al mando de su buque, es
== Biografía ==
Hilario Rodríguez Malpica Sáliva, nació en el puerto de [[Coatzacoalcos]], [[Veracruz]], el 2 de noviembre de [[1889]]. Realizó sus estudios primarios en la Ciudad de México y el 5 de enero de [[1904]] solicitó su ingreso a la
Escuela Naval Militar[[1904]] en el puerto de [[Veracruz]], de la que salió en [[1909]], aunque no pudo obtener una plaza como Cadete de Marina de Guerra al no existir cupo en esos momentos. Con sus escasos quince años finalmente ingresó con el deseo de ser un marino de la Armada. Tres años después tuvo su primer ascenso a Cabo de Alumno y al año siguiente obtuvo el ascenso a Aspirante de Tercera. En la Escuela Naval Militar fue un alumno que, aunque aplicado, era indisciplinado pues en su hoja de conducta señala que la disciplina no era su mejor fuerte; sin embargo, en lo académico sí tuvo un desempeño favorable. Una vez concluidos sus estudios, y con el apoyo del Director de la Escuela Naval, el Capitán de Navío Manuel Azueta Perillos, fue propuesto para ascender a Aspirante de Primera del Cuerpo General Permanente. Conformó la dotación del cañonero Bravo, en el que estuvo a bordo con su recién otorgado grado. Hacia el año de 1910, estuvo comisionado en otros buques de guerra, como en el velero Yucatán, el cañonero Morelos, el transporte Progreso y en la corbeta-escuela Zaragoza, donde realizó sus prácticas y viajes por los litorales del Golfo de México
y el Mar Caribe. Poco tiempo después, el 13 de noviembre de 1911, inició sus exámenes para culminar sus estudios. Ya a bordo del velero Yucatán, cursó la asignatura de Maniobra y en el cañonero Morelos la de Artillería. Fueron cuatro días
en que se le examinó y los resultados fueron extraordinarios:
Astronomía 10, Navegación 11, Maniobra 10 y Artillería 10. El 25 de noviembre del mismo año se le expidió el Despacho de Subteniente de la Armada Nacional y ese mismo día se le comisionó para cubrir una plaza como Aspirante de Primera a bordo del cañonero Tampico, el cual se encontraba asignado a las costas de Sonora y Sinaloa con la misión de transportar tropas, armamento, municiones y víveres a los puertos controlados por los huertistas.
Después de una licencia médica, Rodríguez Malpica se incorpora el 22 de marzo de 1912 al cañonero Tampico, cuyo Comandante era el Capitán de Fragata Ignacio Torres. Durante los meses de junio, julio y agosto, la actividad de los marinos en el noroeste de México fue constante, por esta razón, muchos de ellos fueron galardonados por exponer
en numerosas ocasiones su vida, entre ellos Hilario Rodríguez Malpica Sáliva quién realizó algunos desembarcos para entrar en combate. Rodríguez Malpica obtuvo el Diploma correspondiente para el uso de la Condecoración del Mérito Naval de 2a clase, por la toma del puerto de Topolobampo y, por otro lado, el 11 de noviembre de 1913 recibió el Despacho de su ascenso a Primer Teniente. No obstante sus ascensos y reconocimientos, Rodríguez Malpica se vio afectado por un hecho de armas ocurrido en el caserío “Casa Blanca”, cercano a la costa sur de Sinaloa, el 30 de octubre de 1913, cuando el
General Manuel F. Santibáñez, a bordo del Tampico, ordenó batir al enemigo con disparos de fusil, lo que les permitió a las fuerzas federales posesionarse del lugar, sin importarle los daños causados. Esta matanza pudo ser la causa que impulsó a Hilario Rodríguez Malpica a cambiar el servicio federal por el revolucionario. El 24 de febrero de [[1914]] su buque se encontraba defendiendo el puerto de [[Guaymas]], [[Sonora]], contra las fuerzas constitucionalistas que lo sitiaban. Su potente artillería mantenía a raya a los atacantes cuando el teniente Rodríguez Malpica, con apoyo de algunos oficiales y tripulantes, se rebeló, tomando el control del cañonero, que en la prisa por alejarse del puerto sufrió algunos daños en el timón por una amarra que no fue soltada a tiempo, posiblemente a causa de algún marinero leal al huertismo. Rodríguez Malpica, enterado de la toma del puerto de [[Topolobampo]], [[Sinaloa]] por los constitucionalistas, ordenó su rumbo. El cañonero navegaba a baja velocidad debido a las averías sufridas al salir de puerto por lo que se ayudaba con las velas. Poco después se unió a las fuerzas del general [[Álvaro Obregón]], quién lo ascendió inmediatamente a Capitán de Fragata, otorgándole el mando oficial del cañonero, el primer buque de guerra del Ejército constitucionalista. En respuesta, [[Victoriano Huerta]] ordenó el envió de los cañoneros Morelos y General Guerrero a la caza del Tampico, logrando acorralarlo en el puerto de Topolobampo. El Morelos se retira del sitio y el General Guerrero queda de guardia vigilando al Tampico. El primer combate naval se verificó el 4 de marzo de 1914 sin mayores daños. Días después, el Director del Varadero Nacional, Teniente Mayor Leopoldo Hernández Aceves, recibió la orden de utilizar como pontones, el antiguo buque de la Armada, el Demócrata y el mercante Alejandro, para bloquear los canales de navegación que dan acceso a mar abierto al Tampico. Por su parte, el General Guerrero respondia atacando al Tampico cada vez que este intentaba abandonar el puerto. El 31 de marzo de [[1914]], el Tampico intento una nueva salida y se enfrentó al General Guerrero por mas de cuatro horas, entre de Punta Copas y Punta Prieta, Sin. Al acercarse a menos de 2,000 metros del General Guerrero, con características artilleras superiores al Tampico, le proporcionó varios impactos bajo su línea de flotación, atravesando el casco provocandole importantes vías de agua. El Tampico, gravemente dañado, se retiró para encallar en un banco de arena en Punta Prieta. La ingeniosa maniobra evitó que el buque se hundiera completamente, dejando activos sus cañones contra el General Guerrero; sin embargo, quedó inmovilizado convirtiéndose en un blanco fácil para la artillería del General Guerrero. Rodríguez Malpica emvía un mensaje urgente a Obregón, quién dio ordenes de apoyar al Tampico como fuera posible. Cuando el cañonero General Guerrero maniobraba para rematar al varado Tampico, se dio la oportuna intervención del capitán de aviación [[Gustavo Salinas]] abordo del biplano constitucionalista Sonora. La aeronave tipo Martin Pusher, bombardeo al General Guerrero desde el aire, recibiendo a cambio algunos disparos inofensivos de fusilería desde el buque enemigo. El ataque aunque fallido porque las bombas lanzadas no explotaron al tocar el agua, si impresionaron al sorprendido capitán del General Guerrero quién prudentemente ordeno la retirada de su su buque para proteger a su tripulación. De esta manera, el Tampico se salvaba y el General Guerrero se retiraba del lugar sabiendo que el Tampico estaba fuera de combate por algún tiempo. Esta hazaña conocida como la [[Batalla de Topolobampo]], fue noticia mundial y formo parte de una de las primeras batallas aeronavales del mundo, donde la aviación tuvo un papel decisivo al cambiar el resultado de una batalla naval. También influyó en los diseñadores navales de las grandes potencias para equipar con artillería antiaérea sus buques. Las reparaciones en el buque constitucionalista iniciaron y meses después, el Tampico fue precariamente puesto a flote. El 16 de junio del mismo año, intentando salir por la barra, el Tampico se enfrentó por segunda y última vez al Guerrero, quien nuevamente aprovechando su maniuobrabilidad y superioridad artillera le ocasionó nuevos daños. Ante la inminente derrota y el capitán Rodríguez Malpica ordena a sus tripulantes abandonar la nave. Siendo el último abordo, Rodríguez Malpica se suicida con su pistola de cargo, poco antes e abordar una e las lanchas, evitando ser capturado. Los marinos huertistas y los constitucionales sobrevivientes, le rindieron honores por su valentía y sacrificio.
Sobre la muerte del capitán Malpica, [[Álvaro Obregón]] escribió lo siguiente:
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