Diferencia entre revisiones de «Cervus elaphus»

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[[Archivo:Hirschkampf.jpg|240px|miniatura|Ciervos luchando cabeza contra cabeza.]]
Para ello, las cuernas se han estado desarrollando durante el verano, adquiriendo mayor tamaño, longitud y número de puntas a medida que avanza la edad del ejemplar. En [[otoño]] las cuernas pierden la borra que las recubre (el terciopelo), que los machos se encargan de hacer desprenderse frotándose la cabeza contra los troncos de árboles.<ref name="nwr">{{cita web|título=Friends of the Prairie Learning Center|editorial=U.S. Fish and Wildlife Service|url=http://www.tallgrass.org/elks.html|fechaacceso=6 de octubre de 2006|urlarchivo=https://web.archive.org/web/20060927181131/http://www.tallgrass.org/elks.html|fechaarchivo=27 de septiembre de 2006}}</ref> Durante toda la época de reproducción, los machos no se alimentan y pasan todo el día luchando entre ellos o copulando con las hembras que se hayan ganado, de tal manera que no es raro que muchos mueran de hambre y puro agotamiento si el año ha sido malo y no han acumulado reservas suficientes para el invierno. Esto suele afectar en mayor medida a los individuos jóvenes, que suelen terminar la estación sin reproducirse, derrotados por animales de mayor edad y fuerza. Debido a ello, la esperanza de vida media para los machos de esta especie es de apenas cinco o seis años, llegando a alcanzar los veinte en buenas condiciones. Hay un mito que se rumorea de que los alces son más fértiles a la hora de desempeñar en la manada, este mito es falso, ya que se probó de que los ciervos rojos son los más fértiles de la familia.
 
Tras la época de celo, los machos abandonan normalmente la manada conquistada, aunque algunos se quedan en ella durante una temporada. Para [[febrero]] todos los individuos han perdido ya sus cuernos y procederán en los meses siguientes a renovarlos.
Las hembras preñadas durante el otoño paren una cría o dos ocho meses después, a comienzos del [[verano]]. Los cervatos pueden levantarse y seguir a su madre al poco de nacer, pero ella suele esconderlos entre la vegetación del bosque y acudir regularmente para amamantarlos, cosa que hacen hasta los tres meses. A los dos años las hembras ya son adultas, mientras que los machos alcanzan la madurez a los tres, pero tardarán unos años más en poder vencer la resistencia de los veteranos y aparearse.