Diferencia entre revisiones de «Entretenimiento durante el Porfiriato»

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[[File:El British Club en 1903.jpg|thumb|left|El British Club en 1903]]
 
Las audiciones dominicales en la Alameda de la Ciudad de México y en todos los parques importantes del país eran actividades recurrentes de la clase media. En épocas posteriores el compositor [[Salvador Flores Rivera]] inmortalizó la costumbre con su canción ''Vámonos al parque, Céfira''. En la Alameda tocaba la banda del batallón e interpretaban oberturas y áreas de ópera, valses y marchas de compositores extranjeros y mexicanos, como ''Carmen'' de [[Juventino Rosas]] y la ''Marcha Porfirio Díaz'' de Genaro Codina, autor de la ''Marcha Zacatecas''.<ref>Esteba Loyola, C. ''Marcha Porfirio...''</ref> Por todo el territorio proliferaron las tertulias literarias y las reuniones en torno a una tasa de café. Hacer versos, tocar piano o pianola y cantar eran diversiones cotidianas. El [[béisbol]] y el [[Baloncesto|basquetbol]] empezaban a ser apreciado, además del patinaje, los paseos con el velocípedo y el remo. Hubo además [[cine mexicano|inicios cinematográficos]], entre estos estaba “El viaje del presidente Porfirio Díaz a [[Mérida (México)|Mérida]]”.
 
Para las clases altas y media, las corridas de toros eran vitales. El mexicano de ese tiempo no podía faltar a ellas. Porfirio Díaz impidió que el diputado [[José López Portillo y Rojas]] las suprimiera. Toreros españoles eran bien recibidos en México, tal fue el caso de [[Luis Mazzantini]]. En el teatro estaban de moda las tandas del Principal, a las que asisten las clases altas y en las que se llena al público no solo con la música jacarandosa, sino con el sainete alegre y divertido.<ref>Valadés, José. “El Porfirismo”. México: Antigua Librería Robredo,1941, p. 183-184</ref>