Diferencia entre revisiones de «Juan Montalvo»

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Continuó con su oposición al clero en sus ''Siete Tratados'' y en las citadas ''Las Catilinarias'', porque se sentía defraudado al ver que el clero no luchaba contra [[Ignacio de Veintemilla|Veintemilla]]. Su obra más furibunda fue ''Mercurial eclesiástica'', escrita como respuesta a la condena del portavoz del clero, Monseñor José Ignacio Ordóñez, a su obra. No obstante, se puede asegurar que en la práctica Montalvo se llevó mejor con la autoridad eclesiástica que con los católicos conservadores.<ref>Cfr. Arquier, Louis, (1988), pp. 230-231</ref> Un caso ilustrativo es su ''Contestación a la carta de un sacerdote católico al señor redactor de El Cosmopolita'', publicada en el número 3 de su revista. El citado sacerdote era el [[nuncio apostólico]], Monseñor Antonelli, quien con suma cortesía defendía la necesidad del [[Concordato]]. Con la misma deferencia Montalvo en 25 páginas se expresa con la mayor claridad acerca de lo que deben ser a su juicio las relaciones entre Iglesia y Estado. Se declara partidario del [[Patronato]], afirma que en caso de desacuerdo ha de primar la [[razón de Estado]], rechaza el Concordato firmado por García Moreno y termina especificando que considera el cristianismo como la verdadera religión y aseverando: "Nunca seré contrario sino de la superstición, el fanatismo y los abusos de los malos sacerdotes". El nuncio le mandó una segunda carta de tono amistoso, defendiendo siempre el punto de vista de la Iglesia pero sin condenar las posiciones personales del escritor.<ref>Cfr. Arquier, Louis, (1988), pp. 231-232</ref>
 
Montalvo se oponía a la dominación clerical, como a cualquier otra, y cuestionaba el “mito de una Iglesia perfecta hasta el más mínimo detalle y autorizada así a sancionar cualquier asomo de crítica”.<ref>Arquier, Louis, (1988), p. 233</ref> En definitiva, su posición frente al clero obedecía a la política en primer lugar, luego a su filiación liberal antiteocrática y a experiencias vividas ante el clero.,<ref>Sacoto (1973), p. 185</ref> a pesar de lo cual no dejó de ser religioso.<ref>(...) Juan Montalvo, si bien combatió a cierto Clero, ciertos excesos y escándalos (García Moreno lo hizo también en otra forma) no por ello dejó de ser un hombre profundamente creyente y religioso (cfr: Lara (1981), p. 109)</ref>
 
==Notas==