Diferencia entre revisiones de «Batalla de la isla Saltés»

Contenido eliminado Contenido añadido
Muro Bot (discusión · contribs.)
m Bot: Trasladando infobox ''conflicto militar'' según WP:CT; cambios cosméticos
CEM-bot (discusión · contribs.)
m Correcciones menores PR:CEM.
Línea 19:
 
== Antecedentes ==
[[Fernando I de Portugal|Fernando I]] de [[Historia de Portugal (1279-1415)|Portugal]] sostuvo, a raíz de la muerte de [[Pedro I de Castilla|Pedro I]], tres conflictos con Castilla (por la posesión de cuyo trono alegaba tener derechos), conocidos como [[Guerras Fernandinas]]. En [[1381]], rompiendo el [[Tratado de Santarem]] ([[1373]]) que puso paz a la segunda, decidió atacar de nuevo a Castilla, iniciando así la tercera. Para ello contaba con una recién firmada alianza con la [[Reino de Inglaterra|Inglaterra]] del joven [[Ricardo II de Inglaterra|Ricardo II]]. El [[Juan de Gante|duque de Lancaster]] también tenía, desde [[1371]], pretensiones al trono castellano, y vióvio en este pacto un medio para hacerlas efectivas. Por ello se comprometió a desembarcar unos 2.000 hombres (la mitad de ellos eran los temibles [[arco largo inglés|arqueros ingleses]]), al mando del [[conde de Cambridge]], en [[Lisboa]], para apoyar a continuación con ellos una incursión lusa en territorio enemigo.
 
Para impedir que el contingente aliado fuera interceptado en alta mar por la armada de Castilla, el monarca portugués planificó un bloqueo naval en torno a la desembocadura del [[Guadalquivir]], pues por allá habría de salir necesariamnete la escuadra enemiga que, al frente del Almirante [[Fernando Sánchez de Tovar]], estaba entonces anclada en [[Sevilla]]. Conociendo la cantidad de [[galera]]s que la componían (17), armó otra superior en número (23 galeras), que marchó desde Lisboa, a mediados de julio de 1381, al mando de su cuñado [[Juan Alfonso Tello]], conde de Barcellos.
 
== Batalla ==
Sin embargo, prácticamente al mismo tiempo que se daba dicha partida, zarpaba ya de su base hispalense Sánchez de Tovar, poniendo rumbo noroeste tras salir después a mar abierto. El día 17, navegando en sentidos opuestos, las dos escuadras se avistaron mutuamente frente a las costas del [[Algarve]]. En ese momento, tras evaluar la situación, el almirante castellano consideró muy improbable obtener una victoria en tales circunstancias, y ordenó virar y regresar a puerto. Su homólogo portugués vióvio entonces una oportunidad única de vencer al rival que se retiraba, y se inició una persecución.
 
A partir de esos instantes se puso de manifiesto la sobresaliente inteligencia táctica de Tovar como marino. Ordenó remar a sus hombres a un fuerte ritmo, obligando a sus perseguidores a elevar al máximo el esfuerzo para intentar superar la rapidez del contrincante. Pero dada la distinta velocidad a la que avanzaban, iba aumentando la distancia entre los barcos portugueses, estirándose su formación. Tras unas dos horas de boga, el agotamiento, la sed y el calor del verano hicieron mella en los remeros lusos, y muchas de sus naves se quedaron rezagadas. Ocho de ellas, al pasar frente a la pequeña [[Isla de Saltés]] (cerca de [[Huelva]]), se detuvieron a destruir los bienes de los pescadores de las cercanías, pretendiendo con ello eliminar la competencia que estos suponían para los de Portugal.
Línea 33:
Sólo una (que no llegó al combate y volvió al lugar de partida) de las 23 galeras portuguesas se libró de ser capturada por los hombres de Fernando Sánchez de Tovar, quien entró triunfante con sus 22 presas en el puerto de Sevilla, con gran júbilo de sus habitantes. No obstante, este hecho permitió a los ingleses atracar en Lisboa y desembarcar allá sus fuerzas, tal como pretendían, sin impedimentos. Seguidamente dispusieron sus barcos preparándose para un encuentro con el almirante castellano, pero al no acudir este finalmente, las naves regresaron a Inglaterra, quedando en la ciudad las fuerzas terrestres.
 
La rotunda victoria de la flota de Tovar tuvo evidentes consecuencias para la Guerra Fernandina. Anuló la capacidad ofensiva naval de Portugal, quien tuvo que dar por hecha la supremacía castellana en el Atlántico. Ese año los lusos no pudieron armar más flotas contra Castilla, quien, por su parte, no necesitaba hacer lo mismo, pues con la que disponía ya ejercía el dominio efectivo de las aguas. Por tanto, con la Batalla de Saltés se diódio por terminada la campaña marítima de 1381.
 
Los efectos de la derrota portuguesa también se sintieron al año siguiente, cuando el reino tuvo que afrontar, más debilitado militarmente que de costumbre, una vigorosa ofensiva por mar y tierra de los castellanos. Estos llegaron hasta las puertas de Lisboa, obligando a Fernando I a firmar en agosto la paz con [[Juan I de Castilla|Juan I]], mediante el [[Tratado de Elvas]].