Diferencia entre revisiones de «Atlantis»

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'''Atlantis''' (en [[griego antiguo]] Ἀτλαντίς) es la forma femenina derivada del nombre [[Atlas (mitología)|Atlas]] o Atlante. En la literatura griega clásica era usada frecuentemente para denominar a una «hija o descendiente de Atlas» (su traducción más literal), y en especial a la «[[Océano Atlántico|mar Atlántica]]» en femenino. [[Heródoto]] (1.202), por ejemplo, la cita como: θάλασσα ἥ Ἀτλαντίς καλεομένη (''thálassa hḗ Atlantís kaleoménē'', «la mar llamada Atlántica»). Otro uso idiomático es el de Ἀτλαντίς νῆσος (''Atlantís nḗsos'', «[[Atlántida|isla Atlántica]]»), tradicionalmente interpretada como «isla Atlántida» ([[Platón]], [[Timeo (diálogo)|''Timeo'']] 25a; [[Estrabón]] 2.3.6.).<ref>{{cita web|url=http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus%3Atext%3A1999.04.0057%3Aentry%3D%2317105&redirect=true|título= Ἀτλαντικός , ή, όν,|editor= Henry George Liddell. Robert Scott|obra= A Greek-English Lexicon|fechaacceso=21 de febrero de 2012|ubicación=Oxford | editorial = Clarendon Press |año= 1940}}</ref>
 
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La Atlántida está a nuestro alrededor, como ha sugerido el escritor inglés John Michell. No se trata de un mero recurso retórico. La presencia de numerosos restos arqueológicos y megalíticos ciclópeos en muchas zonas de la Tierra, levantados con orientaciones astronómicas muy precisas, supuestamente anteriores a la Edad de Piedra, sugieren que una civilización de grandes astrónomos e ingenieros precedió a la prehistoria humana.
 
CIVILIZACIÓN MARÍTIMA
A diferencia de otras civilizaciones extinguidas bien documentadas, como la Maya, la Micénica o la Babilónica, sobre las que se ha podido reconstruir un lenguaje común, precisar lugares geográficos y trazar contactos específicos con culturas contemporáneas, en el caso de la Atlántida esto no ha sido posible. Así y todo, hay innumerables hebras deshilachadas que parecen proceder de una misma madeja, por muy enmarañada que esté.
 
¿Qué pensar, por ejemplo, de los mitos universales que preservaron el remoto conocimiento de la precesión de los equinoccios, un fenómeno astronómico supuestamente descubierto por Hiparco en el 127 a.C.?.
El hecho de que este ciclo se complete cada 26.000 años sugiere que los humanos habrían estado observando el cielo sistemáticamente durante milenios, según expusieron con todo detalle Giorgio de Santillana y Hertha Von Dechend.
Los mapas preservados por marinos como Piri Reis (ver nuestra Sección "Los mapas de Piri Reis"), con la Antártica cartografiada sin hielo hace males de años, confirman también que un conocimiento semejante sólo podía haber sido acumulado por una civilización marítima anterior a los cambios de nivel sufridos por el mar a finales de la última edad glaciar, hace unos 11.500 años.
 
 
Muchos consideran que la Atlántida fue una fantasía elaborada por Platón, en sus diálogos Critias y Timeo, pero eso no ha impedido su búsqueda por parte de numerosos historiadores, eruditos, geólogos, submarinistas, paleontólogos y arqueólogos, sin olvidar a los visionarios ocultistas y dotados psíquicos.
 
La historia que estos últimos nos han contado es sin duda más fascinante que la ofrecida por arqueólogos y exploradores. Con fragmentos reunidos por unos y otros, la investigadora norteamericana Shirley Andrews, intentó esa reconstrucción en su obra "Atlantis, Insights from a Lost Civilization" (Llewellyn, 1997).
En esta visión, la Atlántida se despliega ante nuestros ojos como un mundo muy parecido al nuestro en algunos aspectos.