Diferencia entre revisiones de «Pentarquía»

Contenido eliminado Contenido añadido
Maiquel47 (discusión · contribs.)
Aporte de mas información, para mejorar el articulo
Maiquel47 (discusión · contribs.)
mSin resumen de edición
Línea 11:
En 607 dc, el obispo de Roma, Bonifacio III, recibió de Focas, emperador de Oriente, el título de Obispo Universal, título que fue rechazado por los otros patriarcados, generando el cisma de Oriente, dando origen a la formación de la Iglesia Ortodoxa. Hubo varios esfuerzos por volver a unir a las iglesias, pero la negativa del obispo romano de rechazar la posición de jefatura dada por Focas, impidió tal reunión.
 
Un precedente del Cisma tuvo lugar en el año 857 cuando el emperador bizantino [[Miguel III,]], llamado el beodo, y su ministro Bardas, expulsaron de su sede de Constantinopla a [[San Ignacio]], que reprendía sus crápulas. Le reemplazaron por Focio, quien en seis días recibió todas las órdenes de la Iglesia. Focio se sublevó contra el Papa y se declaró patriarca universal. Fue descrito como "el hombre más artero y sagaz de su época: hablaba como un santo y obraba como un demonio". Su tentativa fracasó. Fue encerrado en un monasterio, donde murió en 886.
 
En el año [[1054]], el Papa [[León IX]] quien, amenazado por los normandos, buscaba una alianza con Bizancio, mandó una embajada a Constantinopla encabezada por su colaborador, el [[cardenal]] [[Humberto de Silva Candida]], y formada por los arzobispos [[Federico de Lorena]] y Pedro de Amalfi. Los legados papales negaron, a su llegada a Constantinopla, el título de ecuménico al Patriarca [[Miguel I Cerulario]] y, además, pusieron en duda la legitimidad de su elevación al patriarcado. El patriarca se negó entonces a recibir a los legados. El cardenal respondió publicando su Diálogo entre un romano y un constantinopolitano, en el que se burlaba de las costumbres griegas y, tras excomulgar a Cerulario mediante una bula que depositó el 16 de julio de 1054 sobre el altar de la [[Iglesia de Santa Sofía]], abandonó la ciudad. A su vez, pocos días después (24 de julio), Cerulario respondió excomulgando al cardenal y a su séquito, y quemó públicamente la bula romana, con lo que se inició el Cisma. Alegaba que, en el momento de la excomunión, León IX había muerto y por lo tanto el acto excomunicatorio del cardenal de Silva no habría tenido validez; añade también que se excomulgaron individuos, no Iglesias.