Diferencia entre revisiones de «Memorias»

Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 201.240.125.242 (disc.) a la última edición de Jkbw
algo interesantes para entender
Línea 1:
Se denomina '''memorias''' a aquel relato que de una forma más o menos fiable describe los hechos y acontecimientos que el autor ha vivido como protagonista o testigo. para ser bonito
yo
 
La distinción entre «memorias» y «autobiografía» no es clara. Por un lado, el ''[[Diccionario de la lengua española]]'', por ejemplo, define ambos términos de manera similar, de forma que pueden entenderse como sinónimos.;<ref>Cf. DRAE, [http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=3&LEMA=memoria «Memoria»] y [http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=3&LEMA=autobiograf%EDa «Autobiografía»].</ref> por otro, sin embargo, determinados autores apuntan a que es posible establecer distinciones. Básicamente, se conviene en que en las ''memorias'' el autor realiza una narración parcial de su vida, mientras que en la ''autobiografía'' lo que busca es referir su trayectoria vital de forma completa. Así, mientras que en la autobiografía, en última instancia, el autor pretende esclarecer la identidad alcanzada al final de su vida a través del relato de la misma, con lo que eso conlleva de atención a los múltiples aspectos que la condicionan (por ejemplo, [[Teresa de Jesús]] narra, de forma en ocasiones pormenorizada, en ''Libro de su vida'' sus primeros cuarenta años de vida), en las memorias el interés se centra, más bien, en rememorar la vivencia del yo de una determinada etapa o de toda una época (por ejemplo, las ''Memorias de África'' de [[Karen Blixen]], más conocida por su seudónimo [[Isak Dinesen]], narran el período que esta escritora vivió en [[Kenia]]).<ref>Cf. «Memorias» y «Autobiografía» en Mª Victoria Ayuso de Vicente ''et alii'', ''Diccionario Akal de términos literarios'', Akal, Madrid, 1997 (2ªed.), e Ignacio Sotelo, «Experiencias de dos exilios», ''Revista de Libros'', 151-152, julio-agosto de 2009, pág. 31.</ref>