Diferencia entre revisiones de «Historia de la ciencia y la tecnología en España»

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Línea 33:
ISBN 8400052439, pg. 49.</ref> Autores béticos como el algecireño [[Pomponio Mela]] o el gaditano [[Columela]] están entre los escasos tratadistas hispano-latinos de cuestiones científicas. El primero, geógrafo, con su ''De Chorographia''; el segundo con ''Res rustica'' y ''Liber de arboribus'', de cuestiones agronómicas. Una lúcida reflexión de Columela representa claramente cómo el carácter especulativo de la actividad científica en el mundo grecorromano está desconectado de las técnicas y el trabajo manual; como corresponde a la radical separación entre el ''[[otium]]'' propio de los [[filosofía|filósofos]] y el mundo del ''[[negotium]]'' y [[modo de producción esclavista|los esclavos]].
 
{{cita|Y no puedo acabarme de admirar, cuando considero que escogiendo los que desean hablar buenbien un orador cuya elocuencia imiten; buscando los que quieren aprender las reglas del cálculo y de las medidas un maestro de esta enseñanza que tanto les agrada; procurando los aficionados a la danza y a la música con el mayor cuidado maestros de estas artes; llamando los que quieren hacer un edificio operarios y arquitectos; los que quieren confiar al mar una embarcación hombres que sepan manejarla; los que emprender guerras personas inteligentes en la táctica; y para decirlo todo de una vez, haciendo cada cual diligencia, para el estudio a que quiere aplicarse, del mejor director que pueda encontrar; y finalmente, eligiendo cada uno de entre el número de los sabios una persona que forme su espíritu y sea su maestro en la virtud: solamente la agricultura, que sin duda está muy cerca de la sabiduría, y tiene cierta especie de parentesco con ella, carece de discípulos que la aprendan y de maestros que la enseñen.|[[Lucio Junio Moderato Columela]]<p>''Los doce libros de la agricultura'', ''De las cosas del campo'' (''De re rustica''), mediados del siglo I.<ref>Libro Primero: ''Prólogo a Publio Silvino'', pp. 1–2. Traducción de Juan María Álvarez de Sotomayor y Rubio, Edición de 1824 (Imprenta de Miguel de Burgos) [http://books.google.es/books?id=qrI9xHy27-EC digitalizado en google books]</ref>}}
 
[[Archivo:Armillary sphere escorial.jpg|thumb|Esfera armilar de la [[Biblioteca de El Escorial]].]]
Línea 45:
—¡Milagro, milagro!<p>
Pero Basilio replicó:<p>
—¡No «milagro, milagro», sino industria, industria!|[[Miguel de Cervantes]]<p>''[[Don Quijote de la Mancha]]'' (Segunda Parteparte, capítulo XXI), año 1615.}}
 
La importancia económica de la [[Flota de Indias|Carrera de Indias]] y la explotación minera del Nuevo Mundo hizo que la demanda científica y tecnológica impulsada desde el inmenso poder de la [[Monarquía Hispánica]] fuera de altísimo nivel, sobre todo en los ámbitos naval y metalúrgico. La prioridad indiscutible en cualquier ''programa científico'' que hubiera podido diseñarse era claramente la que marcaban las necesidades del inmenso [[Imperio español|Imperio ultramarino]].