Diferencia entre revisiones de «Bajo Imperio romano»

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El término [[bárbaro]] era un vocablo griego que se utilizaba en sus inicios para designar a aquellos individuos que no eran helenos: era un término onomatopéyico que venía a reproducir el bar-bar que los griegos oían sin entender al escuchar hablar a los bárbaros. De hecho, en los comienzos de la época expansiva de la [[República romana]], los griegos solían llamar a los romanos bárbaros, si bien con el tiempo el vocablo, considerado ofensivo por los romanos, pasó a emplearse no sólo contra todas las tribus escasamente civilizadas que rodeaban al imperio (noción de bárbaro que en la actualidad hemos heredado), sino, en general, contra todos los que no fueran romanos (los persas, por ejemplo, eran bárbaros).
 
Las invasiones bárbaras se inician en el principado de [[Marco Aurelio]], que murió de peste en [[Viena]] mientras estaba en campaña. Desde ese momento, la salvaguarda de la frontera norte va a ser fundamental para el Imperio, si bien éste siempre vio como principal amenaza a [[Persia]], en la frontera oriental, sobre todo a partir del advenimiento de los persas [[Sasánidas]] durante el principado de [[Alejandro Severo]]. Los emperadores subsiguientes tuvieron que dedicar muchos de sus esfuerzos a salvaguardar ambas fronteras en innumerables campañas que fueron desgastando paulatinamente al Imperio. Por otro lado, la inclusión de bárbaros en las filas romanas había sido habitual desde tiempos de la República, empleándolos sobre todo como una ayuda auxiliares.
 
Tras la decisión de [[Constantino I (emperador)|Constantino]] de trasladar la capitalidad del Imperio a [[Constantinopla]], se inicia un proceso en el que Occidente, mucho más vulnerable al ataque de los bárbaros del norte, va perdiendo relevancia política dentro de un Imperio cuyo centro de gravedad se traslada hacia las provincias orientales, tradicionalmente más ricas y populosas, de manera que, cuando los sucesores de Constantino se dividen el Imperio, los emperadores de Occidente heredan unos dominios con los mismos problemas estructurales que los orientales, pero menos poblados, más pobres, y con una frontera mucho más insegura, que acabará por colapsarse y dejar paso a las invasiones germánicas que en el siglo V, con el [[saqueo de Roma (410)|saqueo de Roma]] por parte de Alarico, acabaron por suponer la caída de Roma. A consecuencia de esto, las tribus bárbaras de los francos, godos, visigodos, ostrogodos, lombardos, burgundios, sajones..., pasaron a dominar el territorio del Imperio romano de Occidente.