Diferencia entre revisiones de «Monarquía Hispánica»

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La elección imperial de Carlos V supuso un cambio de orientación política, para liderar un Imperio universal cristiano,{{Harvnp|Floristán Imízcoz|2004|p=168}} basado en establecer relaciones pacíficas entre la Cristiandad para guerrear contra el infiel,{{Harvnp|Floristán Samanes|2005|p=183}}{{Harvnp|Lynch|2007|p=87}} de lo que resultó la imposibilidad de crear un sistema de gobierno para el conjunto de sus territorios patrimoniales heredados; de esta manera, cada territorio mantuvo su administración particular ante las ausencias de su soberano.{{Harvnp|Lee|1990|p=50}} En España, a su regreso en 1522, llevó a cabo una reforma e implementación del sistema polisinodial vigente.{{Harvnp|Floristán Samanes|2005|p=151}} Entre 1555 y 1556, [[Carlos I de España|Carlos I]] abdicó los territorios patrimoniales en su hijo [[Felipe II de España|Felipe II]], pero éste no regresó a España hasta 1559 hasta no resolver la cuestión de la guerra con Francia dejada pendiente por su padre.{{Harvnp|Martínez Ruiz|1992|p=166}} Desde entonces se impuso la política de desde los intereses españoles{{Harvnp|Lynch|2007|p=220}} que eran al fin y al cabo la base económica y humana{{Harvnp|Batista González|2007|p=270}} para llevar a cabo los designios de la monarquía universal, defensora de la fe católica.{{Harvnp|Fernández Albaladejo|2001|p=49}}
 
[[Archivo:Philips II, eenvijfde philipsdaalder uit de periode 1558-1571.JPG|miniaturadeimagen|Moneda de los Países Bajos en la que el soberano, Felipe II, se titula rey de España y [[Ducado de Güeldres|duque de Güeldres]].]]
El monarca de los reinos españoles pasó a serlo también en los Países Bajos, Borgoña e Italia,{{Harvnp|Bernal|2005|p=69}} de forma que la monarquía hispánica se constituyó como una unión de distintas entidades políticas territoriales, no solo de la península Ibérica, sino también de Europa y fuera de Europa, teniendo así un carácter supranacional,{{Harvnp|Hurtado Bautista|1992|pp=575-576}} pero en la que no había unidad jurisdiccional, y por tanto, el monarca respetaba las distintas jurisdicciones particulares de sus respectivos territorios.