Linaje de los Jiménez de Urrea

Los Jiménez de Urrea o Ximénez de Urrea fueron de las familias nobles más importantes y poderosas del Reino de Aragón en la Edad Media, reconocida por Carlos I de España en las Cortes de Monzón de 1528 como una de las ocho "grandes casas de Aragón".

Jiménez de Urrea
Ximenez de Urrea en aragonés


Blasonamiento Escudo bandado de seis piezas de azur y argent, tres de cada esmalte

Familias relacionadas Casa de Bardají
Casa de Fieschi

Títulos Vizcondes de Rueda
Condes de Aranda
Miembros
Fundador Ximen de Urrea (legendario)
Pedro Jiménez
Miembros Pedro Manuel de Urrea

Miembros de esta familia destacaron en la reconquista aragonesa y valenciana y en la gestión de las instituciones de la Corona de Aragón así como en la jerarquía eclesiástica como el obispo de Tarazona Miguel Jiménez de Urrea.

Leyendas del origen de la familia

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Aunque las primeras noticias que se tienen de este linaje son del reinado de Alfonso I de Aragón con Pedro Jiménez de Urrea, quien tenía bajo su dominio Urrea de Jalón, El Bayo y Biota, a lo largo del tiempo la familia fue generando una leyenda fundacional vinculando el origen de la misma a varios personajes de origen imperial o real, quedando el verdadero origen de la familia oculto.

Como descendientes de Enrique IV

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El origen de esta leyenda se encuentra en la Recopilación del linaje de la Casa de Urrea, obra realizada por el primer cronista de la familia Pedro de Funes y encargada por Miguel Ximenez de Urrea y Hijar V vizconde de Rueda y II conde de Aranda. Esta obra se basa principalmente en un texto del 1389, de origen apócrifo, mandado copiar por el I conde de Aranda Lope Ximénez de Urrea y Centelles y en el que se narra que el emperador Enrique IV había realizado una peregrinación a Santiago de Compostela junto a su familia y que de regreso a sus feudos se encontró con el rey aragonés Pedro I en el asedio a Huesca, siendo aquí donde uno de sus hijos, Maximiliano, decidió quedarse al servicio del aragonés y adoptar el apellido del primer lugar que conquistase, que según la leyenda fue Urrea de Hijar y tras el cual empezó a ser llamado Ximén.[1]

 
Enrique IV y Berta de Saboya fueron, según la leyenda, los padres de Maximiliano, el fundador legendario de la Casa de los Ximénez de Urrea.

Ya en el 1499 Gauberto Fabricio de Vagad publicó su obra Crónica de Aragón en donde otorgaba al caballero alemán que apareció junto a San Jorge en la Batalla de Alcoraz, tras haber estado presentes en la Batalla de Antioquía tal y como lo narra la Crónica de San Juan de la Peña, la identidad de este príncipe ficticio, hijo de Enrique IV.

Este método de vinculación a la esfera real aragonesa fue a menudo utilizado por distintos linajes de la nobleza aragonesa, que usaban este hecho bélico tan importante para el entonces incipiente reino aragonés como forma de incrementar el prestigio del linaje o como base para la petición de prerrogativas en los siglos XV y XVI tal y como hizo Martín Ximénez de Urrea y Fernández de Heredia, hermano del VI Conde de Aranda, quien imprimió un Memorial entre el 1660 y 1670 en donde exponía esta supuesta ascendencia imperial a la vez que pedía al Rey una merced nobiliaria o un oficio palatino.

Otros autores como el Rey de Armas de Fernando II, Juan Ortega de Prado, quien en su obra manuscrita Crónica de los linajes de Aragón y Castilla repitió los mismos argumentos que Funes, mientras que otros como Alonso Téllez de Meneses en su obra Nobiliario de España y Lucio Marineo Sículo en Opus de Rebus Hispaniae memorabilibus dedicaron poca tinta a la casa en sus obras pero continuaron la naciente narrativa del origen imperial de la casa.

El primer autor que desacreditó de forma frontal esta narrativa y la tachó como improbable fue el cronista Jerónimo Zurita, quien recomendaba no dar demasiado crédito a elementos tan fabulosos en las distintas historias familiares nobles. A pesar de la advertencia del autor de los Anales de Aragón y del refuerzo de su sucesor Jerónimo de Blancas, la leyenda continuó a la alza, usando a menudo citas incompletas de la obra del zaragozano para adaptarlas a la narrativa deseada como hizo Tomás Tamayo de Vargas, Cronista General de Castilla e Historiador General de las Indias en el Historial de la familia de Alagón o citando a los cronistas de la familia como seria el caso de Vicencio Blasco de Lanuza, en sus Historias eclesiásticas y seculares de Aragón.

Otra obra que también tilda este origen imperial como "meras conjeturas" es el Nobiliario de Aragón del autor Pedro Garcés de Cariñena, aunque Pedro Moreno Meyerhoff y Francisco Moxo y Montoliú lo atribuyen al propio Zurita, quien había dejado notas manuscritas en la obra, quien defendía que la población de origen del feudo era la población zaragozana Urrea de Jalón, que por su situación más al norte habría sido conquistada antes que Urrea de Gaén, al igual que fecha a sus primeros miembros en la época de Ramón Berenguer IV, que encaja con los primeros documentos existentes de esta familia. La localización del feudo original de los Urrea en Urrea de Jalón también fue apoyado por el segundo cronista de la familia, Jaime de Abiego, quien reconocía que no había noticias sobre la población de Híjar fuera el origen, aunque si que defendía el origen imperial de forma frontal, al ser el notario público de Épila.

Respecto al posible origen de la familia, el poeta Luis de Zapata escribió en su obra Carlo Famoso unos endecasílabos en los que menciona el origen godo de la familia, algo muy común en la vieja nobleza castellano-leonesa:

De la Antigua y Real sangre de Urrea
seys vandas desta suerte repartidas
tres azules tres blancas en tu ydea
son en todo el mundo armas conocidas
de la Antigua y Real Cassa de Urrea;
en Aragón son ahora sus manidas,
vaya a buscarla allá quien las dessea
antiguamente vienen sus arreos
de los antiguos godos Pirineos.

El último de los tres cronistas de la familia, Juan Lorenzo de Merenzi y Aldaya, escribió su obra Historia manuscrita de la Ilustre Casa y Familia de Ximénez de Urrea en dedicación a la V condesa de Aranda, Luisa de Padilla y Manrique, de quien era secretario y médico personal. En la primera parte de la obra trata el origen de la familia, tratando los distintos orígenes de la familia que se habían difundido:

  • Sobre el origen godo de la familia él defiende la idea de que no era honroso el dar ese origen a la familia tras lo que según el fue la traición de los godos al permitir la conquista musulmana de España.
  • Sobre la idea de que descendían del caballero alemán que según la leyenda apareció junto a San Jorge en la Batalla de Alcoraz, Merenzi lo desacredita esa teoría aduciendo que no hacía falta recurrir a hechos milagrosos para datar la antigüedad de la familia, así como desacredita la idea de que fuera el antepasado de los Fieschi de Génova, aduciéndolo a la falta de los documentos que se quemaron en San Juan de la Peña. Aún así considera que ambas casas se originaron de la misma dinastía en la misma época.
  • Respecto a la opinión de que descendían de nobles aragoneses que se habían refugiado en las montañas de Jaca y que participaron en la elección de los primeros reyes del Sobrarbe, él arguye que su origen era alemán, volviendo a traer al frente al hijo ficticio de Enrique IV, Maximiliano, a través de quien habían obtenido la ricohombría.

Posteriormente defendía que el origen era el mismo que ya había puesto por escrito Funes aunque intentando rellenar algunas lagunas de la historia como la falta de mención alguna de un hijo de Enrique IV llamado Maximiliano, a lo que él sostiene que había llegado a tierras de Aragón "en tierna edad" y "solo había sido conocido en ella", planteando también que la fama de los otros hijos de Enrique pudo tapar la existencia de otros hijos tenidos con su primera mujer Berta o su segunda Eupraxia.

Después de aclarar esas lagunas continua narrando que en la Batalla de Alcoraz llegó a cortar una de las cabezas de los reyes musulmanes que más tarde formarían parte junto a la cruz del posterior escudo de Aragón, recibiendo ahí mismo la ricahombría y continuando posteriormente en las distintas conquistas de Barbastro, Fraga, Calasanz, Pertusa y Alcanadre para fallecer entre el 1120 y 1121 en Zaragoza, siendo enterrado en la Seo de la misma

Ramón Royo, archivero del X Conde de Aranda, recibió en 1786 el encargo de averiguar los orígenes de las Casas de Urrea y de Abarca en los documentos y libros conservados en el archivo del monasterio de San Juan de la Peña, al final de su investigación redactó su informe, titulado, Árbol genealógico de la Illtma. Familia de Ximénez de Urrea desde Dn. Enrique Quarto del nombre y octabo Emperador de Alemania y Emperatriz Doña Inés su mujer hasta el Exmo. Sr. Dn. Pedro Pablo Abarca de Bolea Ximénez de Urrea, Conde de Aranda, en donde expuso la tradición historiográfica entorno al tema antes de apuntar que no existe ningún Maximiliano en las firmas de los documentos del rey Pedro I, inscripción y el dibujo de una lápida muy maltrecha de una de las tumbas de nobles del Monasterio de San Juan de la Peña que podría pertenecer a un Simeno o Ximén, uno de los nombres a los que se le adjudicó al fundador originalmente, también anota al existencia de una sala de retratos llamada "Salón del Linage", hoy desaparecido, en el palacio que los condes tenían en Almonacid de la Sierra, donde estaban representados todas las cabezas del linaje según la leyenda hasta el II conde de Aranda, Miguel Ximénez de Urrea.

Como descendientes de los reyes de Navarra

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El abad de San Juan de la Peña, Juan Briz, en el preámbulo de su obra Historia de la fundacion y antigüeda des de S. Juan de la Peña y de los reyes, de Sobrarbe, Aragon y Navarra ya descartaba el origen imperial como la casa madre de la familia.

El abad de San Juan de la Peña, Juan Briz Martínez, tras refutar la teoría del origen imperial de la familia basándose en el uso preferente del apellido "Ximénez" como prueba del origen de la dinastía Jimena, teoría que no fue respaldada por otros eruditos de entonces como los posteriores cronistas de la casa de Urrea como lo fue Juan Lorenzo de Merenzi y Aldaya, quien descartaba esta teoría debido a lo prolífico que era.

Posterior a la publicación de Briz fue la de un autor anónimo, quien ente el 1620 y el 1640 escribió una serie de textos en el cual nombraba a un tal Rui Pérez como el primer Urrea documentado a la vez que rechazaba completamente la tesis del origen imperial, más adelante los ancestros del Rui Perez mencionado, vinculándolo con los señores de Cameros, una familia noble de origen navarro, o con el conde Sancho Ramírez, hijo bastardo del rey Ramiro I de Aragón. Según él la familia se mantuvo en Castilla hasta Pedro Jiménez, quien en el 1110 pasó al servicio de Alfonso I, obteniendo el dominio de Urrea y Turbena y poco después siendo nombrado Justicia de Aragón. Este Pedro Jiménez era muy probablemente hijo de un Ximeno Sánchez y éste a su vez hijo de un Sancho que podría proceder tal vez del entorno tutelar o familiar del conde Sancho Ramírez. Igualmente este vínculo con los señores de Cameros podría provenir de la mujer de este Ximeno Sánchez o la de Pedro Ximénez, pudiendo ser esa la razón del nombre de Rui.[1]

Historia

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El 24 de julio de 1233 el rey aragonés Jaime I concedió a Jimeno de Urrea II, quien ya era señor de Alfindén, el castillo de Alcalatén en recompensa por sus servicios en la primera oleada durante la conquista del reino de Valencia, esta participación en una campaña como fue la de Valencia durante el reinado del joven monarca aragonés era arriesgada pero podía generar unas recompensas considerables que ayudarían a la familia a aumentar su prestigio y patrimonio.[2]

El primer miembro del linaje fue el Justicia de Aragón entre el 1113 y 1125, Pedro Jiménez, quien ya debía de pertenecer a una familia de cierto prestigio debido a su formación jurídica, tenía varias poblaciones como Urrea de Jalón, Biota y El Bayo. Su hijo Rodrigo[a]​ Pérez de Urrea I aparece ya en 1131 como tenente de Urrea de Jalón, topónimo que incorpora desde entonces como sobrenombre característico del linaje,[2]​ el cual tras su muerte en el 1146 se dividirá en dos ramas, la de Urrea y la de Biota, aunque debido a que la rama de Urrea tuvo un mayor crecimiento durante el último tercio del siglo XII y principios del XIII recuperó poco después el señorío de Biota, probablemente debido a su extinción, ya que antes del 1248 Jimeno de Urrea II era señor de Biota. A su muerte se volvió a crear una rama cadete, dividiendo a la familia entre los Urrea de Aladrén y Biota por un lado, que heredaron el patrimonio y títulos de Aragón, y los de Alcalatén, que aunque mantuvieron su presencia en Aragón su principal feudo era el señorío de Alcalatén, en el Reino de Valencia.

Con el paso del tiempo las distintas ramas siguieron diferentes estrategias políticas, la rama principal a menudo mantuvo enfrentamientos con la corona, mientras que la rama valenciana se mantuvo cercana a ella, lo que desembocó en que los valencianos obtuvieran el señorío de Monteagudo tras la actuación de Juan Jiménez de Urrea, señor de Alcalatén en la guerra con los castellano, así como la concesión en el 1306 de mercado en Alcora por parte del rey Jaime II, con quien mantuvo una buena relación como se puede ver en la considerable hueste que dirigió durante el sitio de Almería del 1309, falleciendo de causas naturales a su regreso y dejando como heredero a su nieto homónimo, hijo de Toda Jimenez de Urrea y de su esposo Artal V de Alagón, pero bajo la tutela de su abuela, Teresa de Entenza y madre.

Estas distintas estrategias les llevaron a estar en distintos bandos durante la Guerra de la Unión, con la rama principal de los Urrea aragoneses liderados por el señor de Biota, Juan Jiménez de Urrea, en el bando unionista y la rama valenciana representada por Juan Jiménez de Urrea, señor de Alcalatén, en el realista. Tras la Batalla de Épila en la que el señor de Biota murió y su heredero fue posteriormente ejecutado, el patrimonio de la rama principal fue confiscado, aunque poco a poco fue restituyendo el patrimonio a los herederos que sobrevivieron, como ocurrió con su hermana Violante, quien recuperó en el 1360 el patrimonio familiar tras casarse con Gonzalo González de Lucio, señor de las Henestrosas, quien estuvo al servicio del rey Pedro IV en la recuperación de Tarazona tras su conquista por los castellanos en la Guerra de los Dos Pedros.[3]

De este linaje desciende Lope de Urrea, III vizconde de Rueda de Jalón y señor de Aranda y Épila. En 1488 Fernando II de Aragón dará el título de conde de Aranda a un miembro de esta familia: Lope IV Jiménez de Urrea, quien ya era vizconde de Rueda, señor de Almonacid, Épila, Trasmoz, La Mata de Castilviejo, Salillas de Jalón y Casanueva y que con la adquisición de Lumpiaque y Suñén en 1482 se aseguró el dominio casi absoluto de la ribera baja del río Jalón y los valles del Aranda y Isuela.[4]

La temprana muerte de Lope IV dividió los territorios de la familia entre su hijo mayor, Miguel Ximénez de Urrea, que le sucedió en el condado de Aranda, y el segundogénito, Pedro Manuel de Urrea, que fue señor de Trasmoz.

El señorío de Berbedel también perteneció a un Urrea. Tuvieron también el castillo de Peracense en la frontera turolense.

 
Sepulcro de Miguel Ximénez de Urrea en la Catedral de Tarazona.

El último miembro de este linaje fue el célebre conde de Aranda Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea.

Heráldica

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Sus armas heráldicas fueron un escudo bandado de seis piezas de azur y argent, tres de cada esmalte, aunque Pedro de Funes lo describió como losanges en vez de bandas.

A partir del 1625, cuando se realizó el sepulcro del IV conde de Aranda Luis Ximenez de Urrea y Aragón[b]​es cuando el escudo heráldico empieza a ser representado junto al águila bicéfala, en referencia al origen legendario de la familia.

Árbol genealógico

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      Línea de la tenencia de Urrea
      Línea del señorío de Biota
      Línea de Aladrén y Biota
      Línea de Alcalatén


 
 
 
 
 
Pedro Jiménez
c.1116-1128 Justicia de Aragón
 
¿Oria?
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Rodrigo Pérez de Urrea
c.a 1131-1146
Tenente de Urrea
 
Toda
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Oria Íñiguez
 
Jimeno de Urrea I
c.a 1147-1185
 
 
 
 
 
 
 
 
Pedro de Urrea
c.a 1147-1183
 
Oria
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Rodrigo
† a.1191
Casado con Beatriz
 
 
 
 
 
Sancha
 
García Ortíz
señores de Azuer
 
Rodrigo Pérez de Urrea
1165-1243
 
Sancha
 
Toda
 
Urraca
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Oria
 
Pedro II Jiménez de Urrea
c.1191-1209
 
María Romeo
 
 
Ruy Vázquez
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Jimeno de Urrea II
1209-1248
 
María Ruíz
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Pedro Cornel III
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Pedro
† a.1248
 
Sancha
 
Guillerma
 
Eva
 
Artal III de Alagón
 
Jimeno de Urrea III
c.1249-1283
 
Toda Pérez Cornel
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Artal I de Luna
 
Casa de Alagón
 
Jaime I de Aragón
 
 
 
 
 
 
Amor Dionís
señor de Canals
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Teresa Religiosa Guillerma Religiosa TodaMiguel
Obispo de Tarazona entre 1309 y 1317
Lope
Eva
 
Lope Ferrench III de LunaAldonza
 
Fernán Sánchez de CastroJimeno de Urrea IV
1276- +1301
Señor de Biota, Aladrén y otros
 
Gracia DionísJuan Jimenez de Urrea 1276-1310
Señor de Alcalatén y Monteagudo
 
Teresa de Entenza
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ximeno Cornel
†1348 Señor de Alfajarín
 
Violante de Pallars Sobirá
 
Rama Lope Ferrench de Luna
 
 
 
 
 
Felipe Fernández de Castro
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Artal V de Alagon
†1323 Señor de Sástago
 
Toda Jimenez de Urrea
1291-1335
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Elvira Cornel
Segundo matrimonio.
 
Juan Jiménez de Urrea
1301- +1348 Señor de Biota, Aladrén y otros
 
 
 
 
 
 
Pedro de Urrea
Obispo de Huesca entre 1328 y 1375
Jimeno de Urrea
señor de Canals
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Sibila de Anglesola Primer matrimonio. † circa. 17 de julio de 1314.
 
 
 
 
 
 
 
 
Juan Jimenez de Urrea II1310
Señor de Alcalatén y Monteagudo
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Beatriz
 
 
ViolanteJuan Jiménez de Urrea II †1348
  1. A veces también se le llama Rui o Ruy
  2. El sepulcro se erigió en el convento capuchino de San José de Épila, aunque hoy día en se encuentra en Mareca, un caserío a las afueras de Épila que también fue de los condes.

Referencias

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  1. a b Moreno Meyernhoff, Pedro (1999). «La leyenda del origen de la casa de Urrea, etiología de una tradición». Emblemata: Revista aragonesa de emblemática (5): 57-88. ISSN 1137-1056. Consultado el 17 de septiembre de 2024. 
  2. a b García Edo, Vicent (2019). «Los orígenes de la Casa de Urrea: linaje y patrimonio en los reinos de Aragón y Valencia (siglos XII-XIII)». Medievalismo: revista de la Sociedad Española de Estudios Medievales (29): 141-174. ISSN 1131-8155. Consultado el 19 de septiembre de 2024. 
  3. Bohigas Roldán, Ramón; García Alonso, Manuel (1999). «Gonzalo González de Lucio, Señor del Torrejón de Las Henestrosas». Cuadernos de Campoo 5 (15): 15-18. ISSN 1136-9639. Consultado el 25 de septiembre de 2024. 
  4. Navarro Espinach, Germán: La formación de los señoríos del Condado de Aranda publicado en El Condado de Aranda y la nobleza española en el Antiguo Régimen, 2009, ISBN 978-84-9911-042-4 , páginas. 65-84 .

Bibliografía

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