Fractura proximal de fémur

ruptura que ocurre en la parte superior del fémur

Una fractura proximal de fémur es un tipo de fractura de cadera que se produce en la parte superior del fémur (hueso del muslo).[1]​ Los síntomas pueden incluir dolor alrededor de la cadera, particularmente con el movimiento, y encogimiento de la pierna.[1]​ Por lo general, la persona no puede caminar.[3]

Fractura proximal de fémur

Fractura intertrocantérica en un masculino de 17 años de edad.
Síntomas Dolor alrededor de la cadera, particularmente con el movimiento de encoger la pierna.[1]
Tipos Intracapsular, extracapsular (intertrocantérica, subtrocantérica, trocantérica mayor, trocantérica menor)[2]
Causas Generalmente un trauma tal como una caída[2][3]
Diagnóstico radiografía, resonancia magnética nuclear, tomografía computarizada[3][1]
Diagnóstico diferencial Osteoartritis, necrosis avascular de cadera, hernia, bursitis trocantérica[3]
Prevención Mantener un peso saludable, cuidado de pisos y alfombras, ejercicio tratamiento de la osteoporosis[2]
Tratamiento Cirugía[2]
Medicación Opioides, bloqueo nervioso[2]
Pronóstico En ancianos ~20% aumento en la mortalidad dentro del plazo de un año.[3][2]
Frecuencia Aproximadamente un 15% de todas las mujeres en algún punto de sus vidas.[2]
Sinónimos
Fractura proximal de fémur.[2]

La mayor parte de las veces se produce por el resultado de un trauma, en personas mayores frecuentemente como resultado de una caída de propia altura.[3]​ Los factores de riesgo incluyen osteoporosis, tomar muchos medicamentos, consumo de alcohol y cáncer metastásico.[2][1]​ El diagnóstico generalmente se realiza mediante radiografías.[1]​ Ocasionalmente, se pueden requerir imágenes por resonancia magnética, una tomografía computarizada o una gammagrafía ósea para llegar al diagnóstico.[1][3]

El manejo del dolor puede requerir el uso de opioides o un bloqueo nervioso.[2][4]​ Si la salud de la persona lo permite, la recomendación es la cirugía dentro de los dos días del accidente.[2][1]​ Las opciones de cirugía pueden incluir un reemplazo total de cadera o la estabilización de la fractura con tornillos.[1]​ Se recomienda un tratamiento anticoagulante para prevenir los coágulos de sangre después de la cirugía.[2]

Alrededor del 15% de las mujeres padecerán una fractura de este tipo en algún momento de sus vidas;[2]​ las mujeres se ven más afectadas que los hombres.[2]​ Las fracturas de cadera se vuelven más comunes con la edad.[2]​ El riesgo de muerte en el año siguiente a una fractura es de alrededor del 20 % en las personas mayores.[2][3]

Véase también

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Referencias

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  1. a b c d e f g h i «Hip Fractures». OrthoInfo - AAOS. abril de 2009. Archivado desde el original el 29 de junio de 2017. Consultado el 27 de septiembre de 2017. 
  2. a b c d e f g h i j k l m n ñ o Ferri, Fred F. (2017). Ferri's Clinical Advisor 2018 E-Book: 5 Books in 1 (en inglés). Elsevier Health Sciences. p. 615. ISBN 9780323529570. Archivado desde el original el 13 de ctubre de 2017. 
  3. a b c d e f g h Brunner LC, Eshilian-Oates L, Kuo TY (febrero de 2003). «Hip fractures in adults». American Family Physician 67 (3): 537-42. PMID 12588076. 
  4. Guay J, Parker MJ, Griffiths R, Kopp SL (mayo de 2018). «Peripheral Nerve Blocks for Hip Fractures: A Cochrane Review». Anesthesia and Analgesia 126 (5): 1695-1704. PMID 28991122. doi:10.1213/ANE.0000000000002489. 

Enlaces externos

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