Historia de la red vial argentina

Desde la época colonial existió una red de caminos, siendo los más importantes el Camino Real del Oeste (también llamado "Camino Real hacia el Oeste" o "De los Correos"), de Buenos Aires a Santiago de Chile pasando por las ciudades de San Luis y Mendoza y el Camino al Alto Perú, de Buenos Aires a Potosí, pasando por Córdoba, San Miguel de Tucumán y Salta, entre otras ciudades importantes.

Estos caminos tenían postas cada 50-100 km para que los caballos pudieran descansar. En caso de lluvias se volvían intransitables. En el siglo XVII un viaje desde Mendoza a Santiago demandaba ocho días promedio, a Córdoba 20 días y a Buenos Aires, 45.[1]

A mediados del siglo XIX apareció el ferrocarril en el país y para fin de siglo las principales ciudades estaban conectadas mediante un abanico de rieles a partir de la Capital Federal, con lo que los tiempos para trasladar pasajeros y mercancías por la Argentina disminuyeron considerablemente. De esta manera se dejaron de utilizar los caminos que existían anteriormente.

Entre los años 1858 y 1903 se destinó el equivalente a 160.000 pesos moneda nacional anuales a la vialidad argentina. Esta suma se destinó principalmente a la construcción de puentes.

El 30 de septiembre de 1907 el Congreso Nacional aprobó la Ley 5.315 a partir del proyecto del Ing. Emilio Mitre (hijo del Presidente Bartolomé Mitre) más conocida como Ley Mitre.[cita requerida] En uno de sus artículos indica que el 3% del producto líquido de los ramales ferroviarios se debe destinar a la construcción de caminos, para el uso de los automotores que aparecieron en esa época en el país.

En 1932 se sancionó la Ley 11.658, por la cual se creaba un Sistema Troncal de Caminos Nacionales, la Dirección Nacional de Vialidad que debía construir y mantener los caminos nacionales y un fondo específico (un monto fijo sobre el precio del combustible) para el mantenimiento de este organismo. En los años subsiguientes, a partir de un consumo anual de alrededor de mil millones de litros por año de combustible, la nueva repartición pública podía disponer de 40 millones de pesos.

Una vez asegurados los fondos, el organismo público se abocó a trazar el mapa de la red nacional de carreteras, compuesta por la red troncal de caminos en las diferentes provincias, y la totalidad de los caminos en las gobernaciones, ya que estos territorios eran controlados directamente por el Gobierno Nacional. Para diferenciar las rutas troncales de las secundarias en las diferentes gobernaciones se acuñó la expresión ruta complementaria.

El trazado de esta red se realizó con ayuda de los gobiernos de las diferentes provincias y gobernaciones, junto con otros interesados: ferrocarriles, puertos, ministerios de agricultura, guerra, marina, etc.

A diciembre de 2012, la red nacional de caminos tenía una extensión de 39.518 kilómetros de los cuales 35.214km se encuentran pavimentados. De esos, 32.977km son de calzada simple, 1.378 de autovía y 859km de autopista. Además la red posee 3.228km de ripio y 1.076km de tierra.

Regiones para la numeración de rutas nacionales.

Numeración de Rutas Nacionales editar

En 3 de septiembre de 1935 el directorio del nuevo organismo público aprobó su esquema de numeración de rutas nacionales.[2][3]

  • Tomando como centro la Capital Federal, se adoptará el sistema radial para la asignación de los 14 primeros números girando en el sentido de las agujas del reloj y dando el número 1 al camino que une la Capital de la República (Buenos Aires) con la Capital de la Provincia de Buenos Aires (La Plata).
  • A partir del número 15 y hasta el 31 se numerarán los grandes itinerarios que corran de este a oeste, comenzando por el más septentrional de ellos.
  • A partir del número 32 y hasta el 40 se numerarán los grandes itinerarios que corran de norte a sur, comenzando por el más oriental de ellos.
  • A partir del 41 y hasta el 50 se dejarán para futuras ampliaciones.
  • Se emplearán los números 51 hasta el 300 para los restantes caminos de la Red Nacional procediendo de la siguiente forma:
Región Provincias Numeración Cant. nº empleados
Región I Jujuy
Salta
Tucumán
Catamarca
La Rioja
51 a 80 16
Región II Formosa
Chaco
Santiago del Estero
norte de Santa Fe
81 a 100 11
Región III Misiones
Corrientes
Entre Ríos
101 a 140 22
Región IV San Juan
Mendoza
San Luis
La Pampa
141 a 155 6
Región V Córdoba
centro - sur de Santa Fe
156 a 185 16
Región VI Buenos Aires 186 a 230 13
Región VII Neuquén
Río Negro
231 a 255 11
Región VIII Chubut
Santa Cruz
Tierra del Fuego AIAS
256 a 300 24

De esta manera se definieron 119 rutas regionales, dejando 131 números más para futuras expansiones de la red de rutas nacionales.

Se puede observar el recorrido de estas rutas en Anexo:Primeras rutas nacionales argentinas. Esta numeración se modificó parcialmente en 1943.[3]​ A las rutas complementarias se le asignaron letras.[4]

La política caminera de esta época se basaba en las siguientes expresiones del primer administrador de la Dirección Nacional de Vialidad:

De los 50.000 km de la red nacional solamente 1730 km tienen más de 300 vehículos por día y sólo se justifica la adopción de pavimentos de alto costo en una parte de esos caminos principales. Hay 14.000 km con un tránsito de 50 a 300 vehículos por día y en ellos debe emplearse, en forma casi exclusiva, pavimentos de bajo costo. El resto de la red debe ser por ahora de tierra natural, con buenas obras de drenaje y emparejamiento.
Justiniano Allende Posse, Memoria 1936 de la DNV
 
Evolución de las rutas nacionales por tipo de calzada.

En el gráfico de la derecha se puede observar la evolución de las rutas nacionales en kilómetros de extensión según el tipo de calzada: pavimento, ripio o tierra.[5]​ La mayor parte de las rutas construidas inicialmente por la Dirección Nacional de Vialidad fueron transferidas a las provincias. A fines de la década de 1950 las nuevas provincias de la región patagónica recibieron la mayoría de los caminos que cruzaban sus territorios, que anteriormente eran de jurisdicción nacional.

Desarrollo de Vías rápidas editar

Las primeras autopistas se construyeron en la década de 1940: la Avenida General Paz y la Autopista Riccheri. En 1979 existían las siguientes autopistas:[6]

  • Autopista 001: actual Ruta Nacional 9 desde Avenida General Paz hasta el empalme con actual Ruta Nacional 8 (20,64 km)
  • Autopista 002: acceso a Tigre (8,33 km)
  • Autopista 003: actual Ruta Nacional 9 desde el empalme con la Ruta Nacional 8 hasta el empalme con la antigua Ruta Nacional 9 en Garín (8,03 km)
  • Autopista 004: actual Ruta Nacional 8 desde el empalme con la Ruta Nacional 9 hasta el empalme con la antigua Ruta Nacional 8 en Pilar (24,37 km)
  • Autopista 007: Acceso Oeste (26,90 km)
  • Autopista 008: Autopista Ricchieri (desde Avenida General Paz a aeropuerto de Ezeiza) (15,60 km)
  • Autopista 009: Avenida General Paz (desde Avenida Lugones a Puente de la Noria) (24,18 km)
  • Autopista 014: Circunvalación de Santa Fe (4,57 km)
  • Autopista 015: Circunvalación de Rosario (25,53 km)
  • Autopista 029: Autopista Rosario - Santa Fe (156,39 km)
  • Ruta Nacional 9: Autopista Garín - Campana y San Nicolás - Rosario (51,86 km)

En 1990 se concesionaron los accesos a Buenos Aires y Córdoba y los corredores viales con mayor caudal de tránsito. El dinero para que los concesionarios puedan realizar obras de mantenimiento y mejoras proviene de peajes que cobran a los conductores de los vehículos que circulan por las rutas. Desde el 25 de enero de 2001 el organismo encargado del control de los concesionarios es el Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI). Previamente el Órgano de Control de las Concesiones de la Red de Accesos a la Ciudad de Buenos Aires (OCRABA) y la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) se encargaban de estas tareas. En diciembre de 2004 se ampliaron las facultades del OCCOVI para realizar obras en las rutas concesionadas.[7]

Véase también editar

Referencias editar

  1. Provincia de Mendoza
  2. Sánchez de Bustamante, Teodoro (1939). Instituto de Economía de los Transportes, ed. Vialidad Nacional. Buenos Aires. p. 85. 
  3. a b Kirbus, Federico B. (2003). Mágica Ruta 40. Del Eclipse. p. 112. ISBN 987-9011-53-8. 
  4. Sánchez de Bustamante, Teodoro (1939). Instituto de Economía de los Transportes, ed. Vialidad Nacional. Buenos Aires. p. 89. 
  5. Evolución de las rutas nacionales - Asociación Argentina de Carreteras Archivado el 29 de diciembre de 2009 en Wayback Machine.
  6. Dirección Nacional de Vialidad (2000). «Decreto Nacional 1595/79 con comentarios». Archivado desde el original el 27 de septiembre de 2007. Consultado el 23 de marzo de 2008. 
  7. Acerca del OCCOVI - Órgano de Control de Concesiones Viales