Hombres buenos (concejo)

grupo de hombres de calidad que formaban parte de la capa superior de los concejos cerrados

Los hombres buenos durante la Edad Media en los reinos de León y Castilla, se entendían como un grupo de hombres de calidad que formaban parte de la capa superior de los concejos cerrados que se dieron a partir del siglo XII.[1]

Las antiguas asambleas generales de vecinos (Concilium) son sustituidas a mediados del siglo XIV por concejos de participación cerrados, los denominados regimientos donde se nombrarán caballeros y hombres buenos.[2]​ Cuando determinados habitantes que pertenecían al común de las villas y ciudades alcanzaban un nivel importante de riqueza, se les calificaba de hombres buenos y podían formar parte del concejo donde se les encomendaba determinadas funciones judiciales o políticas, como su nombramiento como jueces especiales en casos delicados (control de deudas).

Este cuerpo de hombres buenos o regidores, desde Alfonso XI de Castilla, serán nombrados vitaliciamente por la Corona y éstos a su vez, designarán anualmente a los diversos magistrados y funcionarios municipales.

Véase también

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Referencias

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  1. Luis Suárez Fernández (1978). Historia de España. Edad Media. Madrid: Gredos. ISBN 9788424931346. 
  2. J. A, García de Cortázar (1978). Historia de España Alfaguara. La época medieval. Madrid: Alianza. p. 316. ISBN 84-206-2040-8.