Un hoyo fonky fue el apelativo que el escritor Parménides García Saldaña dio a los lugares en los que se interpretaba rock en México en la década de los setenta en una época en el que dicho género sufrió mayor censura y represión por parte de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego de las matanzas de 1968, 1971 y el Festival de Avándaro.[1][2][3]

Historia

editar

El Festival de Rock y Ruedas de Avándaro, tras sus resultados imprevisibles como una asistencia descomunal, la reprobación por parte de sectores conservadores de la sociedad mexicana y el castigo moral de la prensa oficialista, da como resultado la cancelación de cualquier evento masivo convocado por el rock prácticamente durante toda la década de los setenta en México.

«En Avándaro se desvanece gran parte del control clasista y nacionalista sobre las nociones de juventud. Y la represión, los artículos y las homilías que desean ser exorcismos, la prohibición de conciertos y el Llamado Adulto a La Razón, hace pensar en lo efímero de las opciones ante lo establecido. En efecto y en poco tiempo, la carencia de recursos, las consecuencias de la droga, la inexistencia de alternativas, la desesperanza ante la falta de salidas, los estilos desgarrados de vida de los "nacos" (la antigua Raza de Bronce) liquidan el sueño de la Nación de Avándaro.»
Carlos Monsiváis, "¿Quién quiere triunfar en la política pudiendo vender un millón de discos?", en Paredes Pacho, José Luis. Rock Mexicano. Sonidos de la calle. México, Pesebre, 1992.

La respuesta a dicha represión y persecución oficial es la formación de una manifestación contracultural basada en la organización de tocadas (conciertos) sin permisos en barrios pobres y en la periferia de la Ciudad de México, así como en otros estados de México en donde el fenómeno se replica. En oposición a las tocadas de clase alta, en las que se contrataba a bandas de rock afamadas de la época como Three Souls in My Mind, Los Dug Dug's o La Revolución de Emiliano Zapata, se cobraban las entradas y se vendían bebidas, los hoyos fonkis podían sumar hasta 20 mil personas en bodegas, terrenos o casas particulares[4]​ en donde se vendía alcohol y drogas y se congregaban a bandas que tuvieron gran éxito en este circuito informal y que a la postre llegarían a ser afamadas como Botellita de Jerez.

Cabe mencionar que gracias a estos mismos lugares que la sociedad de aquel entonces tildaba de "incorrectos, grotescos e inmorales" para los cánones conservadores de la época, es como entonces surge el movimiento del Rock Urbano el cual se ha enfocado exclusivamente en las clases bajas a medias de los barrios de la periferia de ciudades como la de México. asimismo gracias a ello también se dieron a conocer bandas como la ya mencionada Three Souls in My Mind asimismo el cantante Rockdrigo también se dio a conocer en la escena en parte a estos mismos Hoyos Fonky, así como una gran cantidad de exponentes.

Actualidad

editar

Aunque el término de "Hoyo Fonky" ha caído en paulatino desuso, la influencia de este tipo de eventos sigue vigente ahora en forma de "Tocadas" y Festivales de Música de todo tipo como el "Vive Latino"(festival patrocinado por varias marcas comerciales de diversos rubros),y la llegada de eventos como el "Hell and Heaven" entre otros que poco a poco están siendo aceptados por la sociedad a fecha de hoy, así como también eventos que aún se realizan en terrenos particulares diversos que en este caso engloban a varias subculturas afines a la convivencia según sus gustos musicales, y que en ocasiones han servido de plataforma a muchos grupos para darse a conocer; aunque aún haya aspectos negativos, poco a poco han tratado de minimizarse para poder seguir adelante con distintos proyectos.

En el plano de los medios de comunicación, un posible acercamiento a la atmósfera de este tipo de congregaciones lo aplicó Canal 11 en sus programas denominados Especiales Musicales de Canal Once (EMCO) donde se han presentado distintas agrupaciones tanto desconocidas o experimentales como grupos comerciales ya bien establecidos; en un aspecto más informal pero con mayor audiencia relativa el programa animal nocturno producido por Canal 13 de TV Azteca ha dedicado espacio a exponentes que también en algún punto de su carrera tuvieron la posibilidad de tocar en los Hoyos Fonky.

Véase también

editar

Referencias

editar
  1. Miriam Canales (6 de abril de 2013). «Rock mexicano: del hoyo funkie a la luz». Sin Embargo. Consultado el 7 de octubre de 2014. 
  2. Bravo, Antonio (septiembre de 2014). «El hoyo funky y los desertores de los atrios novohispanos». Revista Casa del Tiempo I (8). 
  3. José Luis Paredes Pacho y Enrique Blanc. "Rock mexicano. Breve recuento del siglo XX", en Tello, Aurelio (coord.) (2010). La música en México. Panorama del siglo XX. México: FCE/CONACULTA. ISBN 9786074553321. 
  4. Zolov, Eric (1999). Refried Elvis: The Rise of the Mexican Counterculture. University of California Press. p. 153. ISBN 052092150X.