Nuestra Señora de Cúcuta

Nuestra Señora de Cúcuta o Virgen de Cúcuta es una advocación mariana venerada en la ciudad colombiana de Cúcuta. Esta devoción tiene un lugar especial en la vida religiosa y cultural de los cucuteños.

Nuestra Señora de Cúcuta fue coronada el 18 de mayo de 1950, 75 años después del Terremoto de Cúcuta de 1875, que destruyó la ciudad. Se dispuso que el último domingo del mes de mayo se celebrara su fiesta patronal, ya que su imagen ubicada en ese entonces, en la Catedral de Cúcuta, quedó intacta luego del terremoto que destruyó la ciudad.[1]

Historia

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A mediados del siglo XIX se posesionó como párroco de San José (Catedral de Cúcuta), el sacerdote Domingo Antonio Mateus y asumió la construcción del nuevo templo. Los constructores fueron los ingenieros bogotanos Pascual Pinzón y Gregorio Peña. El estilo de las torres le dio a la construcción un aspecto castrense, pero los arcos de medio punto y los contrafuertes le añadieron un inconfundible toque romántico.

El clero era propietario de la manzana en la que estaba el templo, por lo cual, durante la construcción el lote se parceló para obtener recursos para la financiación del proyecto. El templo de San José, erigido sobre el costado oriental del Parque Santander -que para entonces aún no tenía nombre-, estaba terminado a comienzos de los años 70 del siglo XVII. Después de unos días donde se sintieron algunos presagios, el martes 18 de mayo de 1875, sucedió en Cúcuta el hecho más luctuoso de la ciudad, el denominado Terremoto de Cúcuta de 1875.

El 22 de mayo de 1875, el arzobispo de Bogotá, Vicente Arbeláez envió una carta al tener conocimiento sobre el hecho, para provocar la caridad cristiana alrededor de los sobrevivientes. Algunos días después del terremoto y de “recoger” lo que podía servir, los feligreses cucuteños encontraron entre las ruinas de la Catedral de Cúcuta, las imágenes de Nuestra Señora de los Remedios, y de San José, las cuale aparecieron intactas entre las ruinas, tras el terremoto.

El tiempo transcurrió y los jerarcas de la Iglesia decidieron encomendar al sacerdote Gregorio Arenas (septiembre de 1875), como párroco de San José. Fue él quien decidió “proteger” bajo buen recaudo estas dos imágenes. Pasaron otros párrocos: Nepomuceno Landazábal, Jesús B. Rincón, Lucio Martínez, José María Camacho, José Reyes Díaz, Marcos Hernández, José María Camargo, Wenceslao Serrano y Domiciano Valderrama, a quien le correspondió recibir el siglo XX, como párroco de San José. Pero fue el sacerdote Elías Rincón, quien como párroco inició la construcción del nuevo templo de San José. Documentos históricos relatan que: “Emilio Ferrero hizo el 5 de noviembre de 1905, la siguiente remembranza al cumplirse 30 años del terremoto y celebrar la reiniciación de los trabajos de construcción del templo.

La primera piedra de la construcción de la Catedral de Cúcuta fue traída de San Antonio del Táchira en 1889, piedra que, para tal, labró en San Antonio el presbítero español Lucio Martínez y esos abnegados conductores son miembros de la Sociedad de San José, quienes dejaron así grabado en la piedra angular y en la cuna misma de este templo, el nombre y el honor de tan distinguida asociación. El 12 de mayo de 1889, fue cuando los cucuteños asistieron entusiasmados al solemne acto de colocación de esa primera piedra”.Se reiniciaron así, los trabajos de construcción del templo de San José.

Pasaron muchos párrocos, todos dejaron “la vida” en el cuidado y construcción del templo. En 1905, de la mano del párroco Demetrio Mendoza. Fueron más de 50 años de arduo trabajo. El 15 de mayo de 1939, fue designado párroco Daniel Jordán. El 18 de mayo de 1945, al celebrarse 70 años del terremoto de Cúcuta, el párroco Daniel Jordán celebró solemnemente varios oficios fúnebres. Fue en esta fecha cuando el sacerdote Daniel Jordán lanzó la idea de llamar a la imagen que vino a Cúcuta con la advocación de Nuestra Señora de los Remedios, como Nuestra Señora de Cúcuta.

Tuvieron que transcurrir cerca de 8 años -1945 a 1953-, en los cuales el padre Jordán se reunió con las fuerzas vivas de la ciudad para exponerles la idea y de convencerlos que “Cúcuta y los cucuteños, habían sido privilegiados por el creador y que había sido él, en su infinita bondad, quien nos había “regalado” esa imagen de la virgen, para que sirviera de testigo y testimonio de su infinito amor por la ciudad”. Y como el sacerdote Daniel Jordán sabía sacar adelante lo que se proponía, logró que el 20 de mayo de 1953, por decisión de los párrocos de Cúcuta de la época, el Alcalde, la Sociedad de Mejoras Públicas y el Centro de Historia decidieron que «el último domingo de mayo se celebrará la fiesta de Nuestra Señora de Cúcuta y que ese día sea el de la ciudad, en que se celebre su reconstrucción y se le rinda acción de gracias al Señor».

Vea también

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Referencias

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  1. nelsy (30 de mayo de 2020). «Festividad de Nuestra Señora de Cúcuta • Diócesis de Cúcuta». Diócesis de Cúcuta. Consultado el 15 de julio de 2024.