La piroelectricidad es la propiedad que presentan ciertos materiales que sometidos a cambios de temperatura experimentan cambios en la polarización eléctrica, por lo que dichos cambios de temperatura inducen un campo eléctrico en el interior del material, causado por movimiento de cargas positivas y negativas en los extremos opuestos de la superficie. Esto tiene numerosas aplicaciones prácticas, como por ejemplo la construcción de termómetros electrónicos.

Elemento piroeléctrico (señalado por la flecha verde) en un circuito impreso.

Este tipo de fenómenos ocurre en materiales dieléctricos que tienen polarizaciones espontáneas producidas por dipolos orientados.

La piroelectricidad está estrechamente relacionada con la piezoelectricidad, de tal modo que todos los materiales piroeléctricos son también piezoeléctricos.

Descubrimiento editar

En 1824, el científico y naturalista escocés sir David Brewster (1781-1868) demostró efectos piezoeléctricos utilizando sal de la Rochelle,[1]​ decidiendo nombrar el efecto piroelectricidad.[2]

El efecto piroeléctrico se descubrió luego en minerales como cuarzo y turmalina y otros cristales iónicos. Se desarrolla en las caras opuestas de cristales asimétricos. La dirección de propagación suele ser constante a lo largo de un material piroeléctrico, aunque la puede modificar un campo eléctrico cercano.

El material cristalino que constituye un sensor piroeléctrico genera una pequeña carga eléctrica cuando está expuesto a calor en modalidad de radiación infrarroja. El cristal cambia si la cantidad de radiación es notable, y también varía la carga. Entonces se puede medir con un dispositivo FET (siglas en inglés): transistor de efecto de campo, construido dentro del sensor. Son más rápidos que los termopares.

Aplicaciones editar

Las aplicaciones más comunes de estos sensores piroeléctricos son:

Referencias editar

  1. «A Short History of Ferroelectricity». Talari.com. 4 de diciembre de 2009. Consultado el 4 de mayo de 2016. 
  2. Brewster, David (1824). «Observations of the pyro-electricity of minerals». The Edinburgh Journal of Science 1: 208-215.