Sífilis congénita

La sífilis congénita es la presentación de la sífilis presente en el feto y en el nacido de una madre con sífilis. Se la suele dividir entre sífilis congénita temprana y tardía, siendo lo que los diferencia la edad del bebe.

Congenital syphilis

Incisivos con muescas conocidos como dientes de Hutchinson que son característicos de la sífilis congénita
Especialidad infectología

Los recién nacidos sintomáticos nacen muertos, o nacen prematuros.[1]​ Los recién nacidos generalmente no desarrollarán chancro sifilítico primario, pero pueden presentar signos de sífilis secundaria (es decir, erupción corporal generalizada). A menudo, estos bebés desarrollarán rinitis sifilítica ("resoplidos"), cuya mucosidad está cargada de la bacteria T. pallidum y es infecciosa.

Los recién nacidos pueden ser asintomáticos y solo se identifican en los exámenes prenatales de rutina.[2]

Posterior a los 2 años, se considera que el infectado tiene sífilis congénita tardía. En raras ocasiones, los síntomas de la sífilis pasan desapercibidos en los bebés, por lo que desarrollan los síntomas de sífilis latente, incluido el daño a los huesos, dientes, ojos, oídos y cerebro.[3]

Para tratar la enfermedad, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan tratar a los bebés sintomáticos o nacidos de una madre infectada con estado de tratamiento desconocido con procaína bencilpenicilina, dosis IM de 50.000 U/kg al día en una sola dosis durante 10 días.[4]​ El tratamiento para estos bebés puede variar según el caso. El tratamiento no revierten deformidad, daño cerebral o tisular permanente que ya haya ocurrido.

Clasificación editar

Sífilis congénita temprana editar

 
El rostro de un recién nacido que muestra resoplidos indicativos de sífilis congénita
 
Sífilis "heredada": fisuras radiantes de los labios (1916).

La sífilis congénita temprana es un subconjunto de los casos de sífilis congénita. Los recién nacidos pueden ser asintomáticos y solo se identifican en los exámenes prenatales de rutina. Si no se identifican y tratan, estos recién nacidos desarrollan mala alimentación y secreción nasal. Por definición, la sífilis congénita temprana ocurre en niños entre 0 y 2 años.[2]​ Después, pueden desarrollar sífilis congénita tardía. Los recién nacidos sintomáticos nacen muertos, o nacen prematuros, con agrandamiento del hígado y del bazo, anomalías esqueléticas, neumonía y una enfermedad cutánea ampollosa conocida como pénfigo sifilítico.[1]

Sífilis congénita tardía editar

 
Gérard de Lairesse, pintor neerlandés que padecía sífilis congénita.

La sífilis congénita tardía es un subconjunto de los casos de sífilis congénita. Por definición, ocurre en niños de 2 años o más que adquirieron la infección por vía transplacentaria.

Los síntomas incluyen:[5]

  • Dientes incisivos superiores romos conocidos como dientes de Hutchinson ¨
  • Sordera por enfermedad del nervio auditivo
  • Protuberancia frontal (prominencia del borde de la ceja)
  • Defecto del paladar duro
  • Inflamación de la córnea conocida como queratitis intersticial.
  • Mandíbula rotura
  • Tibias curvas como sable
  • Nariz en silla de montar (colapso de la parte ósea de la nariz)
  • Maxilares cortos
  • Rodillas hinchadas

Un grupo de síntomas que se encuentra con frecuencia es la tríada de Hutchinson, que consiste en dientes de Hutchinson (incisivos con muescas), queratitis y sordera y ocurre en el 63% de los casos.[5]

El tratamiento (con penicilina) antes de la aparición de síntomas tardíos es fundamental.[6]

Signos y síntomas editar

La muerte por sífilis congénita generalmente se debe a una hemorragia pulmonar.

Diagnóstico editar

Las pruebas serológicas se llevan a cabo en la madre y el bebé. Si los títulos de anticuerpos IgG neonatales son significativamente más altos que los de la madre, entonces se puede confirmar la sífilis congénita. La IgM específica en el lactante es otro método de confirmación. La pleocitosis del LCR, niveles elevados de proteínas en el LCR y serología positiva en el LCR sugieren neurosífilis.[9]

Tratamiento editar

Si se identifica que una madre embarazada está infectada con sífilis, el tratamiento puede prevenir eficazmente el desarrollo de la sífilis congénita en el feto, especialmente si recibe tratamiento antes de la decimosexta semana de embarazo. El feto tiene mayor riesgo de contraer sífilis cuando la madre se encuentra en las primeras etapas de la infección, pero la enfermedad puede transmitirse en cualquier momento durante el embarazo, incluso durante el parto (si el niño no la había contraído ya). Una mujer en la etapa secundaria de la sífilis reduce el riesgo de su feto de desarrollar sífilis congénita en un 98% si recibe tratamiento antes del último mes de embarazo.[10]

La ley de Kassowitz es una observación empírica utilizada en el contexto de la sífilis congénita que establece que cuanto mayor sea la duración entre la infección de la madre y la concepción, mejor será el resultado para el bebé. Las características de un mejor resultado incluyen menos posibilidades de muerte fetal y de desarrollar sífilis congénita.[11]

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan tratar a los bebés sintomáticos o nacidos de una madre infectada con estado de tratamiento desconocido con procaína bencilpenicilina, dosis IM de 50.000 U/kg al día en una sola dosis durante 10 días.[4]​ El tratamiento para estos bebés puede variar según el caso. El tratamiento no revierten deformidad, daño cerebral o tisular permanente que ya haya ocurrido.

Una revisión Cochrane encontró que los antibióticos pueden ser efectivos para la curación serológica, pero en general la evidencia en torno a la efectividad de los antibióticos para la sífilis congénita es incierta debido a la calidad metodológica deficiente del pequeño número de ensayos que se han realizado.[12]

Referencias editar

  1. a b eMedicine - Syphilis : Article by Muhammad Waseem.
  2. a b «Schhilis in Newborns». University of Pittsburgh. 
  3. «Diseases & Conditions | NIH: National Institute of Allergy and Infectious Diseases». www.niaid.nih.gov. Consultado el 21 de julio de 2019. 
  4. a b «Sexually Transmitted Diseases: Treatment Guidelines, 2010 By: the CDC». Consultado el 21 de julio de 2019. 
  5. a b «Congenital Syphilis». University of Pittsburgh. 
  6. «Sexually Transmitted Diseases Treatment Guidelines - 2002». Cdc.gov. Consultado el 21 de enero de 2013. 
  7. Hillson, S; Grigson, C; Bond, S (1998). «Dental defects of congenital syphilis». Am J Phys Anthropol 107 (1): 25-40. ISSN 0002-9483. PMID 9740299. doi:10.1002/(SICI)1096-8644(199809)107:1<25::AID-AJPA3>3.0.CO;2-C. 
  8. Darville, T. (1 de mayo de 1999). «Syphilis». Pediatrics in Review 20 (5): 160-165. PMID 10233174. doi:10.1542/pir.20-5-160. 
  9. South, Mike (2012). Practical Paediatrics (7th edición). Churchill Livingstone Elsevier. pp. 368, 830. ISBN 9780702042928. 
  10. Congenital syphilis.
  11. Singh, Ameeta E.; Barbara Romanowski (1 de abril de 1999). «Syphilis: Review with Emphasis on Clinical, Epidemiologic, and Some Biologic Features». Clinical Microbiology Reviews 12 (2): 187-209. PMC 88914. PMID 10194456. doi:10.1128/CMR.12.2.187. 
  12. Walker, GJ; Walker, D; Molano Franco, D; Grillo-Ardila, CF (15 de febrero de 2019). «Antibiotic treatment for newborns with congenital syphilis.». The Cochrane Database of Systematic Reviews 2: CD012071. PMC 6378924. PMID 30776081. doi:10.1002/14651858.CD012071.pub2. 

Enlaces externos editar