Sigrid Undset

escritora noruega

Sigrid Undset (Kalundborg, Dinamarca, 20 de mayo de 1882-Lillehammer, Noruega, 10 de junio de 1949)[1]​ fue una escritora noruega. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1928. Humanista, fue una de las primeras personas de su país en prevenir contra los nazis.[2][3]

Sigrid Undset

Fotografiada en 1927
Información personal
Nacimiento 20 de mayo de 1882
Kalundborg, Bandera de Dinamarca Dinamarca
Fallecimiento 10 de junio de 1949 (67 años)
Lillehammer, Bandera de Noruega Noruega
Nacionalidad Noruega
Religión Catolicismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Ingvald Undset Ver y modificar los datos en Wikidata
Charlotte Undset Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Anders Castus Svarstad
Educación
Educada en Fru Ragna Nielsens skole Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Escritora
Años activa 1907-1949
Género Novela histórica Ver y modificar los datos en Wikidata
Orden religiosa Orden de Predicadores Ver y modificar los datos en Wikidata
Miembro de American Geographical Society Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones

Biografía editar

Su madre, Charlotte Gith de Kalundborg, pertenecía a una familia noble burguesa. Los primeros dos años de su infancia los pasó en su ciudad natal. Su familia se trasladó a Christiania (capital de Noruega y actual Oslo) donde su padre, Ingvald Martin Undset, era profesor en la Universidad. Era catedrático de Arqueología, especializado en la Edad del Hierro en Europa; sus investigaciones poseían un reconocimiento internacional y viajaba frecuentemente por Europa. La joven Undset creció en un ambiente decisivamente marcado por la cultura, la investigación y la curiosidad, en el que se hablaba alternativamente alemán y francés. Todo lo aprendió en su hogar, pues hasta tercer grado no comenzó a asistir a la escuela. Sus padres fueron quienes ejercieron el papel de educadores en su sentido más literal, y su madre quien marcaría de modo determinante su vocación y pasión a las letras: "Mi madre censuraba duramente con mano de hierro los libros para niños. Todo lo que era sentimentalismo estúpido o vulgar, todo eso lo sacó de mis manos y lo despreciaba. Así que yo tenía que conformarme con Homero o con las comedias de Molière, o tal vez con los poetas italianos del Renacimiento".  

Su padre le leía la Biblia (cuyas creencias recuperó de adulta), pero lo que acabó influyendo de forma absoluta y total, por encima de todas sus decisiones como padre, fue el haberla introducido y hecho partícipe en su disciplina. Permitió que la niña escuchara las conversaciones sobre arqueología e historia que mantenía con sus compañeros (actividad que la joven Undset realizaba con pasión y concentración absolutas); estas conversaciones acabaron sembrando en la futura galardonada con el premio Nobel de Literatura el afán investigador, al que se le acabó incorporando el interés por la Edad Media. Ese amor hacia el medievo, que comenzó a macerarse en su infancia, se mezcló con los ejercicios de contemplación del paisaje nórdico a los que, de forma natural, Sigrid acudía: sus bosques, sus fiordos, sus montañas nevadas, y de esa conjunción nacieron sus novelas, en las que los personajes antiguos tienen los mismos pensamientos y las mismas ansias que los hombres modernos.

La muerte prematura del padre, a sus escasos cuarenta años en 1893[4]​, cambió de forma drástica el presente y el porvenir de la familia Kalundborg. Sigrid era la mayor de tres hermanas y ocupó en su hogar el rol de protectora, encargada de sostener a los miembros de su familia en todos los ámbitos. Tuvo que luchar por la vida y, finalizados sus estudios comerciales a los dieciséis años, empezó a trabajar en una oficina como dactilógrafa y secretaria del director de una compañía alemana de ingeniería. Fueron diez años de un trabajo en el que acabó volviéndose imprescindible y en cuyas noches se dedicaba a escribir. Durante diez años ganó su propio sustento y su primera novela La señora Marta Ulia vio la luz en 1907. Su formidable venta le permitió abandonar su antiguo trabajo y conseguir una beca que la llevó a Roma para formarse en lo que era su verdadero sueño.

En la capital italiana conoció a Anders Castus, un pintor noruego nueve años mayor que ella y con tres hijos de su anterior matrimonio. Pasado un tiempo acabó casándose con él. Undset se vio obligada a relegar sus verdaderos deseos y a sustituirlos por las preferencias de su marido. Acabó siendo absorbida por los requerimientos de un hogar que incluía dos niños de diversidad cognitiva cuya atención superaba la atención media requerida por un infante: la segunda hija de Undset y uno de los hijos de Castus. Además, solo ella se ocupaba del hogar. Su ejercicio literario volvió a verse reducido a las horas nocturnas. El matrimonio, la maternidad, la I Guerra Mundial y la neutralidad noruega transformaron a la mujer y —como se verá— a la escritora.

Al ser encerrada al ámbito privado del hogar tuvo que depender de su marido tanto en lo personal como en lo profesional, y cuando nacieron sus hijos tuvo que dejar por completo el mundo de las letras para dedicarse por completo a la maternidad. Tras varios años de matrimonio, embarazada de su tercer hijo, Castus decidió dejarla. Vivió un divorcio duro en el que, a pesar de todo, prometió hacerse cargo de sus hijos y de los hijos del anterior matrimonio de su exmarido. Quiso demostrarse a sí misma que cuidaría de ellos por el día mientras que por las noches seguiría dedicándose a la escritura. Undset compró en 1921 la casa que alquilaba en Lillehammer, bautizándola Berkebaek. El estado decidió otorgarle una pensión oficial: a partir de ese momento comenzó a recibir el equivalente al salario de un escritor de por vida. Con unos ingresos asegurados y estables, decidió contratar a una trabajadora doméstica a tiempo completo para que cuidara de su hija Mosse (la joven de diversidad cognitiva). También compró la pequeña casa contigua a Berkebaek, que integró en la finca convirtiéndola en su oficina: un retiro silencioso en el que pudo seguir escribiendo sin trabas ni obstáculos. Activa y mejor organizada que nunca, tradujo tres sagas islandesas. Todas las trabas que se le ponían por ser mujer la motivaron e impulsaron a implicarse plenamente en movimientos sociales y políticos a favor de los derechos y libertades de las mujeres.

Con cuarenta y tres años de edad, aproximadamente en 1924, se convirtió al cristianismo; dicha experiencia aparece narrada en Gymnadenia (1929) y en La zarza ardiente (1930). A partir de esta fecha sus obras empezaron a contar con la luminosidad de una fe viva y creciente. Empezó poco a poco a volver a interiorizar los valores tradicionales contra los que tanto había luchado antaño.

"El principio religioso llevó a Sigrid Undset a la novela monumental, construida con materiales históricos y psicológicos, sobre la base religiosa del pecado, la confesión y la expiación. El pecado que no se confiesa al ministro de Dios pero que este absuelva al pecador y le imponga la penitencia expiatoria es una infección que corroe el alma y que infecta a su vez a cuantos rodean al que pecó. Sobre ese eje gira la multivaria [sic] acción de OlavAudunsson […]. Sigrid Undset establece, pues, como suprema lección de su novela, el principio católico de la confesión, frente al luterano del arrepentimiento íntimo y de la reparación espontánea".[5]

En 1928 fue galardonada con el premio Nobel de Literatura para, poco después, ser nombrada presidenta de la Sociedad Noruega de Autores (la primera mujer en conseguir dicha posición).

En la II Guerra Mundial debió presenciar el fusilamiento de su hijo mayor y el incendio de su hogar.[3]​ Fue perseguida por el partido fascista al posicionarse radicalmente en contra de ellos, posicionamiento ideológico que acabaría obligándola a huir al ser perseguida por el partido. Las circunstancias la llevaron, en pleno invierno, a realizar un viaje en esquí más fantástico que todas sus obras de imaginación. Así ganó la frontera sueca para atravesar Rusia y, con el Transiberiano, Siberia desde donde pasó a Japón y luego finalmente a Estados Unidos.

Terminada la guerra y hecha la paz, volvió a su país en 1945. El 10 de mayo de 1949 murió en Lillehammer a la edad de sesenta y siete años.

Sus primeras novelas fueron La señora Marta Ulia (1907), Jenny (1911) y Primavera (1914), en las que escribe en contra de los defensores del "amor libre". Incrementó y consolidó su fama con Las mujeres sabias (1918) y el ensayo Punto de vista de una mujer (1919). Sus obras más conocidas son Kristin Lavransdatter (1920-1922) y Olav Audunssön (1925-1927), en las que trata el permanente conflicto entre el amor terrenal y el divino. Otras obras que cabe destacar son la novelas La esposa fiel (1936) y Madame Dorothea (1939), su autobiografía, Los años más largos (1934) y su famosa biografía sobre Catalina de Siena (1951).

La vida de Sigrid Undset resume un cálido mensaje femenino. No retrocedió nunca ante el ideal. Fue fuerte y firme como las heroínas de las sagas y leyendas escandinavas que de niña oía relatar con asombrados ojos, en la casa de Kallundborg, Dinamarca.[3]

Ediciones en español editar

Véase también editar

Referencias editar

  1. «Sigrid Undset». Britannica (en inglés). Consultado el 24 de febrero de 2024. 
  2. Seymour-Smith, Martin; Kimmens, Andrew C. (1996). World Authors, 1900-1950. Wilson Authors Series (en inglés) 2. H.W. Wilson. pp. 2708-2710. ISBN 978-0-8242-0899-8. Consultado el 24 de febrero de 2024. 
  3. a b c Dominguez, Mignon (1951). «El mensaje de Sigrid Undset». Amicitia (número aniversario): 113-121. Consultado el 25 de febrero de 2024. 
  4. «Sigrid Undset - Biographical». Nobelprize.org (en inglés). Archivado desde el original el 3 de marzo de 2016. Consultado el 25 de febrero de 2024. 
  5. Guzmán Mora, Jesús (2019). «La confesión como última voluntad del condenado a muerte en la novela “Dios es corazón“: (Amando Lázaro Ros, 1952)». Revista Cálamo FASPE (67): 1-7. ISSN 1136-9493. Consultado el 25 de febrero de 2024. 

Enlaces externos editar


Predecesor:
Henri Bergson
Premio Nobel de Literatura
1928
Sucesor:
Thomas Mann