Usuario:David Ll L/Taller 4

Diego Segura Pérez
Información personal
Nacimiento 1945
Ceuta (Protectorado español de Marruecos, España)
Residencia Genicera (León, España)
Ciudadanía Leonés
Educación
Educado en Escuela de Artes y Oficios de Barcelona
Información profesional
Ocupación Pintor, escultor, fotógrafo y escritor
Género Arte postal
Obras notables Damocles 88-800K (2010)
Hálito a Durruti (2009)
La Ola (2005)
De vacas a peces por estupideces (1988)
Partido político CGT

Diego Segura Pérez (Ceuta, 1943) es un artista multidisciplinar, ecologista, naturista y espiritualista teósofo, antropósofo, rosacruz, budista y taoísta asentado en Genicera desde 1982 y pionero en los planteamientos ecológicos y rurales en España. Desarrolla básicamente su trabajo en el espacio de la pintura, la escultura, la escultura pública, las intervenciones urbanísticas, el cartelismo, el diseño, la fotografía y el mail art.

Biografía editar

Nacimiento editar

Diego Segura nació en 1943 en la ciudad española de Ceuta, siendo el único hijo que nació en la familia.

Infancia editar

Desde su nacimiento hasta la actualidad, Diego ha sido una persona con una salud delicada, por lo que mostraría un interés especial por la naturaleza, por el exterior ya desde muy pequeño. A los pocos años de nacer, se trasladó junto con sus padres a Arcila (protectorado español de Marruecos), donde se educó y creció entre varias culturas, donde mostró un gran interés por los objetos históricos de las culturas que conformaban el territorio, principalmente fenicios, cartagineses, romanos, portugueses, españoles o árabes.[1]

Estudios editar

Cuando se traslada a Barcelona, realizará los estudios de arte en la Lonja, donde se graduó en la Escuela de Artes y Oficios en la especialidad de Decoración de Interiores y Diseño, dedicando muchos años en la colaboración de diseño en obras arquitectónicas y proyectos urbanísticos.[2]

Década de 1960 editar

En 1963, por las tensiones que sucedían en el territorio africano español, se vio obligado a desplazarse a Barcelona, donde comenzaría una nueva vida. El choque cultural que le produjo la llegada a la ciudad condal no fue negativo, aunque el contraste entre su lugar de origen y el de destino fue significativo. Se encontraba ahora en un espacio inmerso en un proceso amplio y complejo de recuperación de su identidad histórico-cultural dentro del contexto español y europeo, con máxima intensidad y fuerza, donde primaban los valores de la ciudad cosmopolita, de aires europeos, muy activa culturalmente, esencialmente burguesa, dinámica e industrial.[1]

Los estudios de arte que que estaba llevando a cabo en Barcelona le produjeron un cambio de mentalidad tratando de renovarse y perfeccionarse para ser capaz, y al mismo tiempo, de transformar a la sociedad ya que se iría adentrando en la cultura catalana hasta ser protagonista y divulgador de ésta. En este ambiente, conoció a artistas como Josep Aluma Sans o Josep Teixidor.[1][2]

En 1968, los Movimientos sociales de 1968 produjeron un nuevo cambio de pensamiento en Diego Segura, pues en Barcelona, como en el resto de países, se hacían sentir los distintos acontecimientos con Mahatma Gandhi y su movimiento de la no-violencia, Martin Luther King y su movimiento antirracial, Nelson Mandela y su política contra el apartheid o Lanza del Vasto y la creación de comunas reales y en pleno funcionamiento en España, pudiendo Diego contactar con él directamente así como a Jiddu Krishnamurti, participando en sus encuentros. Sobre el naciente movimiento hippies, lo que más afecto a Diego fueron el naturismo, el vegetarianismo y la ecología. La vuelta al campo, la recuperación del trabajo manual y los modelos tradicionales de producción, el modelo colectivo y de comuna frente al individual, serán cuestiones que irán avanzado, al igual que la preocupación por una vida espiritual más rica e intensa, vinculada a influencias orientales: el yoga o el zen serán herramientas fundamentales de una conexión y equilibrio espiritual con la naturaleza. Comenzarían sus indagaciones sobre la teosofía, la antroposofía, la no violencia, los rosacruces, el budismo, o el taoísmo[1]

Década de 1970 editar

En 1971 se graduó graduó en la Escuela de Artes y Oficios en la especialidad de Decoración de Interiores y Diseño, titulación que le introduce en el mundo de la construcción y en el ámbito del diseño. Trabajará intensamente en este sector, siendo director del departamento de interiores durante varios años en una empresa de construcción, colaborando al mismo tiempo en proyectos de arquitectura y urbanismo.[1]

En 1973 descubre la Sociedad Naturista Vegetariana de Barcelona, donde realizará estudios, cursos y experiencias de psicología, ecología y percepción interior que posteriormente utilizará y aplicará en diferentes propuestas de encuentros, talleres y actividades enfocadas a jóvenes y relacionadas con la recuperación del medio natural, la sensibilización ecológica, organizados en colaboración con instituciones privadas y públicas.[1]

Decidirá ese mismo año crear el Taller 7, porque consideraba que esta necesidad debía involucrar a un colectivo.[1]​ Pronto estableció un contacto directo y sensible con el cosmos que le hicieron amar la vida. Nació así en Diego un deseo de trascendencia espiritual que le llevaron a adoptar una postura de compromiso ético ante la vida y la naturaleza. Gracias a su aludida capacidad de síntesis extrajo de diversas corrientes filosóficas los materiales con los que compuso su propia identidad y concepción de la cultura, entendida como el autocultivo del alma.[2]​ Fue este Taller un proyecto compartido, pues se hizo posible gracias a sus compañeros de trabajo. Se trasladaron a una masía de Moyá (Barcelona), donde formaron de manera definitiva el Taller 7 en un antiguo molino de piedra que alquilaron, el llamado El Molí de Perer, el cual restauran manualmente, comenzando así sus experiencias como ecologista mediante la agricultura, ecoturismo u otras prácticas ecologicas que muchas veces consistían en charlas y reuniones con otras personas. Serán pioneros en la bioarquitectura con el planteamiento de mantener el principio de armonía entre naturaleza y arquitectura rural. Fue este taller la consecuencia directa de la creación de la Comunidad del Arca en el sur de Francia.[1]

La filosofía de esta nueva práctica tenia como eje fundamental la conexión del humano con la naturaleza mediante la ecología, el parto natural, el nudismo, el naturismo, el vegetarismo, la colectividad, la comunidad, el yoga, la no violencia, la objeción de conciencia, la formación integral, la educación colectiva participativa y un conjunto amplio de ideas y propuestas que pretendían incidir directamente en la sociedad que les rodeaba para transformar la misma en un modelo nuevo de funcionamiento. Se definían como «un intento de armonía entre el ser humano y la naturaleza.» y establecieron una serie de actividades pedagógicas para la puesta en valor de lo natural y de cómo poder entrar en contacto con ella. De este taller, surgieron diversas personalidades como la maestra de yoga Uma Suñé, el escritor Enric Buada, la cantante Rosa Zaragoza o el arquitecto arqueológico Rodolfo Picazo. Mientras tanto, Diego, además de ser la figura más visible del grupo multidisciplinario Comunidad pedagógica de vida natural, coordinaba Vivir Natural, y colaboraba activamente en la revista Ajoblanco. Según Diego Segura, el Taller 7 se definiría de la siguiente manera:[1]

Es un intento de armonía entre el ser humano y la naturaleza. Creemos en la comunidad como única alternativa válida para posibilitar una sociedad ecológicamente estable y autogestionada, con plena capacidad de actitud creativa. La idea es fantástica y duradera; es una buena forma de crear vida y arte desde el compromiso de humanidad, respeto y admiración al resto del planeta.

Diez años después fueron todos desahuciados por las presiones ejercidas por el Opus Dei, por lo que se vio obligado a viajar al pueblo de los padres de su pareja, en Genicera.[3]

Década de 1980 editar

El 10 de abril de 1982, Diego se trasladó a la localidad de Genicera junto con los integrantes del Taller 7. Esto se hizo posible gracias a que los padres de su pareja eran de la localidad de Pola de Laviana (Asturias) y conocían esta localidad.[3]​ Este movimiento hizo que el Taller 7 fuera conocido en muchos puntos de España, pues habían generado una red triangular de flujo de información entre León, Barcelona y Ceuta.[1]

En esta localidad de menos de 100 habitantes, también sería visto de una forma despectiva por sus vecinos ya que «el clima humano era complicado, y el climatológico también». Traía «un bagaje de resistencia, porque el hecho de ser diferente provocaba reacciones violentas, verbalmente y socialmente, aunque no llegaron a la violencia física, pero sí institucional». Durante todo el verano, el Taller 7 estuvo realizando campos de trabajo, donde gastaron casi todo su dinero en el traslado, la compra de materiales de trabajo, en la alimentación del personal que acudió voluntario a colaborar con el nuevo Taller 7 de Genicera y en el pago del alcantarillado, que se instalaba en la localidad ese mismo año.[3]

En el mes de noviembre, por los fríos extremos que se pueden llegar a vivir en esta localidad, se marcharon todos los integrantes del Taller 7, quedando solamente Diego como único integrante permanente.[4]​ Para poder pasar el invierno, tuvo que alimentarse especialmente a base de quesos gracias a la ayuda que le dio una vecina sobre cómo elaborarlos, pues contaba con pocos recursos para comprar alimentos.[3]

En 1984, es invitado por el Instituto de la Juventud a participar en el Congreso de Pueblos Deshabitados que se celebró en Madrid por buscar soluciones y participar en proyectos de recuperación del medio rural y se integra como miembro de la Fundación del Movimiento Alternativo Rural. También participa en la creación del grupo Musaraña para defender el medio natural, las artes, las tradiciones populares y el mantenimiento de la estructura social en el medio rural. Con la colaboración del INEM, implicado e interesado en estos momentos en este tipo de problemáticas, se realizan dos talleres de arte textil, en pleno auge en estos momentos en España con la figura de Raventos y otro de albañilería tradicional, siendo el primero en Genicera en 1987[1]

El efecto producido por el éxodo rural se vio temporalmente frenado en 1987 cuando un nuevo movimiento de personas comenzó a moverse hacia las áreas rurales dentro del movimiento Rainbow Family of Living Light, quienes se asentaron temporalmente en los terrenos de Uvierzo (Genicera). Estos movimientos fueron posibles gracias al vecino Diego, quien fue la voz principal de este movimiento aquí ya que, desde Barcelona, la Rainbow Family se puso en contacto con el activista y éstos les presentó Genicera para establecerse, cosa que les pareció bien. Fue el primer encuentro Raimbow en España y el quinto a nivel internacional.[1]​ La reunión celebrada 12 de julio se la bautizó con el nombre Llegada a la noche del plenilunio, donde nacería la última persona en Genicera. Finalmente la segunda convocatoria en España se realizó en el año posterior dirigiéndose al pueblo de Fasgar, en Murias de Paredes. [5]

Como consecuencia directa de este estratégico movimiento de Diego, en 1989 se pudo formar la primera Aldea Raimbow, una ecoaldea hippie instalada en las localidades abandonadas de Matavenero y Poibueno, en Torre del Bierzo (León). Además, se comenzaron a producir algunos pequeños movimientos de artistas a zonas rurales, como fue el caso del vidriero Luis García Zurdo, quien instaló su taller en San Feliz de Torío; Baudilio Soto, Toño Herrero y Begoña Martínez quienes se instalaron años antes en Santalla del Bierzo o de Ignacio Puigyaner a Molinaferrera.[1]

En este mismo año de 1987, Diego Segura luchó junto con el resto de leoneses contra la construcción del Embalse de Riaño, materializando su lucha en su obra De vacas a peces por estupideces. Una referencia del hecho realizada en bronce en pequeño formato que representa un monstruo medio pez medio rama surgido de la torpeza del hombre y sus actuaciones especulativas de terribles consecuencias en el futuro.[1]

A lo largo de su estancia en Genicera, Diego Segura pudo comprobar el atraso cultural que existía en la montaña leonesa, por lo que intentó mejorar la situación social mediante proyectos varios a las instituciones, pero nunca se realizaron. A través del Instituto de la Juventud, del Ministerio de Cultura, hicieron campos de trabajo con la Asociación La Musaraña para la revitalización de colectivos del medio rural. Dentro de la línea de trabajo de la valoración de la naturaleza, veía arte en la naturaleza, dedicándose a recoger troncos, piedras, ramas, sin alterar, siendo este el contenido de su primera obra en los Almacenes Culturales Pallarés en 1987.[1][3]

Tras la exposición, en diciembre de este mismo año entre el 11 y 13, se celebró la I Feria Alternativa de León con gran éxito de público y participación de colectivos de toda España, organizada por Taller 7 con Diego Segura como responsable máximo. Posteriormente Taller 7 también organizó la I Feria Alternativa de Valladolid, en Campo Grande, repitiendo el éxito nuevamente. Desde este momento se inicia una trayectoria amplia e intensa de trabajo y exposiciones en relación a la creación plástica por diferentes países.

En 1988 realizará su Hálito de Lena, una obra de intervención urbana, entre el Parque Infantil y la Plaza Alfonso X el Sabio, que actualmente es un gran referente artístico de la localidad de Pola de Lena.[1][6]

Al año siguiente, en 1989, expondrá en el pueblo leonés de La Robla y realizará una gira a través de Marruecos, donde expondrá en la Sala Bertuchi de Tetuán, en Arcila en el Centre de Recontres Internacionaoux y en el Centro Cultural Español de Tánger además de exponer en su ciudad natal, en la Caja de Ahorros de Ceuta.[1]

Década de 1990 editar

Comenzará esta década como la anterior, pues se dedicó a realizar exposiciones en 1990 en la Casa del Reloj de Madrid, en la Biblioteca del Estado de León (México), en la Galería Chagal de Mieres (Asturias), en la I muestra de Mail-Art de la ciudad de Alcorcón, participa en la muestra internacional de Mail-Art “Tierra Firme” en Kent, (Washington, Estados Unidos), en la Galería d'Art Arsin Tobella de Tarrasa, en la II Muestra Internacional de Arte de Mail-Art Ciudad de Alcorcón, en la Sala D´Vinci en Pola de Lena, en la muestra “Red My Lips” de Mail-Art de la ciudad de Kent, en el Ateneu Barcelonés de Barcelona y participará en un curso de grabado y creación de papel artesanal en el taller Tarlatana en Oviedo.[1]

En 1991 le encargan la obra pública del crucero de la pequeña localidad leonesa de Nogarejas. En 1992, realiza un taller de perfeccionamiento de grabado en Barcelona, expone en la Galería Baixeras de Barcelona y participa en la Expo. 92 con la Cámara de Comercio de Ceuta. Este mismo año convoca la I Muestra Internacional de Arte Postal Biocultura 92 en Madrid. En 1993 el Hotel Puerta de África de Ceuta compra una colección completa de obras para sus instalaciones. Este mismo año viaja a Irlanda con un proyecto de medioambiente y turismo rural de colaboración entre la Unión Europea y Castilla y León. Viaja a Cuba en 1994, participando en el proyecto colectivo de artistas Mutuamente desarrollado por el Museo Antón de Candás, la Fundación Evaristo Valle y Franciso Zapico entre otros muchos colaboradores. Con el Instituto Cervantes desarrolla la muestra itinerante Marruecos 94 por varias ciudades de este país. Es invitado en julio y agosto al XVII Moussen Internacional de Arcila. En este mismo año en la localidad abandonada de Camposolillo (León) participa en un proyecto de rehabilitación para dedicarlo a turismo rural, promovido por CC.OO. y el INEM.[1]

 
Manifestación en Genicera contra la cantera. Obra de Diego Segura expuesta en Genicera años 90 la vida que se pierde

Uno de los últimos acontecimientos ya bien entrados en los años 90 fue el proyecto de construcción de una cantera en el territorio de Genicera para extraer la piedra caliza, el cual no se llevó a cabo. Fueron reducidas aunque insistentes las manifestaciones de los vecinos en contra de ésta, siendo documentado fotográficamente por Diego.

Realizará además una exposición fotográfica llamada Genicera años 90 la vida que se pierde donde el foco principal fueron las costumbres, trabajos tradicionales y comunitarios como la siega o la matanza pero que, en esta década quedaban como reflejo muy mitigado de la realidad, casi como un elemento folklórico.[1]

Década de los 2000 editar

En 2005, Diego inauguraba en su cuidad natal la obra de La Ola en la Estación Marítima de Ceuta.

Década de 2010 editar

El 15 de octubre de 2010, Diego exponía en Palacio de Don Gutierre su sobra Damocles 88-800K para protestar contra la línea de alta tensión Sama-Velilla. Según el artista, este hecho supone un ataque a la «sostenibilidad y en la preservación de sus valores naturales, históricos y culturales» [7][8]​ Es una pieza de una gran simplicidad y esquematismo pero con una gran carga simbólica y de denuncia ante esta acción de gran impacto medioambiental.[1]

En 2017, con motivo del 30º aniversario de su primera exposición en el Museo de León, se lleva a cabo su exposición Miradas sensibles[1]

Actualidad editar

 
Buzón de Diego Segura Pérez en su casa de Genicera en recuerdo a su lugar de trabajo en Barcelona

Actualmente, Diego sigue residiendo en Genicera durante los meses de primavera, verano y otoño, pero por cuestiones de salud, los últimos inviernos baja a León por sus problemas de salud. Esto no le impide continuar con su labor de ecologista y de revitalización del campo, ya que colabora como integrante en la Asociación Estaferia Lena, que se encarga de poner en contacto a gente que tiene casas rurales que no utiliza para que puedan adquirirlas otros que desean irse al campo a vivir.[3]

A pesar de las dificultades, sigue manteniéndose firme en su ideal, siendo un artista que afirma que «no quiero hacer obras para que las galerías las vendan y las revendan, y se hagan copias; si no que tenga una reflexión y sirva para algo. [...] El sistema capitalista está haciendo mucho daño».[9]

A lo largo de su carrera artística, Diego Segura ha colaborado o desarrollado de forma individual o colectiva propuestas y proyectos con el INEM, CC.OO., CGT, Ministerio de Cultura, Diputación de León, Junta de Castilla y León, Instituto Cervantes, Museo de Ceuta, Ayuntamiento de Pola de Lena, Centro de Escultura de Candás Museo Antón, Fundación Museo Evaristo Valle, Ateneo Cultural Albéitar, Ayuntamiento de León, Ayuntamiento de Pontedera (Toscana, Italia), Cámara Municipal de Ponte de Sor (Portugal), Asociación Sóis Sete Luas (Portugal), así como con diferentes y múltiples instituciones marroquíes entre otras muchas instituciones culturales.[1]

Obra artística editar

Escultura editar

En el ámbito de la escultura, se pueden diferenciar varios enfoques y planteamientos, a pesar de que toda su obra tiene un hilo conductor interno fundamental que permite dotarla de un eje estructural sobre el cual pivotan todas sus propuestas, por muy diferentes que puedan parecer en estética y apariencia formal. Este eje vertebrador es una visión integradora de diálogo, comunión y percepción e interpretación del hombre en la naturaleza y de la naturaleza en el hombre. Un primer conjunto de obras que surgen directamente de la reflexión del artista en relación a la materia natural dada como tal, existente en el entorno. El tronco, la raíz, la piedra o el elemento natural que el artista escoge y diferencia de los demás para dotarlos de una carga simbólica, referencial o icónica. Este conjunto de obras en realidad son apropiaciones que parten de la descontextualización del objeto natural, para dotarlo de una nueva significación por medio de mínimas modificaciones y articulaciones, procedimiento de larga y amplia tradición y aplicación en el arte del siglo XX. Algunas obras de pequeño formato de las primeras etapas creativas de Diego Segura son El salto u Homenaje a Henry Moore, partes de troncos encontrados o seleccionados en los múltiples paseos por los bosques y espacios naturales de la zona, obras en las cuales la modificación o transformación de la materia encontrada y asignada como hallazgo creativo, es mínima. Bebe mucho de artistas surrealistas, dadaísta, Pablo Picasso o Marcel Duchamp.[1]

Otro enfoque o planteamiento diferenciado es el que, partiendo del material encontrado, este es sometido a una transformación formal mucho más compleja, con la introducción de cortes en el volumen matriz, cambios o modulaciones de formas y la incorporación de otros elementos ajenos a la propia forma originaria; en este caso nos encontramos con obras como Te estaré esperando, Pensamiento y emoción, El caminante o De vacas a peces por estupideces, una pieza esta última a la que incorpora una modificación muy significativa por medio del cambio o traslado a otro material diferente del originario, al estar fundida en bronce.[1]

Su tercera fase, en la cual al material base natural, generalmente madera encontrada, se le aplica una intensa formalización geométrica de influencia constructiva con la introducción de módulos secuenciales con ritmos espacio-temporales, aspecto que posteriormente se intensificará en la serie escultórica Silbos con ciertos recuerdos al arte de Jorge Oteiza. En esta serie se deja ver con claridad y sin ningún complejo la tensión entre el elemento orgánico de la madera, especialmente nudos y huecos, y la estructuración geométrica relativa a los planos. En este caso, cuenta con un amplio conjunto de obras en la muestra como A Okusai (1987), El Pulso del Silencio (1987) o Entre el Silencio y el Grito (1990).[1]

Existe otro conjunto de obras de gran formato en relación a estos grupos anteriormente citados que van desde 1996 hasta 1998, con un sentido esencialmente vertical y que alcanzan alturas de unos dos metros. Varias piezas con referencias humanas y mitológicas en sus títulos son El Mundano (1997), El Místico (1998), Dulzura de Mujer o El Triunfo de Venus (1999). Esta última obra está presente en la exposición con una intensa carga sexual explícita, tema subyacente de una forma directa o indirecta en algunas otras obras de Diego Segura. Son por lo general obras realizadas con grandes troncos de árbol que han sido sometidos a una profunda transformación, en primer lugar por medio de cortes que producen secciones discontinuas que se unen posteriormente dislocando la forma original e introduciendo un corte espacio-temporal en la obra y en segundo lugar por la modificación y transformación de su materialidad al ser suplantados sus acabados naturales por medio de una impregnación de polvo de mármol que posteriormente es pintado con colores primarios intensos y estridentes, rojos, azules o amarillos. Las obras pierden su referencia de materia orgánica y pasan a ser composiciones volumétricas con una priorización del elemento pictórico que las convierte en verdaderos gritos plenos de energía.[1]

Escultura monumental o escultura pública editar

En cuanto a las obras escultóricas de gran tamaño, se observan dos vertientes: por un lado, aquellas propuestas que son estudios y maquetas que suponen un amplio y enriquecedor desarrollo creativo, y por otro lado, obras que se formalizaron materialmente aunque también dentro de este conjunto existen variaciones notables en la concepción y formulación. Así, obtiene una intervención urbana relacionada con los hitos históricos de la señalética clásica, pero reinterpretada o actualizada según se quiera ver.[1]

El Hálito de Lena supone una intervención de una gran dificultad y complejidad, ya que, para solucionar el tránsito e integración de dos espacios públicos amplios de la ciudad situados a diferente altura por medio de una escalinata, desarrolla un aparato simbólico de gran complejidad en relación a la naturaleza, partiendo de una formulación estética muy barroca y tensa, basada en la utilización de elementos de configuración orgánica muy esquematizados y secuenciados rítmicamente, que dan una sensación de fluidez y movimiento constante que se vincula psicológicamente con el deambular cadencial de público que pasea y fluye de un espacio al otro con normalidad.[1]

La Ola es un encargo realizado para el puerto de Ceuta en el año 2002 y que se materializó en 2005. La intervención, también dotada de una gran carga simbólica, representa el flujo, la interrelación y fusión de culturas en el maravilloso crisol de Ceuta, por medio del mar, simbolizado por la ola. En cierto modo este encargo supuso una vuelta o reencuentro con su infancia y sus raíces. Sin duda la realización de un encargo de tanta trascendencia para su ciudad natal supuso un impulso de energía vital muy importante para Diego. Una obra que se plantea como una intervención pública en un espacio acotado y cerrado en sí mismo, por lo tanto es una obra que se concibe para ser observada desde el exterior de la misma desde diferentes perspectivas, no como en el caso anterior en el que el ciudadano circula por el interior dialogando con los diferentes elementos que configuran la misma. La intervención es de grandes dimensiones y de una realización técnica de gran complejidad.[1]

Su obra Hálito a Durruti fue una obra encargada por la CGT en 2002 que pudo ser colocada siete años después, tras haberse solucionado los problemas surgidos. Se ubica en la zona del antiguo barrio de Santa Ana, hoy desaparecida su arquitectura típica y emblemática, en el mismo lugar donde estaba ubicada la casa donde nació Buenaventura Durruti. Esta obra consiste en un gran monolito conmemorativo con un corazón dorado, pero con una carga simbólica muy intensa que hace referencia al movimiento solidario de todos los que luchan y dan su vida por la libertad y defensa de los derechos humanos. Es una pieza escultórica de aspecto sobrio, tosco y duro en el exterior, de concepción muy cerrada, de visión únicamente lateral, que nos obliga a circundarla para poder descubrir en su interior esa luz y energía representada por el cilindro y las concavidades de cobre. Fue una pieza polémica incluso en el ámbito anarquista de León.[1]

El proyecto significativo de escultura monumental que no vio la luz, sería el que se refiere a la propuesta de 1998 para realizar un proyecto en Ceuta Punto de Encuentro. Una intervención monumental de gran interés que se realizaría en mármol y cristal, planteada con una volumetría de tipo abstracto geométrico, con un núcleo central globular del cual emergen dos brazos enfrentados, aportándose a la obra el elemento orgánico de origen marino por medio de las losetas del suelo que eran de vidrio fundido.[1]

Obras de diseño editar

En el campo del diseño, realiza varias maquetas planteadas como proyectos escultóricos públicos y muestra un amplio desarrollo de propuestas enmarcadas en el término Silbos, una serie de 1996. Son verdaderas joyas de pequeño formato realizadas en cartulina con figuras a escala para poder plantear una adecuada visión de la intervención en el espacio urbano o natural de la obra. Son estructuras laminares que parten de unidades básicas como el cuadrado, rectángulo o triángulo, que muestran relación con el minimal art, inspiradas en los múltiples paseos por las zonas arboladas y de bosques de Genicera, y que el título genérico de la serie, hace referencia a ese sonido, mágico, maravilloso y musical que se produce en las ramas de los árboles como consecuencia del embate del viento intenso sobre ellas. Son obras muy geométricas, conformadas por la división estructural y secuencial, produciendo movimientos rítmicos y armónicos de gran equilibrio en la superficie laminar de origen. Estas piezas son blanquecinas, limpias, impolutas, que se integran perfectamente con el entorno y al mismo tiempo plantean una modificación del sentido matérico de la pieza. Este tipo de obras se vinculan en cierto modo con propuestas del arte cinético y del Op Art.[1]

Pintura editar

[1]

Lista alborotada y sinsentido de referencias editar

[10]

[11]

[12]

[13]

[14]

[15]

[16]

[17]

[18]

[19]

Referencias editar

  1. a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w x y z aa ab ac ad ae af ag «Últimos días para visitar la exposición de Diego Segura en la Sala Provincia / “Espacios para la reflexión”». Tam-Tam Press. 9 de junio de 2017. 
  2. a b c Pérez Rivera, José Manuel (6 de enero de 2017). LA MUERTE DE PROCRIS Y CEUTA. Consultado el 20 de junio de 2021. 
  3. a b c d e f Fernández, Fulgencio; Pastoriza, Laura (28 de octubre de 2017). «Los personajes del tío Ful: Diego Segura». La Nueva Crónica. Consultado el 21 de junio de 2021. 
  4. Álvarez Calderón, María Inmaculada (febrero de 2007). «UNA HISTORIA RECIENTE DEL MOVIMIENTO VERDE». MUNDO EDUCATIVO. Revista Digital de Educación (20): 237. Consultado el 20 de junio de 2021. 
  5. «Últimos días para visitar la exposición de Diego Segura en la Sala Provincia / “Espacios para la reflexión”». Tam-Tam Press. 9 de junio de 2017. 
  6. «Las asociaciones engalanan el “Hálito de Lena" en el 20º aniversario de la escultura de Diego Segura». La Voz de Lena. 21 de marzo de 2018. Consultado el 22 de junio de 2021. 
  7. López Manzano, Enrique (15 de octubre de 2010). «El artista plástico Diego Segura dedica una escultura a los luchadores contra la Sama-Velilla». Un ecologista en El Bierzo. Consultado el 20 de junio de 2021. 
  8. Cuevas, Marcelino. «Un rayo que todo lo quema». Diario de León. Consultado el 21 de junio de 2021. 
  9. «Rojo y Negro.». XXV (229): 20. diciembre de 2009. Consultado el 20 de junio de 2021. 
  10. «Diego Segura». Revista de escultura pública. ISSN 1988-5954. 
  11. «"Acordaos de Genicera"». La Nueva Crónica. 
  12. Otero, Eloísa (27 de septiembre de 2017). «Diálogo sobre la tierra y el arte, con Fulgencio Fernández y Diego Segura, en La Vid de Gordón». Tam-Tam Press. Consultado el 20 de junio de 2021. 
  13. Otero, Eloísa (16 de mayo de 2017). UN HOMBRE LIBRE. Consultado el 20 de junio de 2021. 
  14. «Blog de Ceuta». Inauguración Hálito Durruti (Obra de Diego Segura). Consultado el 20 de junio de 2021. 
  15. «Diego Segura inaugura hoy su exposición en las Murallas Reales». El Faro de Ceuta. 22 de marzo de 2013. Consultado el 21 de junio de 2021. 
  16. «Diego Segura expondrá en Ceuta a partir del 22 de marzo». El Faro de Ceuta. 12 de marzo de 2013. 
  17. «Diego Segura expondrá en tierras portuguesas el 15 de octubre». El Faro de Ceuta. 14 de septiembre de 2011. 
  18. «El ceutí Diego Segura expone una de sus obras en el Palacio Don Gutierre». El Faro de Ceuta. 5 de marzo de 2011. 
  19. Artículos de El Faro de Ceuta relacionados con Diego Segura