La fotosíntesis es el proceso más importante para la naturaleza; pues gracias a ella no sólo existen las plantas, sino que toda la vida en la Tierra. Se crean nutrientes como los carbohidratos, más tarde aminoácidos entre otros. Además, la energía solar es acumulada por la planta y al ser ésta ingerida por los seres vivos, la energía se libera, siendo ésta utilizada para mantener los procesos vitales del organismo. Las plantas alimentan al resto de los seres vivos, en una primera instancia a los herbívoros e indirectamente a los carnívoros. La planta, además de alimentar al resto del planeta, contribuye a la respiración de los seres al restituir el oxígeno al aire además de haberlo previamente limpiado. La fotosíntesis es importante para la obtención de oxígeno, este compuesto es indispensable para desarrollar organismos y microorganismos. También hay que destacar que gracias a este proceso fisiológico los organismos fotosintéticos pueden fijar dióxido de carbono y otras formas inorgánicas de nitrógeno y azufre, los cuales son imprescindibles para la síntesis de otros compuestos más complejos como: azúcares, aminoácidos, etc.

No todas las plantas realizan la fotosíntesis. Los hongos no pueden realizar la fotosíntesis porque no tienen clorofila. Tienen digestión externa, pues vierten al exterior enzimas digestivas, sustancias proteicas que actúan sobre los alimentos dividiéndolos en moléculas sencillas, que atacan a los alimentos. Los hongos absorben los alimentos después de digerirlos. Porque a diferencia de las plantas, los animales y la mayoría de los hongos, no usan la energía del sol para conducir sus procesos internos. Las plantas no necesitan comer como los animales, precisamente porque tienen estas organelas (los cloroplastos) que son capaces de transformar la energía de la luz del sol en energía química.

Elizabeth Tetlamatzi Sánchez.