Usuario:Pablo Palomo Rodríguez/Taller
Cofradía de la Vera Cruz (Puertollano)
editar| Cofradía de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Soledad de Puertollano | ||
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| Localización | ||
| País | España | |
| Localidad | Puertollano (Ciudad Real) | |
| Dirección | calle Soledad 13 | |
| Sede canónica | Ermita de Nuestra Señora de la Soledad | |
| Datos generales | ||
| Fundación | siglo XVI | |
| Titulares |
Nuestro Padre Jesús entrando en Jerusalén Nuestro Padre Jesús atado a la columna Nuestra Señora de la Soledad | |
| Procesiones | ||
| Domingo de Ramos | ||
| Jueves Santo | ||
| Viernes Santo | ||
| Sábado Santo | ||
| Sitio web oficial | ||
La Cofradía de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Soledad de Puertollano (conocida también como "la Vera Cruz" o "Santa Vera Cruz"), es una cofradía pasionaria fundada en el siglo XVI en la ciudad de Puertollano (Provincia de Ciudad Real).
Esta cofradía no fue la primera en fundarse en la ciudad minera, pero al ser la que más tiempo ha perdurado, se ha convertido en la de mayor antigüedad en la Semana Santa de Puertollano. Esta asociación pública de fieles tiene su sede canónica en la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, adscrita a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
Emblema
editarEl emblema de la cofradía consta de los brazos de la cruz de la Orden de Calatrava que flanquean la corona de espinas, en alusión a Nuestra Señora de la Soledad.
Dentro de esta corona de espinas encontramos la columna donde Cristo fue flagelado, en referencia a Nuestro Padre Jesús atado a la columna; y sobre ella encontramos una palma en clara insinuación a Nuestro Padre Jesús entrando en Jerusalén.
Siendo todo ello un claro y perfecto resumen de los orígenes e imágenes titulares de la cofradía.
Historia
editarOrígenes remotos y antecedentes
editarLa cofradía de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Soledad de la ciudad de Puertollano (Ciudad Real), se funda a comienzos del siglo XVI. La pérdida documental a causa, especialmente, de la última contienda civil española, nos impide conocer el momento exacto de su fundación. No obstante, podemos hacer una aproximación en base a fuentes documentales secundarias como la fundación de otras cofradías de la Vera Cruz de nuestro entorno y las visitas pertinentes de la Orden de Calatrava a Puertollano.
Por ello, atendiendo a la situación de Puertollano en la centuria del 1500, apreciamos un contexto socioeconómico muy favorable gracias al desarrollo de una importante industria pañera, permitiéndose el auge de la manufactura de paños para todo tipo de usos, elaboración que se complementaba con otras actividades como la agricultura, ganadería y la producción alfarera.
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A esta bonanza económica se sumaron las concesiones que Su Santidad el papa Paulo III, Alejandro Farnesio, otorgó el 7 de enero de 1536, por medio de una bula pontificia llamada vivae vocis oráculo, por la que se concedió a todas las Cofradías de disciplinantes una serie de beneficios ante el incremento de este fenómeno y los abusos que su práctica podrían suponer. Este suceso tuvo gran importancia porque se concedían trascendentales gracias e indulgencias a todas las personas, hombres y mujeres, que asistieran con luz o autoflagelándose durante la procesión del Jueves Santo o Viernes Santo.
Las indulgencias concedidas por el sumo pontífice a los cofrades y penitentes son abundantes: «Todos y cada uno de los pecados, crímenes, excesos y delitos incluso de los graves y enormes, aunque sean de tal magnitud que se requiera consultar (a su Santidad) sobre la absolución de ellos, excepto los contenidos y expresados en la bula In cena Domini, que se suele leer en la Cena del Señor, y la bigamia».
Se desprende que la concesión de los privilegios en ella contenidos se obtuvieron gracias a la intervención del cardenal de la Basílica de la Santa Cruz de Roma, Francisco de los Ángeles Quiñones. Tan ilustre y crucial personaje en la vida histórica de las Cofradías con advocación de la Vera Cruz, tuvo como antecesores en el título cardenalicio a dos obispos de Sigüenza: Pedro González de Mendoza y Bernardino López de Carvajal.
La finalidad de este documento papal era extender a los cofrades veracrucenses los privilegios canónicos de quienes se encontraran en Roma durante la Semana Santa para «que ganen todos los perdones y plenarias yndulgencias que en el mismo viernes sancto ganan en la çibdad de Roma los que por sus mesmas personas visitan las yglesias y templos questan dentro y fuera de los muros de la misma çibdad», siempre que cumplieran con determinados requisitos, entre los que destacan el ir confesados y comulgados a la procesión del Viernes Santo «contritos y confesos o con proposito e intencion de confesarse».
Por lo tanto, con la concesión de esta bula, cuyas virtudes se extenderían a todas las cofradías de la Vera Cruz de la Península, unido al bienestar económico de Puertollano, parecen ingredientes más que suficientes para motivar la fundación de la Cofradía de la Vera Cruz en Puertollano. Atendiendo a lo recogido en la bula y otras fuentes, estos primeros hermanos ejercieron la disciplina pública, es decir, se autoflagelaban durante las estaciones de penitencia, concretamente el Jueves Santo, y en las fiestas importantes para la cofradía. Todo ello hasta la prohibición de esta práctica en 1777, por Real Cédula emitida durante el reinado de Carlos III.
Dada la peculiaridad del territorio en el que nos encontramos, el Campo de Calatrava, es altamente probable que la cofradía fuera erigida bajo el amparo de la orden militar homónima, como sucede en otros casos similares.
A pesar de lo expuesto, por el momento, no conocemos la fecha exacta de la fundación de la cofradía. Sin embargo, el documento más antiguo que se conserva donde se haga mención a la cofradía de la Vera Cruz de Puertollano, está fechado en el año 1550, siendo este una visita de la Orden de Calatrava (AHN, Consejo de Órdenes) a la encomienda de Puertollano, donde se le otorga a dicha cofradía un importante privilegio:
«…Cofradía Veracruz pueda tañir campanas de la iglesia maior dando 6 bajadas en 3 veces a pares para llamar a cofrades para enterramientos e procesiones…»
El privilegio que la Orden de Calatrava otorgó a esta cofradía, de poder tañer las campanas de la iglesia parroquial, es decir, de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, demuestra la importancia social que esta llegó a alcanzar en la villa en sus primeros años, pues el hecho de tocar las campanas sin el pertinente permiso podía representar un delito grave.
Cuando las Relaciones Topográficas de Felipe II, se realizan en Puertollano, se describe brevemente que existe "un Calvario de la cofradía de la Vera Cruz, y encima de él tres cruces y abajo una capilla en que se puede decir misa..."
Apenas dos años más tarde, en 1577, los visitadores de la Orden de Calatrava recogen sobre este humilladero "Visitamos el calvario que bos los dichos hermanos e cofrades aveis fecho çerca de la hermita de Nuestra Señora de Graçia de cal y canto muy bien fecho con las ynsignias de la Pasion de Nuestro Señor Jhesuchripto con sus puertas y reja de verjas con su cerradura y llave el qual esta muy bueno y muy bien tratado e reparado".
Esta pequeña edificación se encontraba extramuros de la villa, como es propio de estas estructuras, ubicada en el entorno de la actual estación de autobuses y conservatorio de música, en el camino que iba desde Puertollano hasta la vecina Argamasilla de Calatrava para recoger las oraciones de los viandantes que se desplazaran entre ambas localidades.
En 1595, por medio de una visita de la Orden de Calatrava, se recoge que la cofradía de la Vera Cruz posee "un Ecce Homo con una caxa en questa metido". Sin embargo, esta talla que se inventaría no era un Ecce Homo como tal, sino un atado a la columna. Fruto de esta equivocación, los diferentes hermanos veracrucenses que se han sucedido desde entonces, se han referido a su imagen titular como el Ecce Homo, homenajeando la confusión. Esta imagen sufrió la desdicha de ser quemada el 19 de julio de 1936 en la Plaza del Vía Crucis de Puertollano, no quedando restos de la misma ni se conocen fotografías que puedan atestiguar su apariencia. No obstante, testigos oculares que la conocieron en vida, confesaron que fue idéntica al atado a la columna de Burgos, del maestro Diego de Siloé.
En esta misma visita, los freires calatravos constatan la existencia de una imagen más "una imagen de Nuestra Señora y una caxa en questa metida". Desconocemos la advocación de esta imagen y si se trataba de la titular de nuestra cofradía, Nuestra Señora de la Soledad.
En relación a ella, la primera constatación feaciente que tenemos de Nuestra Señora de la Soledad es en la visita de 1637, donde los freires ven que en la ermita de San Mateo (actualmente de la Soledad), esta efigie ocupaba un lugar central en el templo, a uno de los lados del retablo mayor junto al evangelista titular. La imagen sí sabemos que fue adquirida e incorporada al culto de la ermita por los hermanos veracrucenses, cuya devoción era tal que con el paso del tiempo, el Ayuntamiento se preocuparía por la creación de una calle que comunicase la Plaza Mayor de la villa con la primigenia entrada a la ermita, recibiendo el nombre de calle Soledad.
El Doctor Alfonso Limón Montero también dedica unas líneas de su obra magna sobre las aguas de España a mencionar esta ermita e imagen, de la que constata la amplia devoción que despierta entre los vecinos, siendo así que son múltiples las visitas que la talla recibe a diario para su veneración.
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El templo poco a poco se empezó a conocer tanto como ermita de la Soledad como por ermita de San Mateo, incluso con ambas advocaciones simultáneamente, hasta que después de la última guerra civil se pierden las tallas y tan solo se recupera la imagen de la Soledad, conociéndose la ermita desde entonces únicamente con esta advocación. De la imagen primigenia tampoco se conocen imágenes ni restos al sufrir idéntica suerte al resto de la imaginería puertollanera.
En 1719 se constata el buen estado de conservación del humilladero de la cofradía, en cuyo interior, se especifica, se guarda la imagen del Ecce Homo, para que los viandantes lo veneren.
Sin embargo, en el Censo de Aranda de 1770, se recoge que "en corto número de hermanos quienes con la limosna que piden el Jueves Santo de cada un año costean la traída en procesión del Santo Ecce Homo desde la ermita de Nuestra Señora de Gracia donde está colocado a la de Nuestra Señora de la Soledad, desde la que sale la procesión...con estas dos imágenes y fenecida la llevada y vuelta del mismo Ecce Homo a la referida ermita".
En esas poco más de cinco décadas entre cada una de los documentos anteriores, el humilladero sería abandonado fruto de las crisis socioeconómicas vividas en Puertollano. Como causa de su deterioro y escasa economía dadas las dificultades del momento, el Ecce Homo se trasladaría, por cercanía, a la ermita de la Virgen de Gracia.
Más allá de estos testigos, el siglo XIX muestra una escasez documental. Hemos de suponer que la cofradía seguiría desarrollando su actividad habitual, compaginando sus estaciones de penitencias con la de otras asociaciones que se fueron fundando a fines del XVIII como nuestra cofradía hermana del Santísimo Cristo de las Maravillas y Señor San Miguel (1755) o la Congregación de Siervos de María Dolorosa.
Aunque apenas tengamos documentación sabemos que la Vera Cruz seguía ejerciendo su actividad gracias al testamento de don José Gijón, fechado en el 1 de enero de 1858 donde recoge "Encomiendo mi alma a Dios nuestro Señor que la crio de la nada y mando el cuerpo a la tierra de cuyo elemento fue tomado; el cual hecho cadaber es mi voluntad sea amortajado con túnica encarnada de la Vera Cruz de que soy hermano".
Reorganización del siglo XX
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Tras la guerra civil y después de perder todo, la cofradía se reorganiza con poco número de hermanos y muchos esfuerzos. Se adquirió en 1942 una imagen en pasta-madera de los talleres de arte sacro de Olot, junto a un romano pasivo (bautizado popularmente por los hermanos como Manolo) y otro flagelándolo (bautizado igualmente como Felipe).
Poco tiempo después, una familia adquiere en un taller próximo a la Plaza Mayor de la Villa de Madrid, una imagen de Nuestra Señora de la Soledad, procesionando por vez primera el Viernes Santo de 1944.
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Con el paso de las décadas, esta familia donaría la imagen de Nuestra Señora de la Soledad a la cofradía, momento en el cual se ampliaría el nombre de la misma a Cofradía de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Soledad. Esta imagen se venera en su ermita homónima, presidiéndola desde su adquisición, en el retablo mayor que confeccionó un vecino de la localidad, don Manuel Santos.
En 1955 se estrenó una estación de penitencia en Puertollano con la adquisición de la imagen de Nuestro Padre Jesús entrando en Jerusalén vulgo "Borriquillo" imagen en pasta-madera procedente de los talleres de arte sacro de Olot. Pronto se adquirieron otras imágenes con las que completar el conjunto que procesiona en la actualidad.
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En los años ´90 el conjunto escultórico del Ecce Homo adquirido en los años ´40 presentaba un mal estado de conservación por lo que este se reemplazó con la adquisición en 1996 de la actual talla del Ecce Homo, tras un proceso de elección y votación por los hermanos con el que se decidió el estilo de la imagen. Este nuevo atado a la columna, obra del imaginero sevillano Jesús Curquejo Murillo, recibe culto en la ermita de Nuestra Señora de la Soledad enmarcado en su respectivo retablo, obra de las mismas manos que el de Nuestra Señora; realizando su estación de penitencia la noche del Jueves Santo.
Las fiestas principales de la cofradía son el 3 de mayo, la Invención de la Santa Cruz, donde los hermanos organizan una solemne Eucaristía en nuestra sede canónica, la ermita de Ntra. Sra. de la Soledad, imponiendo las medallas de nuevos hermanos a las nuevas incorporaciones a la cofradía.
Y el 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, donde por medio de otra eucaristía organizada por los hermanos, se recuerda a nuestros hermanos difuntos y se hace solemne besamanos a la imagen de Nuestra Señora. Sumando a ello las festividades de la Iglesia Católica donde igualmente participan de una manera activa como son el Corpus Christi, Cuaresma, Adviento, Navidad, fiestas patronales, etc.
Hábito de la cofradía
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El hábito que portan los hermanos y hermanas de la Santa Vera Cruz posee una clara reminiscencia al hábito franciscano y a los colores propios de la ilustre orden de Calatrava, siendo así que los elementos vestidos por los veracrucenses son los siguientes:
- Túnica de sarga blanca con bocamangas de terciopelo granates y botonadura igualmente granate.
- Cíngulo granate rematado por borlas del mismo color.
- Guantes blancos.
- Capa de raso granate con cruz de Calatrava en el hombro.
- Capillo blanco con cruz de Calatrava al pecho (Domingo de Ramos).
- Capillo terciopelo Granate con escudo de la cofradía al pecho (Jueves Santo).
- Capillo negro con cruz de Calatrava al pecho (Viernes y Sábado Santo).
- Zapatos negros.
- Medalla oficial de la cofradía al baño de plata.
- Los anderos y empujadores vestirán igual a excepción de los capillos que se reemplazarán por verdugos de acuerdo al color que corresponda en la estación de penitencia.
De esta forma, se mantiene la misma túnica y capa, tan solo se cambia el capillo según la estación de penitencia, el blanco para el Domingo de Ramos por ser un color asociado a la Gloria, pureza y la alegría de este día, el Jueves Santo un capillo granate por la sangre derramada por Nuestro Señor con motivo de su flagelación y el Viernes Santo y Sábado Santo el negro por el luto y el duelo que vive Nuestra Señora de la Soledad en estos días.
Titulares de la cofradía
editarTres son las imágenes principales que posee la cofradía de la Vera Cruz.
Ntro. Padre Jesús entrando en Jerusalén, vulgo "Borriquillo"
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La imagen del Borriquillo fue adquirida en 1955 en los Talleres de Arte Cristiano de Olot, siendo una imagen en pasta-madera de serie. El autor del molde fue don Jaime Martus y Riera.
El trono procesiona únicamente el Domingo de Ramos y complementan la imagen principal las efigies de una madre que sostiene a su hijo, un niño que recibe la bendición de Jesús y una niña que mira asombrada al tiempo que cubre el suelo que el pollino ha de pisar.
Actualmente el trono es trasladado por empujadores, hermanos de la cofradía, que ayudan a que el Señor bendiga las céntricas calles de Puertollano, saliendo y culminando la procesión en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, procesión que tradicionalmente se ha conocido en Puertollano como la procesión de las palmas o la procesión del Borriquillo.
Ntro. Padre Jesús atado a la columna, vulgo "Ecce Homo"
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La imagen de Nuestro Padre Jesús atado a la columna fue adquirida en el año 1996, obra el imaginero sevillano don Jesús Curquejo Murillo, siendo una talla realizada enteramente en madera de cedro confeccionada toda ella de una única pieza, no siendo ninguna de sus partes ensambladas. No posee potencias al igual que la primigenia imagen que la cofradía adquirió en sus primeros años y se perdió en la última contienda civil, siguiendo por ello la tradición puramente castellana.
El Ecce Homo procesiona el Jueves Santo, como viene siendo habitual desde el siglo XVI siendo su forma de procesionar las andas, como marca la tradición castellana. Su paso fue renovado en 2019 por unas molduras que replican el modelo del trono que se confeccionó en la década de 1940, en un ejercicio de rescatar el patrimonio de esta asociación pública de fieles.
Para la estación de penitencia del Jueves Santo, tanto la salida como la entrada se realiza desde el templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Puertollano.
Al ser este el origen de la Semana Santa de Puertollano, la procesión del Jueves Santo ha sido popularmente conocida como la procesión del Ecce Homo aunque de ella también participasen el grueso de las cofradías pasionarias de la ciudadanía.
Nuestra Señora de la Soledad
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La imagen de Nuestra Señora de la Soledad es de autoría anónima. Hasta la fecha tan solo se conoce que fue adquirida en las proximidades de la Plaza Mayor de Madrid a mediados/finales de 1943 o comienzos de 1944. Siendo una talla elaborada en madera de pino flandes.
La imagen es la titular de la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, sede canónica de la cofradía. Nuestra Señora procesiona tanto el Viernes Santo como el Sábado Santo.
El Viernes Santo procesiona culminando la conocida como procesión del Santo Entierro, acompañando el cuerpo sin vida de su hijo mientras prevalece a los pies de una cruz vacía, únicamente ornamentada con el santo sudario y el títulus, al tiempo que viste un riguroso luto con un manto de exquisita confección fechado en 1948; siendo la salida y entrada de la estación de penitencia desde el templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, siendo llevada por empujadores.
El Sábado Santo la cofradía procesiona en solitario, acompañando a la imagen de Nuestra Madre con andas, saliendo desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción hasta la ermita de Nuestra Señora de la Soledad. En una estación de penitencia donde prima el silencio, la reflexión acompañados de la tensión y emoción que vive la feligresía al momento de ingresar en el templo del que la imagen es titular.
Desde hace unos años la cofradía inicia y culmina esta estación de penitencia con unos toques en las puertas de ambos templos que invitan a los hermanos a salir e ingresar en cada uno de ellos, haciendo similitud con la forma y condición en que la Orden de Calatrava les dio el privilegio de tañer las campanas para llamar a sus hermanos a las estaciones de penitencia.
Cultos y actividades
editarComo se ha hecho alusión, la cofradía organiza y participa de múltiples actividades a lo largo del año, más allá de la Semana Santa.
Invención de la Santa Cruz
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Cada 3 de mayo, la Cofradía conmemora la festividad de la Invención de la Santa Cruz, donde rememora el hallazgo de la Verdadera Cruz (Vera Cruz en latín) por Santa Helena, madre del emperador romano Constantino.
Para esta efeméride, la cofradía prepara un altar en la puerta de la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, protagonizada por una cruz floral, diferente cada año, típica de esta zona geográfica, acompañada de elementos típicos de La Mancha.
Una sencilla y solemne eucaristía se dedica a los veracrucenses fallecidos y se impone la medalla de la cofradía a los nuevos hermanos que han ingresado en el último año.
Culminada la celebración litúrgica, se procede al tradicional canto de los mayos a la cruz floral colocada en el exterior del templo y se reparte el tradicional puñao´ a los asistentes junto a una limonada y refrescos, compartiendo momentos de hermandad entre los hermanos y la feligresía.
Exaltación de la Santa Cruz
editarCada 14 de septiembre, la Cofradía conmemora la festividad de la Exaltación de la Cruz, donde se rememora y honra al madero en que Cristo se entregó.
Para esta efeméride, la Vera Cruz baja del retablo mayor de la ermita de Nuestra Señora de la Soledad a la titular del templo, colocándola a un lateral del altar, en su lugar, la hornacina central del templo es ocupada por una cruz, protagonista de la festividad.
En una sencilla y solemne eucaristía, esta se dedica a los hermanos fallecidos y se incide en la importancia que la cruz tiene para los cristianos.
Al término de la celebración que han organizado los veracrucenses, se procede a la realización del tradicional besamanos a la efigie de Nuestra Señora de la Soledad.
Corpus Christi
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Además de las festividades intrínsecamente ligadas al culto de la cruz, la Cofradía colabora y participa de diferentes festividades, la más importante es la festividad del Corpus Christi.
Esta solemnidad se conmemora con la celebración de una Santa Misa en el templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción donde participan todos los colectivos religiosos de la ciudad de Puertollano. Al término de esta se inicia la procesión más importante del año litúrgico, la salida del Santísimo Sacramento del Altar por las céntricas calles de Puertollano.
Para tal fecha, la Cofradía confecciona un altar eucarístico, diferente cada año, para rendir homenaje a Nuestro Señor a su paso por el altar realizado. Hasta hace unos años, la cofradía se encargaba de la confección de una alfombra floral de sal con ayuda de la floristería que cede parte de su fachada para la colocación del dicho altar eucarístico.
Otros
editarParalelamente, la cofradía ha venido protagonizando otras actividades y eventos como conciertos de la banda de cornetas y tambores de la propia cofradía, concierto con el grupo de jóvenes de HAKUNA Ciudad Real, recogidas de alimentos en favor de las Hermanas de la Cruz de Puertollano, múltiples talleres juveniles, visitas guiadas por el exterior e interior de los templos que han estado vinculados con la historia de la Cofradía en estos 500 años, jornadas de convivencia al aire libre con la Jornada Vera Cruz, viajes a lugares de interés religioso y otras muchas actividades que la cofradía se encarga de publicitar y advertir por sus redes sociales.
Destacable es la publicación anual de la Revista VERACRUZ, una revista de investigación sobre patrimonio y tradiciones religiosas principalmente en el Campo de Calatrava que llegó a tener más de una veintena de publicaciones, convirtiéndose en todo un referente provincial para la investigación y publicación del patrimonio documental, material e inmaterial de la Semana Santa en nuestra tierra, colaborando en esta revista auténticos eruditos en la investigación y doctores en Historia especializados. Por el momento, el año 2012 fue cuando se publicó el último número hasta la fecha.
Enlaces externos
editarBlog de la cofradía de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Soledad: https://veracruzpuertollano.blogspot.com/